Hay que ser valientes

Un año después

JUNIO 1989

Había pasado un año de lo ocurrido con Georgie y la alcantarilla.

Bill aún creía que Georgie estaba vivo, que simplemente fue una equivocación, una simple pesadilla.

Por otro lado, los chicos estaban en su último día de escuela y ya había sonado la campana para salir.

Y ahí iban los cuatro chicos, por el pasillo de la escuela.

—Así que la iglesia está llena de judíos y Stan tiene que hacer el súper examen judío —dijo Eddie.

—Pero ¿como funciona? —preguntó Bill.

—Le cortan la punta del pito —Dijo Eddie.

—Pero ¡no le quedará nada a Stan! —dijo Richie.

—Es cierto.

—¡Esperen chicos! —dijo la voz de Stan desde atrás de los chicos.

—Uh. Oye Stan, ¿que pasa en el bar mitzvá? Cuéntanos —dijo Jenny.

—Ed, dice que te cortan la punta del p-p-pito.

—Si, el rabino te bajará el pantalón. Mirara a la gente y dirá: ¿donde está la carne? —dijo Richie entre risas.

—En el bar Mitzvá, leo algo de la Torá, digo algunas palabras y luego me vuelvo un hombre —explicó Stan a los chicos.

—Hay formas más divertidas de ser un hombre —dijo Richie mirando a las chicas del corredor.

—Querrás decir "maneras más pervertidas de se hombre".

Se dirigieron a la escalera para bajar y camino a ella se encontraron con Henry y sus amigos.

Richie los miro nervioso y luego se dirigió hacia sus amigos.

—¿Creen que firmarán mi anuario? "Querido Richie, perdón por poner esa cosa asquerosa en tu mochila el mes pasado". Es una atrocidad.

Salieron de la escuela u se dirigieron a los basureros. Y en ellos, arrojaron todo lo que había dentro de sus mochilas.

—La mejor sensación del mundo —dijo Stan, colocándose la mochila de vuelta.

—Si, como masturbarse la primera vez.

—¿Que quieren hacer mañana? —preguntó Eddie.

—Yo empiezo a entrenar —respondió Richie.

—¿Entrenar en que?

—Street Fighter.

—¿Así quieres pasar el verano, con un video-juego?

—Es mejor que estar con tu madre. Ohh —dijo, levantando la mano para chocar los cinco con Stan.

—¿Y si vamos a la cantera? —dijo Stan bajando la mano de Richie del aire.

—Tenemos los b-b-baldíos.

—Si, claro.

—La madre de Betty Ripson —dijo Eddie de
Repente.

—¿En serio espera verla salir de la escuela? —se preguntó Jenny.

—No lo se. Como si Betty se hubiese escondido en la escuela estas últimas semanas —dijo Eddie mirando preocupado a la madre de Betty.

—¿Crees que la encuentren? —preguntó Stan.

—Claro. En una zanja descompuesta, con gusanos olfateando la ropa interior de la mamá de Eddie.