Hay que ser valientes

Una noche con Bill

Cuando los chicos llegaron a la casa de Bill, la señora Denbrough abrió la puerta y se sorprendió al ver a Jenny.

—Oh, Hola, Jenny. ¿Qué haces aquí?

—Hola, Sra.D. Vengo porque...

—Tenemos que hablar sobre algo, y Jenny no puede ir a casa ahora.

—Bien, pues. Entren.

Los chicos entraron, y se fueron de inmediato a la habitación de Bill. Al entrar en la habitación, Bill se recostó en su cama, mirando el techo y con las manos en la nuca. Y Jenny, se sentó en la silla del escritorio de Bill, mientras miraba hacia la ventana. 

Había un silencio incómodo, ambos querían acabar con el pero no sabían como. Hasta que Bill hablo.

—¿Lo que dijo Richie, es verdad?

—¿Qué cosa? —preguntó Jenny, volteando a ver a Bill.

—Qué tú, hacías esto solo por que te gusto. ¿Es cierto?

—Yo estoy haciendo esto por Derry. No quiero que más...

—Me r-r-refería a, si es cierto que te gusto.

Jenny, antes de hablar. Dio un gran suspiro nervioso. Miro a Bill y tocándose la nuca dijo:

—Si, Bill. Me gustas.

Hubo un silencio muy incomodo para ambos.

Jenny estaba nerviosa, no sabía lo que diría Bill, quién es su mejor amigo. No quería que todo terminase en una amistad incómoda. Pero lo que Bill le dijo, la alivió.

—Tu, t-también me gustas, Jenny —dijo el chico terminando con el silencio incomodo.

Ambos se miraron fijamente. Se empezaron a acercar poco a poco hasta que sus respiraciones chocaban y sus labios se rozaban.

Se hubieran besado en ese mismo momento, si no hubiese sido por la Sra.Denbrough, quien interrumpió a los chicos llamándolos desde el piso de abajo para cenar.

Ambos se separaron de inmediato y bajaron, con los padres de Bill. 

Ya estaban todos sentados en la mesa cenando.

Y los padres de Bill, no pudieron evitar hacerle preguntas a Jenny.

—¿Por que no viniste con tu hermano? ¿Pasó algo? —preguntó el Sr.Denbrough.

—Uh, no es nada. Solo tuvimos una pelea hoy a la tarde. Antes de llegar aquí.

—No está mal si se q-q-queda a dormir, ¿verdad? —preguntó Bill a sus padres.

—Será solo por esta noche, Sr. y Sra.D.

—No te preocupes, Jenny. Puedes quedarte el tiempo que quieras —dijo la Sra.Denbrough—. Nuestra casa, es como tu casa.

—¿Eso es un "si"? —preguntó la chica a Bill.

—Si, es un "si".

—Bien, gracias por dejarme quedarme.

—Oh, no es por nada querida.

—Si, sabes que puedes venir cuando gustes.

—Bien, ya t-t-terminamos de comer, ¿po-podemos subir?

—Si, pueden subir —dijo con voz seca el Sr.Denbrough hacia Bill.

Los chicos subieron a la habitación de nuevo y mientras Bill se sentaba en el escritorio,Jenny se recostaba en la cama mirando el techo.

—¿Donde dormiré? —se preguntó Jenny.

—Dormirás aquí, yo dormiré en la habitación de G-G-Georgie.