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— Por Dios...

Desde su cama, YunJin veía asombrada a ChaeWon quien le relató lo que había pasado con su madre, este se encogió de hombros.

— Lo último que me dijo fue que no esperaba que me fuera de casa o algo así, simplemente... Simplemente está ofendida por mi supuesta traición y no planea prestarme atención así lo requiera.

— E-Esto es mi culpa, no debí dejar que te quedaras aquí esa noche, yo... — la rubia comenzaba a despeinarse con las manos en un signo de nervios y profundo arrepentimiento —. ¿Entonces?

— ¿Entonces, qué?

— ¿Qué planeas hacer? ¿Dónde vas a dormir? ¿Estarás cómoda viviendo aún ahí? Mierda, esto es mi culpa. Lo siento en verdad, lo sien...

— YunJin — sentenció la menor y los ojos de la contraria se posaron en los suyos —. Estaré bien, no será muy distinto a mi día a día, creo que lo único que haré será trabajar. Lo he pensado y pediré empleo donde trabajas, no puedo seguir dependiendo de ellos.

— Won...

— No te preocupes, ¿está bien?

La menor se levantó de la silla de YunJin y le dio un pequeño beso en la mejilla para luego volver a su lugar. Había faltado a la escuela para ir a casa de YunJin y contarle la situación. La mayor ofreció su casa para quedarse en ella, pero viéndolo en perspectiva, resultaba aún peor. Podrían ser descubiertas por el padre de YunJin y ciertamente no quería problemas con familias ajenas, tenía más que suficiente con la suya.

 Podrían ser descubiertas por el padre de YunJin y ciertamente no quería problemas con familias ajenas, tenía más que suficiente con la suya

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Pasaron días, semanas, tal vez casi un mes desde el inconveniente entre ChaeWon y su madre. No se dirigían la mirada, si su padre era distante antes, ahora casi no se inmutaba de su existencia. Cenaba en su habitación con comida que financiaba ella misma y solo salía a la escuela y a casa de YunJin.

Por su parte, la rubia, también pidió empleo de forma definitiva en la tienda de útiles escolares. Ambas fueron aceptadas sin problema alguno y aunque su paga no era la más apropiada, era suficiente para dos personas. Constantemente YunJin invitaba a ChaeWon a dormir a su casa para evitar que la menor se sintiera incómoda en su propio hogar.

Hacían bromas sobre que parecían recién casadas sosteniéndose con el sueldo mínimo, que, aunque no faltaba mucho para que fuera una realidad, les era cómico el pensar en su forma de vivir anteriormente.

Habían pasado casi cuatro meses desde el día en que se encontraron columpiándose sobre esos juegos rechinantes, tres meses durante los cuales ambas se encontraron y a la vez se perdieron de su sombra interna.

— ¿Quieres ir a cenar a aquel restaurante que vimos el martes? — preguntó YunJin jugando con una cartulina mientras veía a ChaeWon acomodar la sección de lápices.

— ¿No es muy costoso? — mencionó ChaeWon —. Nos pagan la semana que viene...

— Eso no importa, Chae — sonrió la mayor —. Tengo mis ahorros.

Strawberries & Cigarettes | PurinzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora