-¡Te encontré! -exclamó de repente haciendo que él cayera hacia atrás. La trigueña estalló en risas.
-Esto no debería ser así-se quejó él divertido mientras se incorporaba, Lucero no podía dejar de reír, estaba tentada. Trató de calmarse, pero cada vez que lo hacía volvía a estallar en carcajadas. Manuel arqueó una ceja cuando ella se calmó del todo. Era su turno de vengarse.
-Oh, no-musitó ella.
Sin pensarlo dos veces comenzó a correr, ya que lo que venía después de haberlo encontrado eran las malditas cosquillas.
Manuel fue mucho más rápido de lo que ella había esperado y en un abrir y cerrar de ojos ya la había atrapado. Cayeron juntos al suelo, A Lucero le dolía el estómago, la garganta y hasta el pelo de tanto reír. Él era malvado, sí que lo era. Pero de alguna manera lo logró y giró sobre la paja, quedando sobre él. Ella también podía vengarse. Recordaba que Manuel no era muy cosquilludo como ella, pero sí que tenía un punto débil. Y ese era el cuello. Manuel intentó esquivar sus manos pero no pudo. Le dolía el abdomen de tantas risas. Volvió a girar para vengarse. Y otra vez, y otra vez...
-Ya... ya no... puedo más, Manuel-dijo ella sin dejar de reír, Él detuvo sus manos y ambos comenzaron a calmar sus risas. Aquello había sido tan divertido, Pero todo rastro de diversión se fue cuando fueron conscientes de cómo habían quedado. Ella lo miró fijo a los ojos. Él había quedado sobre su cuerpo. El peso masculino era simplemente agradable, y no la aplastaba.
Manuel la observó detenidamente, ¿Por qué tenia que ser tan linda? Y de repente su mirada bajó hasta sus labios. Estaban semiabiertos...
-Lucero, ¿estás aquí...?-preguntó entrando a la caballeriza. Sus ojos se abrieron bien al ver la escena. <Diablos, arruiné el momento>-pensó Erick.
Manuel se puso rápidamente de pie y tomó una mano de Lucero para pararla de un solo tirón. Ella comenzó a acomodarse nerviosamente, mientras que Manuel levantaba su sombrero del suelo y se lo colocaba.
-¿Qué pasó, Erick?-preguntó nerviosa.
-Estaba buscándote-miro a Manuel y volvió la mirada a ella-Porque el desayuno ya está listo...
-¿Ya?-Preguntó asombrada-¿Qué hora es?
-Más de las 8:30-contestó su amigo.
-Bien-habló Manuel-Voy a ver si mi madre necesita ayuda.
Salió de allí rápidamente, dejando a Lucero completamente sola con la escena a cuestas.
Ella miró a su amigo y sin decir nada comenzó a quitarse la paja que le había quedado en el cabello. Erick se tocó el mentón, mientras reprimía una sonrisa.
-¿Y bien?-le preguntó.
-Y bien, ¿Qué?-dijo ella.
-Vamos linda-dijo divertido-¿Qué estaban por hacer?
-No seas mal pensado, Erick Donovan-dijo con tono firme.
-¿Mal pensado yo?-repitió incrédulo-No,
mi vida, estás muy equivocada, Porque déjame decirte que encontrar a dos personas en el suelo de una caballeriza, una encima de la otra, jadeantes... da que pensar.-Pues, estás pensando mal...-lo miró mal -y no estábamos jadeantes.
-¿Entonces que estaban haciendo?-le
preguntó y se acercó a ella para ayudarla con su cabello. La miró divertido
-Porque no estaban hablando, Lucero
-Estábamos jugando-dijo ella,
-¿A qué?, ¿A revolcarse apasionadamente en la caballeriza? -dijo con cierto tono de burla.
-No, Erick. Estábamos jugando a las escondidas. Lo encontré y comenzó a hacerme cosquillas y yo a él como cuando éramos niños.
-Pero ya no son niños, ¿Qué necesidad tenían de jugar?
-Fue un... impulso-dijo algo fastidiada.
-Como su beso de hace 10 años-dijo
enternecido-¿Se besaron?-¡No, no nos besamos!
-Solamente porque yo llegué exclamó Soy un imbécil, no tuve que haber venido, ¡No tuve que haber llegado!
Lucero se alejó de él y comenzó a caminar hacia la salida de las caballerizas, Erick la siguió
-Mira no sé qué es lo que debe estar maquinando tu pervertida mente, Erick. Pero Manuel es un gran amigo para mí, como un hermano.
-Si, por eso se besaron-dijo asintiendo.
-¡Éramos niños!-chilló-Fue solamente para experimentar.
-Oh, por favor ¿Acaso vas a decirme que no sentías nada por él cuando eran niños?-Lucero siguió caminando hasta que estuvieron fuera del lugar, No le contestó enseguida a Erick porque estaba pensando en aquello.
Lo que ella había sentido por Manuel siendo una niña, no lo podía explicar. Era algo que no había vuelto a sentir por otra persona, Era extraño. Sacudió la cabeza y miró a su amigo.
-Una no sabe de esas cosas cuando es niña, por el simple hecho de que se es una niña, Pero no lo sé... creo que me gustaba.
-¿Y ahora te gusta?-le preguntó mientras movia ambas cejas en forma picara.
Lucero se aguanto las ganas de reir-Eres intratable, Erick.
-Pero me amas... admitelo-dijo mientras la empujaba levemente -Y también admite que ese bombón campestre te movió hasta la médula.
-No, no me gusta-dijo ella poniendo sus ojos en blanco.
-Mentirosa-la acusó él-Además es increíble como ese hombre te mira-Lucero se detuvo y lo miró bien.
-Eres un tonto... no me mira de ninguna manera aseguró-Erick sonrió.
-Claro que si Lucero, Te desea, el papacito de telenovela, te desea-aseguro Erick.
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Hola lamento no haberles subido capitulo hace ya varios dias, pero estado muy estresada por muchas cosas ente ellas la escuela pero esa es otra historia diria Lucero, les prometo que actulizare más seguido, preferiblemente cuando pueda y tenga timpo.
Más tarde o mañana vuelvo ha subir otro capitulo.Psd:Disculpen si hay faltas de ortografía y recuerden está historia originalmente no es mia es una ADAPTACION.
Att:olivia fernanda
bye los quiero <3