Capítulo 3

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Benji se despidió de Lucas y se marchó, su corazón lleno de alegría al ver la felicidad reflejada en el rostro de su amigo

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Benji se despidió de Lucas y se marchó, su corazón lleno de alegría al ver la felicidad reflejada en el rostro de su amigo. Había escapado de clase por un momento, aprovechando como excusa ir al baño, ya que no compartía el mismo horario de recreo que Lucas y Emiliano al estar en un curso superior.

Desde la primera vez que Emiliano le presentó a Lucas, algo en él llamó la atención de Benji. Podrían ser sus rasgos faciales, sus ojos, su cabello o su figura esbelta y delicada, como si fuera una obra de arte tallada por los propios ángeles. Lo que estaba seguro era que Lucas poseía un encanto tanto interior como exterior, y emanaba una gran paz y serenidad que cautivaba a cualquiera que lo conociera.

Desde el primer encuentro, algo se agitó en el interior de Benji. Las mariposas revolotearon en su vientre, y supo instantáneamente que lo que sentía era amor a primera vista.

Emiliano, al enterarse de las intenciones de Benji, le advirtió que procediera con cuidado y que respetara la bondad de Lucas. El joven rubio estaba dispuesto a protegerlo y asegurarse de que nadie intentara herirlo. Lucas no estaba solo; tenía a Emiliano para defenderlo de cualquier adversidad.

Emiliano regresó hacia donde se encontraba Lucas, encontrándolo radiante de contento. Se acercó a él y le preguntó si se había perdido de algo importante.

Lucas simplemente sonrió y no respondió de inmediato.

—Hace un momento vino Benji, pero ya se fue —dijo finalmente. Emiliano sintió un leve peso en el corazón al escuchar esto.

—¿Ah sí? ¿Y qué quería? —preguntó, tratando de disimular su curiosidad.

—Nada en particular, solo vino a felicitarme por mi cumpleaños —respondió Lucas, con una sonrisa luminosa en su rostro—. ¿Tú le dijiste cuándo era mi cumpleaños?

Emiliano guardó silencio por un momento, sintiéndose culpable. —Él me preguntó —admitió, en un susurro apenas audible.

Lucas lo miró con curiosidad y expectación en sus ojos, esperando alguna explicación.

Aunque Lucas negara cualquier sentimiento diferente hacia su otro amigo debido a sus ideales, era evidente para todos que había algo más en su relación. Emiliano se daba cuenta de esto al observar cómo Lucas se comportaba cuando estaban juntos. Estaba decidido a ayudarle a ver el mundo desde una perspectiva distinta y a enfrentar la realidad de una manera diferente.

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El Silencio de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora