- ¡Cariño! - gritó la señora Kim desde la planta baja de aquel acogedor hogar. ChaeWon se levantó de su escritorio tan rápido como escuchó la voz de su madre y asomó la cabeza por el marco de la puerta de su habitación.
- ¿Qué pasa, mamá? - respondió ella, asegurándose de hablar lo suficientemente fuerte para ser escuchada.
- ¿Podrías sacar la basura? Mañana por la mañana pasará el camión y se la llevará.
Tras gritar un "Okay", ChaeWon cerró su laptop donde estaba reproduciendo música en aquella tranquila noche. El clima era bueno, nada de ruidos en la calle perturbaban su pacífica sesión de sanación mientras escuchaba alguna canción de su playlist favorita. Calzó sus pies que solamente vestían calcetines y bajó casi corriendo las escaleras, siendo reprendida por su madre.
- ¡Kim ChaeWon! Te he dicho que no bajes las escaleras así, te vas a tropezar - dijo ella, cruzando los brazos, pero sin sonar como un regaño realmente.
- No te preocupes, mami - sonrió inocentemente, dándole una imagen tierna. Tomó la bolsa negra de un tamaño considerable que estaba en la cocina y se abalanzó para no perder el equilibrio entre el peso y ella misma -. Sabes que no me pasará nada.
La señora Kim negó con una dulce sonrisa y siguió limpiando la cocina, agradeciéndole mientras la pelinegra se alejaba a pasos lentos.
ChaeWon salió por la puerta color café y con cuidado bajó los escalones, caminó por el camino de tierra fina en medio de el jardín, lleno de pasto verde y fresco, además de algunas flores pequeñas y blancas que sobresalían de este. Botó la basura en el gran contenedor, sacudió sus manos y se dedicó a ver a su alrededor.
Eran exactamente las 11:00 pm, según el reloj en su muñeca. La noche era estrellada, un clima templado, pocos autos pasaban por el vecindario de aquel tranquilo fraccionamiento donde vivían las familias adineradas de la ciudad; entre ellas, obviamente, la familia Kim. Su apellido siendo aclamado por el tan famoso bufete de abogados dirigido por su padre, además de que su madre era parte de las damas de sociedad, esposas de dichos empresarios.
El hecho de que el área fuera poco transitada o ruidosa siempre fue de su agrado, no había escándalos ni nada parecido. A ella le gustaban los ambientes tranquilos. Después de unos segundos que se tomó para observar lo solitario y callado que lucía su alrededor, respiró un leve viento que amenazaba con golpear los frondosos y enormes árboles, generando ruido de las hojas y ramas chocando entre ellas.
Sin duda, le gustaba ese ambiente.
Un par de hojas se soltaron de su rama y volaron por encima de su cabeza, las miró fascinada, flotando libremente sin tocar en ningún momento el pavimento mientras se dirigían a un lugar no específico pero que cada vez era más y más lejano. Entonces dirigió su mirada que, por un momento, volvió a ser la de una niña inocente a punto de hacer una travesura, asegurándose de haber cerrado la puerta y se dispuso a seguirlas.
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Strawberries & Cigarettes | Purinz
Romantik𝐏𝐔𝐑𝐈𝐍𝐙 | A Chaewon le gustaba ver a la chica de mirada triste que salía a fumar sentada sobre aquel columpio, en medio de la noche. "Siempre me dejas queriendo más... Las fresas y los cigarrillos siempre saben a ti." ❥Adaptación autorizada. ❥A...