Insufferable

capitulo 5

Cuando abrí la puerta me esperaba cualquier cosa, por ejemplo: a Andrea por las llaves que seguramente olvido por que acaba de salir como una loca.

Oh demonios, maldita sea. Hija de puta más astuta.

— ¿tú, que haces aquí?— pregunte petrificada.

— Su amiga, la loca, me dijo que viniera.— si, mis sospechas eran ciertas, Maldita perra.

— ¿para que?— pregunte a la defensiva.

— Para que me de MIS fotos.— dijo tranquilo

—Oh,claro. Ya se las traigo.— dije más aliviada.

— ¿puedo pasar? Siento que en cualquier momento me intentarán robar la billetera— dijo Desconfiado.

— Claro— dije rodando los ojos—, podía esperar a mañana, así no se sentiría así.

— pero yo quería venir ahora y si yo quería venir ahora,lo haría.— mencionó engreído.

— claro—susurre.

Fui a mi pequeña habitación donde se encontraban colgadas en un hilillo en la pared.

No se ni por qué las tenía ahí.

— aqui están sus fotos— dije poniéndoselas en la mesa.— puedes irte.

— ¿Tiene agua?

— No.

— ¿No?

Me dirigí a la cocina y hable

— en que mente tan idiota se le ocurre preguntar eso.— dije abriendo el refrigerador— claro, renormal que personas no tengan agua en casa— dije tirandole una botella que atrapó con facilidad.

— Esta muy a la defensiva usted hoy ¿no?

— No.

Si.

Estaba con mi período ¿okay?

Y demonios que dolía como la mierda los cólicos.

Para que dije eso.

Un fuerte pinchazo me atravesó el estómago arrancandome un gemido de dolor.

— ¿estas bien?— pregunto Nick.

¿Por que preguntaban eso? Era obvio que no lo estaba.

Al segundo pude sentir arcadas queriendo salir.

Corrí hacia el baño.

Tener el período es una mierda.

Sentí pasos acercándose detrás de mí.

— ¿Estas bien?— volvió a preguntar Nick.— ¿puedo dentrar?

—Adelante—dije— menstruación.— dije simple.

Él pareció comprenderlo todo

— según mi abuela y mi madre  tener eso es una mierda.

— es una mierda.— afirmé— creo que es casi igual que un dolor de parto. Aunque, claro, no se comparan.

— yo he escuchado mujeres gritar teniendo bebés.

— ¿Si? Yo he visto chicas llorando por los cólicos.

— ¿tu no lloras?— preguntó

— Cariño, vengo de una familia que si tu padre miraba que derramabas una sola lagrima te daba una paliza que no olvidarias nunca. Así que, no.— se me salió solo.

Él se quedó callado por un largo rato.

— ¿Tu padre te maltrataba?

—¿Usted no tenía que irse Ya? porque le aseguro que puedo llamar a unos amigos que están muy cerquita del barrio y ese cochecito suyo no saldrá vivo de esa.—dije para librarme.