« Alessia, te extraño cada día que pasa »
* ੈ✩‧₊˚
Cuando el Axel cruzó el umbral de la puerta, decidí salir con él.
—Estuve así de darle un beso—Mostró su dedo índice y pulgar los cuales estaban a poco de rozarse. Suspiré—, si no fuera porque vo' nos interrumpiste, culiao.
Me recargué en el pomo de la puerta—¿La dura? chucha, sorry —Mentí descaradamente.
No me arrepentía en lo absoluto.
Entrecerró sus ojos en mi dirección—Ojo tú—Me apuntó.
—¿De qué hablai?—Pregunté vagamente.
—Erís mi amigo, Aiden. Así que espero que no andís mirando a la Alessia con otras intenciones, porque a mí me gustó primero.
—¿Y?—Lo desafié con una sonrisa carente de humor—, te recuerdo que la relación de ustedes terminó hace años—Hice una mueca irónico—, y el que terminó con ella fuiste tú, ¿o me equivoco?—Ladee la cabeza divirtiéndome de sus ojos en llamas.
—Es mi ex—Insistió—, son códigos.
Rodé los ojos.
—No seai latero, Axel. Aparte la Alessia no es ningún objeto, parecís hueón advirtiéndome que no me meta con ella, cuando ella es libre de hacer lo que quiera, la vida es suya, no tenís derecho a privarla de nada.
—¿Te gusta entonces?—Dudó incrédulo.
Levanté ambas palmas de mi mano.
—Déjelo a su imaginación, rey—Esbocé una sonrisa y luego palmee su hombro. Apretó su mandíbula más picado que la mierda—. Nos vemos mañana en la disquería. Cuídese—Me despedí sin recibir respuesta de su parte.
Cuando la puerta se cerró solté un resoplido. ¿la alessia querría besarlo a él también?
Aquella idea hizo que mi sangre hirviera, quedándome perplejo por un instante. ¿por qué me afectaba tanto? Si la Alessia tenía derecho a hacer con su vida amorosa lo que quisiera, y yo no tenía por qué chucha meterme, ni tampoco molestarme, aquello no tenía por qué robarme la calma, si nosotros...
¿Por qué estaba dándole tantas vueltas?
Cresta.
Me pasé una mano por la mandíbula y luego volví a la cocina americana.
—Huele muy bien—Llegó la Alessia un rato después, tenía el cabello con algunas ondas desordenadas—, estoy segura de que sabrá muy rico—Soltó una sonrisita.
—Demás.
Enarcó sus cejas.
—Perdón por hacer pasar al Axel, sé que tu no querías, pero...
—No tenís que pedirme disculpas, Alessia. Está bien, supongo que tenían volás que aclarar—Dije sin más, tomando un paño de cocina para luego apagar el horno. ¿por qué actuaba como un pendejo culiao?
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Pasarela de amor
Teen FictionEl Aiden se desvive por su maquina de coser, conservando el anhelo de algún día ser un reconocido diseñador de modas, mientras que la Alessia ya no cree en los sueños.