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¿Cómo se debe reaccionar cuando alguien te dice que no eres tan tonta como pensaba? Es decir, ChaeWon sabía que no era la persona más inteligente del mundo, de hecho, durante la secundaria llegó a reprobar algunos exámenes y en repetidas ocasiones su madre la llegaba a llamar así cuando se comportaba literalmente como un tonta.

Guardó silencio unos segundos.

No sabía si dedicarle una sonrisa a la rubia que estaba a su lado, por que vaya, comentarios así sinceramente no le afectaban o algo por el estilo, mucho menos saliendo de la boca de YunJin. YunJin podría llamarla de tantas maneras fuera posible, pero nunca alguna era enserio o con malas intenciones.

Su mente era un pequeño caos.

— Deja de pensar tanto las cosas — dijo ella mientras se acostaba a lado suyo —. ¿Bien?

Entonces decidió que debía dejar de tratar de desmenuzar cada palabra que salía de su boca. Toda su vida había sido alguien observadora y buena escuchando, pero eso a veces le traía conflictos internos. Sobrepensar.

— Bien — le dijo frunciendo un poco la nariz.

YunJin se dedicó a observarla durante unos segundos con una expresión neutral, tronó los huesos de sus dedos y chasqueo su lengua contra sus dientes. Miró hacia el techo.

— ¿Cuál es tu mayor miedo, ChaeWon?

¿Su mayor miedo? Realmente nunca lo había pensado, toda la gente posee distintos miedos; miedo a la oscuridad, a los payasos, a la soledad, incluso a lo desconocido. Conocía los miedos de todos, excepto el suyo.

— Creo que no tengo uno, o al menos no lo he descubierto aún.

Le miró nuevamente, al parecer le era entretenido analizarla, o al menos esa fue mi conclusión desde que empezó a sentir su mirada sobre ella todo el tiempo. Y no lo mal entiendan, no era algo que le molestara ni mucho menos me incomodara, pero, en sus diecinueve años de vida, nadie la había mirado de una forma tan penetrante como YunJin.

— Interesante...

— ¿Cuál es el tuyo? — cuestionó ahora ChaeWon mirando como la pequeña lámpara que estaba en la mesa de noche comenzaba a llenarse poco a poco de polvo.

YunJin se mantuvo en silencio un par de segundos, sacó el aire y se acomodó mejor en la cómoda cama. La noche se iría así, pensó. De alguna u otra manera, YunJin lograba terminar atrapada con sus palabras y silencios, quería seguir escuchándola hablar de temas al azar, seguir viéndola a través de los sentimientos en las charlas, saber cómo se siente.

— Esto podrá sonar un poco raro, pero le tengo miedo a los ruidos fuertes que son repentinos.

— ¿Ruidos fuertes?

— Sí, si escucho fuegos artificiales, o algo tan simple como un globo explotar, puedo asustarme mucho. Es horrible...

Trató de analizar todo, ni siquiera sabía que ese tipo de miedo existía. En realidad, ChaeWon no mentiría, esperaba una respuesta similar a le tengo miedo a la muerte o algo por el estilo, por que, sinceramente, no esperaba algo —y se atreve a llamarlo— un poco decepcionante. Era algo impredecible, YunJin era alguien tan impredecible que no sabía que esperar.

Entonces recordó lo que le contó cuando estábamos en el puente. ¿Su propio padre la lanzó al mar? Era jodidamente loco...

— Te he dicho que dejes de pensar tanto las cosas — la mayor la sacó de entre sus pensamientos —. ¿En qué pensabas? ¿Te decepcionó mi respuesta?

ChaeWon desvió la mirada y divisó su suéter negro a punto de caerse de la silla frente a mi escritorio.

— Sí...

— Lo sabía, tu lenguaje corporal es muy obvio. ¿Qué esperabas que dijera?

Comenzó a sentirme un poco incómoda, pero no por culpa de YunJin, sino con ella misma. La mayor le contaba cosas íntimas y, aún así, la juzgó.

— La muerte, el mar o algo así, tú sabes, extremista — murmuró —. Hace un rato me hablaste sobre lo que te hizo tu padre, pensé que dirías algo así.

Los ojos apagados de YunJin se pasaron por el rostro de YunJin, de arriba hacia abajo, de sus ojos a su nariz, a sus labios, a sus cejas. Luego se giró un poco sobre sí, apoyó su espalda en el colchón y abrazó un peluche en forma de piña con adorables ojos.

— Dejé de tenerle miedo a la muerte cuando mamá murió. ¿Sabes por qué? Por que ella se lo buscó, se drogaba hasta más no poder y luego sufría los efectos malos. Entonces me di cuenta de que si alguien no moría de forma natural o algún accidente, era completamente su culpa. Mamá se buscó su propia muerte, ella sólo quería escapar de papá y terminó dejándome sola a mi.

ChaeWon quedó anonadada.

La tranquilidad con la que decía cada palabra la abrumaba un poco. Sus ojos miraban fijamente el techo que sólo se iluminaba con la polvorienta lámpara a un costado. Su madre quería escapar de su padre... Fue ahí cuando comenzó a cuestionarse sobre muchas cosas que pasaban dentro de su cabeza.

— ¿Recuerdas cuando te dije que la vida era una mierda? ¿Que las personas se iban corrompiendo una a una hasta que todo terminaba siendo simplemente una mierda insignificante? — preguntó ella.

— Sí...

— Esas son mis razones. Mi padre corrompió a mi madre hasta que ella simplemente no pudo más y se suicidó con un montón de pastillas. La única persona que no me abandonó tuvo un final terrible, y yo no pude hacer nada para salvarla de ella misma.

Todos sus pensamientos ahora se basaban en esa platica con YunJin, cuando soltaba el humo del cigarro por sus labios, cuando hablaba de ella y su vida. Todas y cada una de las palabras que le dijo esa noche.

Esa noche, ChaeWon entendió que, aunque probablemente tuviera un punto de vista distinto al de YunJin, era porque vivieron cosas totalmente distintas, y no por eso su forma de pensar era errónea. Cayó en cuenta de lo triste que debió ser para ella que su madre haya muerto, es decir, apenas tiene veinte años y la mayor parte de su vida fue huérfana... No sabía mucho de su padre, pero no se atrevía a preguntar.

— Yo... También recuerdo que me dijiste que dejara de preocuparme por alguien que... Que no valía la pena, como tú. ¿Por qué lo dijiste?

Volvió la mirada a ChaeWon.

— Deja de pensar tanto... No vale la pena que tu cabecita esté llena de pensamientos tontos. Ignora lo que dije.

La rubia se levantó de la cama, acomodó su suéter verde con las mangas pellizcadas, volvió a tronar los huesos de sus dedos de sus manos y agitó su mano hacia ella, en forma de despedida silenciosa. Salió por la puerta, segundos después salió de la casa y la vio por la ventana, caminar entre las oscuras y frescas calles.

Huh YunJin hizo que el pequeño desastre en la mente de ChaeWon se convirtiera en un caos total.

Huh YunJin hizo que el pequeño desastre en la mente de ChaeWon se convirtiera en un caos total

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Strawberries & Cigarettes | PurinzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora