CAPÍTULO 7

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Capítulo 7: Jugando con fuego

Soñé toda la maldita noche con aquellos ojos

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Soñé toda la maldita noche con aquellos ojos. Simplemente no podía dejar de verlos.

No podía creer que Pontianak me hubiese dejado de esa forma, me sentía furiosa.

Decidí que iría a trabajar de todas maneras. Mi momento sentimental ya había pasado y debía comportarme como una adulta.

Tomé el uniforme limpio y tomé mi bicicleta. Lista para un nuevo día.

Había pensado mucho en lo que Pontianak me había pedido. Investigar un asesinato inusual podría ser divertido.

No quería averiguar si en verdad hablaría con mi papá y contaría lo que había pasado entre nosotros, prefería no arriesgarme y arriesgar con eso el futuro de mi hermanito o hermanita.

Divisé el hotel y a varios periodistas. La noticia del asesinato había corrido rápido en la ciudad, más bien sabiendo que había sido un vampyr la víctima. Solía ser al revés.

Traté de pasar lo más desapercibida posible, pero para mí desgracia, no es muy fácil ocultar el cabello rojo.

─¡Señorita! ¡Señorita! ─oí tras de mí.

Mierda.

Fingí no escuchar pero siguieron hablándome, y en menos de lo que canta un gallo, había una fila de reporteros tras de mí.

Me detuve y bajé de la bicicleta demasiado incómoda. Esbocé una sonrisa de lo más fingida y decidí enfrentarlos.

─Señorita, ¿usted estaba en el lugar de los hechos?

─¿Vió al asesino?

—¿Logró ver el cadáver?

Las preguntas me golpearon, y me sentí muy pequeña.

No quería responder, además, sabía que no debía hacerlo. Hablar con la prensa iba a ser un grave error, y no quería después tener que salir de un lío mayor.

─¿Hace cuánto trabaja aquí?

─¿Es usted testigo de lo que pasó?

Mierda, me sentía congelada.

─¡Ya basta! ─un cuerpo se puso delante de mí.

Era Pontianak, con su uniforme ya puesto, el cabello aún húmedo y su mirada sería.

─Si no se van de aquí ahora mismo, llamaré a la policía ─les dijo─. Y no estoy jugando.

Sin decir nada más se dió la vuelta, tomó mi bicicleta acomodándola a un lado con una mano, y con la otra me agarró del antebrazo para sacarme de allí.

Por un momento olvidé lo molesta que me sentía con el vampyr y me dejé llevar.

Entramos al hotel casi corriendo, y dentro era todo un maldito caos.

Cuidado con lo que deseas [EN FÍSICO EN FEBRERO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora