Estuve a punto de bajar ara ver quien era, pero los gemidos que venían del cuarto de Daniela me hicieron saber exactamente lo que estaba pasando. Era su novio, Danw. Me caía bien, aunque aveces me robaba a mi mejor amiga por horas aveces hasta días.
Me puse un poleron grande que me llegaba a los muslos y un chort corto para acompañarlo, baje a la cocina sin hacer el mínimo ruido posible para no arruinarles el momento.
Al abrir la nevera casi se me cae la baba al ver todo lo que Daniela abia comprado.
—Nutella
—Fresas
—Helado de chocolate
—Helado de fresa
—Pan de chocolate
—¡Mis chocolates favoritos!Dios, si seguramente no tuviera la polla de su novio en la boca la besaria sin pensarlo.
Agarre el vote de Helado y me senté en el pequeño sofá que se encontraba en la sala. Prendí el televisor y busque una película que me llamara la atención.
Las horas pasaron y yo casi llevaba tres votes de helado terminados. Es que simplemente la película era perfecta.
Le baje el volumen al televisor y obviamente los gemidos seguían, le volví a subir el volumen ya que si seguía escuchando me traumarian más de lo que ya lo abian hecho.
El azúcar en mi sangre fue perdiendo potencial ya que mis párpados empezaron a pesar.
Las imágenes se empezaron a proyectar como un video.
Mi papá golpeando a mamá, y finalmente mi mamá golpeandome a mi. Sus palabras siempre me herian, eran como si echarás sal y limón en una herida reciente.
— Nunca deviste de haber nacido, escoria. Te odio, tu padre no era así. Tú me arruinaste mi felicidad. Odio verte feliz, ¡lo odio! Nunca más volverás a jugar con tus amigas.— dijo cerrando la puerta con seguro
—Pero, mamá. — lo que sentí no fue un abrazo de esos que reconfortan, de esos cariñosos que solo las madres saben dar. Lo que yo sentí fue su mano impactando contra mi mejilla.
— No me llames mamá pedazo de basura, yo no soy tu madre. Debí haberte abortado, pedazo de mierda.
Solo era una niña, una niña de once años que quería un poco de atención de su madre.
Un cosquilleo en mi mejilla me hizo sentarme de sopetón, y por instinto lanzar un puñetazo.
Un quejido de dolor me hizo voltear a ver a mi derecha viendo a Nick sosteniéndose la nariz. Dios... le estába sangrando.
— Que tienes buena mano, eh. — dijo con una mueca.
— Joder, que me haz asustado. Pensé que eras otra persona... a ti quien te ha dado derecho de despertarme.— el solo rodó los ojos.
— tal vez por que vi que estabas teniendo una pesadilla, tal vez por eso. No por gusto, que quede claro.
—En segundo lugar; quien coño de ha dado permiso de siquiera entrar en esta casa.
— No se, tal vez tu amiga que se fue para un motel para no molestarte tanto.
— Que se ha ido ya cuando ha echo de todo aquí, genial. Además, tú sarcasmo no da ni puta gracia.
— ¿En serio? Pues fíjate que así soy.
En mi mente hice una pequeña imitación de lo ridículo que se veía.
—¿In sirii? piis fijiti qui isi siy
— he oído eso ¿vale?. — pues a mi me chuoa un huevo si lo escucho o no, eso iba a responder pero al final de todo era mi jefe ¿no? Y yo nesecitaba un empleo.
Aunque todavía no entendía porque si abia tantos fotógrafos profesionales hubiese querido una fotografa cualquiera.
— veremos que es lo que estas viendo— murmuro. Yo no le preste atención ya que probablemente la pelicula ya terminó. Pero cuando le subió el volumen me puse de todos colores— ¿es en serio "las cincuentas sombras de grey"? si es que tienes fantasías sexuales yo te los puedo cumplir, muñeca
— Ni muerta dejo que me toques un puto pelo— el sonrió, esa sonrisa me puso mal, era una sonrisa arrogante y burlona. Idiota — me voy, no soporto estar en una habitación con un idiota.
— ¿Ah si, y a donde vas?— dijo con un chasquido de lengua
— pues a mi habitación— le di una de mis mejores sonrisas falsas y me di la vuelta.
— veo que te ha encantado el helado que te he traído— dijo en un tono que no pude descifrar.
— gillipollas. — dije subiendo las escaleras. Lo único que escuche fue su risa ronca.
Al entrar nesecitaba de inmediato relajarme, tal vez una ducha no me haría mal. Cerré el baño con llave y me empecé a desvestir.
A los diez minutos escuché unos toques en la puerta.
— ¿Que?— dije apagando la regadera.
No le escuche muy bien asi que le volví a preguntar. En serio nesecitaba una limpieza de oídos. No quise volver a preguntar por qué probablemente se hartaria.
¿Que tal si esta preguntando que si ya se puede ir? Así que mi respuesta fue un claro "si"
Al salir del baño lo que vi me desilusionó, estaba acostado en mi cama con el móvil en la mano, tenía una sonrisa tonta en los labios.
—¿Que haces aquí?
—Ah te estoy esperando — fue su respuesta — aqui esta la ropa —me la tiro sin siquiera prestarme atención, solo que ya no era una sonrisa en sus labios si no que ahora se lo estaba mordiendo.
Yo rodé los ojos.
Genial, pronto se iría a follar con alguien seguramente.
Me adentre al baño para cambiarme pero cuando salí fue un alivio, ya se abia ido. Solo dejo una nota.
"Me voy por el bien de mi salud, te ahorraré la molestia asi que aquí esta mi dirección. te espero
Con amor Nick<3
Posdata: por favor no me mates"
Por el bien de la salud del pene de él, que seguramente ya se encuentra enterrado en cualquier orificio.
Un escalofrio me recorrió el cuerpo, asco.
Aunque lo demás de la nota no lo entendía...
Una notificación interrumpio mis pensamientos.
Nick abia comenzado a seguirme y... oh no. Pedazo de Hijo de puta, gillipollas idiota.
N/A
CHAN CHAN CHAN...
Y ESO DAMAS Y CABALLEROS ES... *DOBLE DE TAMBORES* COMO QUEDARTE SIN HIJOS A LO NICK SCOTT :)
Posdata: no sigan los consejos del galan ;)
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Insufferable
Teen FictionContiene escenas +18 sinopsis: Kate siempre había querido tener un trabajo real como fotógrafa, y esa oportunidad llega gracias a su amiga Daniela. ¿lo peor? Era que ESE trabajo era ser la fotógrafa del gran nick scott, el egocéntrico modelo de rev...