Iniciación.

11 1 5
                                    


[BGM: The Terminator (1984) — Terminator Arrival]

Ness Halken, el chico de la gorra roja y la mochila amarilla, podía lucir indefenso, carilindo y hasta adorable a cierto punto. Su rostro regordete de niño de 12 años, sus sutiles cejas, sus grandes y redondos ojos marrones junto a su pequeña y redondeada nariz le daban la apariencia estereotípica de un niño tierno y dulce, pero esa fachada se caía tan pronto como lo observabas, ya que de inmediato uno puede notar que allí dentro en realidad hay un monstruo de poder inconmensurable. Su "maestro", Ninten Dones, más que aquel que lo guía es alguien que contiene su mal genio, el cual no expresa a gritos ni a pataletas como cualquier niño, sino como lo haría una auténtica máquina de matar: exterminar.

Comparativamente, su nivel es tan alto que todos los demás, con pequeñas excepciones, no son más que hormigas, y quienes no lo son llegan nomás a ser ratones. Él era un gato del que todos huían y que solo los más poderosos, combinando fuerzas, podrían igualar. Aquello último no era un gran problema dado que, en una academia de Causas Perdidas, las ocasiones en donde los poderosos se unen son extremadamente raras, por no decir imposibles.

Para él, el monstruo, del jefe final de la academia, aquel llamado El Oscuro, todo lo que sucedía a su alrededor no eran más que minucias que poco le importaban. Por ello, cuando fue el primero en detectar la presencia de Boney cuando este se encontraba a diez metros a la redonda, lo único que hizo fue voltear, verlo con aquellos grandes ojos vacíos de emoción y regresar a su plato de filete con ensalada como si nada ocurriese.

Siendo alguien sumamente perceptivo, el "Chucho" pudo sentir esa mirada como si fuera una especie de gélida brisa que erizó todos los pelos de su cuerpo. Visto así, el novato detuvo su avance de golpe y comenzó a pensar.

—¿A qué mierda me mandaron a hacer estas pibas? —Susurró para sí mismo con frustración.

Boney perdió su entusiasmo tan pronto como lo ganó. Reaccionó a la situación tomándose del pecho totalmente acongojado, pero a la vez aliviado de que aquella bestia no sea su objetivo, sino aquel otro flaco adolescente de la gorra roja de revés blanco que tenía una pañoleta color crema atada en el cuello. Se escondió detrás de una columna a respirar del sobresalto que tuvo, mientras intentaba tomar coraje para cumplir con la prenda sin mayores inconvenientes.

Desvanecer música.

Por otra parte, en la mesa de Las Rosas, la conmoción por la prueba impuesta por Mimmie hacia el novato comenzó a pegar poco a poco. El ánimo de Nana y Alle se estaba apagando rápido, y la incomodidad de Kumatora al respecto de la decisión de sus compañeras se estaba transformando en una molestia.

—Yo no puedo creer —dijo la líder— que ustedes hagan pasar a ese pobre niño de cero a dos millones en menos de un segundo. No sé si El Oscuro reaccionará. Él es un monstruo impredecible, con tu perdón Tracy, ya que hablamos de tu hermano —Ante lo dicho, Tracy se sonrió y soltó una ligera carcajada, pero dejando a Kumatora continuar—. Tendría que suceder una catástrofe como para que a él le importe tomar acciones en contra del novato, pero a la vez también cabe la posibilidad que le caiga mal alguna actitud, movimiento o lo que sea y termine haciéndolo boleta.

—Sí, mi hermano esta manso... por ahora —musitó Tracy intentando calmar las caras largas de Nana y Alle—. Pero el "Shadow" sin ninguna duda lo va a pisotear de un modo en que no se lo imagina —Agregó, con un notable tono de preocupación. Luego, golpeó la mesa y se dirigió iracunda hacia las gemelas—: ¡Son unas pendejas de mierda ustedes! ¿Enviarlo a robar el teléfono de su hermano? ¡¿Qué quieren ganar con eso?!

~ Academia Earthbound: para causas perdidas (Reboot) ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora