Capítulo 04

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Había pasado una semana desde la reunión de la familia Min. A partir de ese día, Jimin no había salido de su habitación, y las únicas veces que lo había hecho era para alimentarse, pero eran muy pocas. Por otro lado, su amigo Taehyung estaba muy preocupado por él, pues no tenía idea de cuánto podía durar el ciclo de celo en un omega.

—Jimin ¿Vivirás encerrado para siempre? —Preguntó sin obtener respuesta.

El beta se dirigió hacia la ventana del departamento que daba a la calle y observó durante unos minutos, esperando que Jimin saliera de su habitación, pero eso no sucedió.

—¡Wow! Mira ese auto, parece ser de gente adinerada —Exclamó Taehyung —Y ese alfa tan apuesto, parece que está buscando a alguien.

No paso mucho tiempo y ya el pequeño omega yacía junto a él, observando por la ventana con gran interés, provocando un pequeño saltito de sorpresa por parte de Taehyung. El beta no esperaba que su mentira funcionara, a lo que se echó a reír burlándose del menor.

—¡Taehyung! —Llamó molesto —¿Por qué me haces esto? ¡Tonto! —Hizo un pequeño puchero, lanzando un golpe al contrario.

—¡Jimin-ah! —Respondió quejándose del golpe —Entiende que necesitaba saber si estabas con vida ¡Maldita sea!

El omega agachó la cabeza avergonzado por la acusación. Después de todo tenía razón, no se dejó ver por más de una semana y tampoco fue a trabajar durante ese tiempo. Así que, Jimin cayó en cuenta de que no había cumplido con sus deberes del hogar y eso le preocupo más que cualquier alfa adinerado o el molesto celo de omega.

—¿Cómo es que aún tenemos comida? —Preguntó preocupado —Y-Yo no he trabajado durante todo este tiempo.

—No te preocupes por eso Jimin —Respondió intentando calmar al menor —Yo conseguí un nuevo trabajo.

—Pero no es suficiente ¡No es justo! —se frustró

—Relájate omega —Pronunció tranquilo —Mientras tú estabas en tu semana de celo aferrándote a ese tonto abrigo. El señor generoso nos envió dinero para las cuentas.

El menor se quedó boquiabierto, le había indignado el comentario de su amigo, pero al mismo tiempo se sentía agradecido con el señor generoso, el cual siempre estaba presente en los momentos más difíciles de su vida.

—Espero poder conocerlo algún día —Expresó el omega —Quiero agradecerle todo lo que hace por nosotros.

—Tienes razón Jimin, si no fuera por él estaríamos perdidos —Afirmó Taehyung al mismo tiempo que caminaba hacia la cocina y servía dos platos de fréjoles con pasta. "Una extraña combinación" —Dime Jimin ¿Tienes hambre? —Finalizó con una gran sonrisa en el rostro. Había extrañado mucho a su amigo.

Los dos se sentaron alrededor de la mesa y empezaron a comer. Mientras disfrutaban del almuerzo, Jimin no podía evitar pensar en el hombre que lo trajo a casa aquella vez. Había pasado todo su ciclo de celo pensando en él y olfateando la débil fragancia del alfa que permanecía en el abrigo. Pues de cierta forma el aroma le transmitía protección, sin mencionar que amaba esa deliciosa fragancia a "Tierra mojada".

Después de terminar su comida, el menor se levantó rápidamente y corrió a su habitación, dejando a Taehyung desconcertado.

—¡Ay no! ¡No otra vez Park Jimin! —Refutó molesto sin obtener respuesta.

Sin embargo, el pequeño omega no tenía intenciones de encerrarse de nuevo, más bien ingresó en la habitación para buscar el abrigo y salir con el directo a la puerta principal.

—¿A dónde vas con eso? —Cuestionó el beta.

—Lo iré a devolver

—¿No deberías lavarlo primero? Es de muy mala educación devolver algo sucio. Además, se ve bastante costoso.

MI JOVEN OMEGA [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora