Capítulo 13

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—¡Ey! ¿A dónde vas?– Pregunto Gojo a paso prisa.

—¿A dónde crees tu? – Dijo Toji sin voltear a ver Gojo.

—Pues no lo sé, por qué crees que pregunto.

— Iré por una perra que se monte, estoy cansado.–

—¿Que acabas de decir? – Paro Gojo en seco.

—¡Iré por una maldita perra que se monte encima de mi! No tengo por qué seguir aquí ¡Carajo! – Grito, antes de que se le formara ese nudo en la garganta.

—¿Te irás así como si nada? Después de decir tantas mierdas, que te casarías con ella, que la amabas, ¡Eres un hijo de perra! – Gojo se apretó la camisa en la parte de su pecho, pues este dolía del coraje.

— JAJAJA, ¡¿No me digas?! ¡Te creíste esas mierdas! No me jodas, tu más que nadie debiste saberlo desde el principio.

—Eres un marica, ¿Por qué huyes?–

—No estoy huyendo, solamente no tengo ningún motivo para seguir aquí.

—¿Y ella no es un motivo?

—No, ella está muerta...

—¡No lo está!

—¡Abre los putos ojos Gojo! ¡Ella no despertara! Se fue, solo esa puta máquina de mierda es lo que la mantiene respirando.

—¡Ella aún está ahí, yo lo sé! Solo que está cansada.

—No, no está ahí, se fue, y no volverá, no pienso desperdiciar mi tiempo esperando a que una muerta reviva.

—¿Y a Delia si la esperaras?

—¡No te permito que hables así de mi esposa! –Toji tomo de la camisa a Gojo, alzandola un poco.

—¿Tu esposa? ¡¿En donde quedó la puta mentira que le contaste a ____?! ¿Crees que no me di cuenta?

—...–

—No tuviste las agallas para decírselo ¿Cierto?

—...–

—Como lo suponía...

—...– Toji soltó a Gojo.

— Dime algo Toji.

—...–

—¿En serio la amaste?

—Si, pero no lo suficiente.– Toji se iba distanciando de Gojo lentamente.

—¡Se suponía que era en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza y tú solo la quisiste en la riqueza, bastardo! – Soltó Gojo antes de dar media vuelta y regresar al hospital.

—No creo ni en mi mismo y esperas que crea en esas mierdas de la iglesia.

Gojo regreso, Nanami le dio una mirada sin decir nada, a lo que Gojo solamente hizo un gesto de negación, Nanami no necesitaba saber más.

El primer mes fue duro y horrible, y más para los menores, estaban acostumbrados a tu presencia, se suponía que tú eras su todo. La soledad cada vez invadía más a Megumi, pues su padre desapareció, la última vez que lo vio este hizo una maleta, tomo dinero que tenía en una cajón y se marchó dando un portazo.

Sukuna tenía sus ánimos por los suelos, no quería asistir a las clases y cuando lo hacía se la pasaba discutiendo o peleándose a golpes.

Itadori era un corazón sensible, quien no tenía problema con expresar lo que sentía, pues este lloraba cada vez que te veía recostada en esa cama sin abrir los ojos.

Enamorando A Mamá / Toji Fushiguro X Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora