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Hunter pasó por muchas cosas en su vida y no fue hasta tiempo después qué descubrió no eran normales.
No era normal la forma en la que Belos lo trataba o ese estilo de vida tan poco saludable qué llevaba, mucho menos esos...
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El aire era fuerte, logre sujetar una pluma qué la corriente se llevaba, cuando voltee a ver de donde venía me preocupo ver a Eda tomando su elixir para mantener a la maldición dormida.
Me acerqué a ella y me apoyé sobre el contorno la nave,. ༄ Hey, conozco esa cara.
༄ Tengo todo bajo control Rainestrom
༄ ¿Tienes celos de que sea mejor líder de aquelarre qué tú?
༄ Trataré de no impresionar mucho a nadie.
⸙ ¿En serio estás dispuesta a ponerte un sello?
⸙ Incluso si tu maldición sana, no podrás volver a practicar magia salvaje.
La sonrisa de Eda se apagó, pero igual de rápido volvió una más calmada. ༄ Mi maldición no irá a ninguna parte.
༄ Presiento qué siempre será una carga sobre mis plumas
༄ Pero si puedo hacer esto para ayudar. ¿Por qué diría qué no?
✗ ¡Ya casi llegamos! -
Steve se acercó a nosotros.
✗ Aquí está tu piedra de camuflaje Eda. La mujer recibió la pequeña gema de azul y probo como era tener mi apariencia unos segundos.
Es adorablemente aterrador.
- Ya es hora. ¿Estás lista? -
Uno de los guerreros qué teníamos en nuestro equipo se acercó con un guante sellador.
Las risas y la calma se apagaron de golpe.
༄ Oh. ¿No es genial compartir una última aventura juntos?
Trate de no hacer una mueca de frustración al ver que el guante comenzaba a brillar en rojo intenso sobre la muñeca de Eda.
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Mire lleno de frustración nuestros alrededores sintiéndome impotente al haber quedado atrapado en una de las burbujas de magia abominable. Mis manos junto a la de mis amigos también eran aprisionadas por ese slime morado y Odalia nos veía del otro lado con esa expresión de desaprobación tan típica de ella.
