Final

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Después de algunos minutos en carretera, ChaeWon trató de desaparecer ese horrible silencio. ¿Era incómodo? Tal vez. Pero es que ni ella ni YunJin sabían de qué hablar. No tenían un destino fijo, ni siquiera suficiente gasolina. Todo fue tan repentino que la abrumaba al punto de quererle gritar a YunJin que se detuviera y salir corriendo de nuevo a los brazos de su madre. Sin embargo, ella misma era escritora de su destino y sabía que todo dependía de ella y sus decisiones así tuvieran consecuencias buenas o malas. Suspiró y se intentó relajar, su mordida estaba tensa apretando sus dientes, todo estaría bien.

Su rostro denotaba algo entre la felicidad y el nerviosismo pero se mostraba neutral mientras recibía caricias de la mano libre de YunJin. Sus manos iban entrelazadas y se sentía jodidamente bien el saber que había compromiso de parte de ambas, que nada dentro de ellaas era unilateral y que, si una caía podrían caer juntas, sin excepciones.

Eran solo dos chicas en busca de aquella felicidad tan esperada por muchos.

ChaeWon estaba casi segura de que sus propias familias no las extrañarían, que no se preocuparían por su brillante ausencia, ese detalle estaba más que claro después de las constantes muestras de desprecio que no se molestaron en disimular, sin embargo su aparente tranquilidad se volvía a ver afectada por preguntas rondando en su mente.

¿A dónde se dirigían? ¿Dónde vivirían, o al menos dormirían? ¿Podría seguir estudiando? ¿Ambas trabajarían? ¿Les iría verdaderamente bien o solo era una pérdida de tiempo?

El anochecer se aproximaba entre las montañas de aquel solitario lugar. No pasaban muchos autos, ninguno en realidad. Eran ellas y la soledad del asfalto con una pizca de viento, casi imperceptible.

De pronto YunJin soltó una carcajada, así asustando a ChaeWon ya que definitivamente no esperaba eso. La risa de la mayor resonaba mientras manejaba. La pelinegra no sabía que hacer, lo que la puso aún más nerviosa pasó menos de un minuto cuando ChaeWon comenzó a seguirle el juego ya que se contagió y ahora la felicidad perduraba en el interior del viejo auto del señor Huh.

YunJin se sentía ahogar allí dentro pero no de forma mala, sino que el saber que por fin escaparía de su padre la hizo sentirse como la liberación de una soga en su cuello en contra de su voluntad. El saber que tenía a ChaeWon la hacía sentir aún mejor, definitivamente haría todo por que la felicidad de la menor estuviera acompañándola, siempre. Quería que supiera que contaba con ella, así como estuvo dispuesta a acompañarla a una tienda de conveniencia la primera noche, así como estuvo dispuesta a acompañarla a escapar , así la situación fuera completamente una locura.

 Quería que supiera que contaba con ella, así como estuvo dispuesta a acompañarla a una tienda de conveniencia la primera noche, así como estuvo dispuesta a acompañarla a escapar , así la situación fuera completamente una locura

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Era de noche, la cúspide de los paisajes hermosos e inspiradores. Estaba cansada pero no podían detenerse, debían al menos estacionarse en algún hotel de carretera. Definitivamente no pasarían la noche en el auto. YunJin miró a su derecha y ahí estaba ChaeWon, con su rebelde flequillo cayendo por su frente y su mano aún entrelazada con la propia, no parecía querer soltarla, al contrario, se aferraba más a ella.

Strawberries & Cigarettes | PurinzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora