Room Love {TaeKook}

Room 2

El domingo había llegado, era temprano por lo que el silencio en el departamento era casi palpable, el cantar de los pájaros siendo el único sonido que podía oírse del exterior, Jungkook había despertado primero, más no se atrevía a salir de la cama y mucho menos de su habitación, se sentía sobrepasado, recordando los hechos de la tarde anterior, tenía una mezcla de emoción y vergüenza, la duda también incrementando su incertidumbre, porque no sabía sí Taehyung había hecho aquello en sus cinco sentidos o estaba medio ebrio, no sabía sí debía ilusionarse porque su intento de seducción había funcionado, se sentía demasiado sobrellevado por las dudas y el temor, entonces recordó algo que lo hizo sentarse de golpe en la cama, notando de paso que estaba vestido, el único que había tenido su liberación había sido él, se sintió repentinamente mal por haberse quedado dormido y nisiquiera haberle dado algo a cambio a su mejor amigo, se estaba ahogando en un vaso de agua y podía sentir su corazón palpitar ante la ansiedad.

Por su parte Taehyung no estaba muy distinto, con un brazo bajo su cabeza y su vista fijada en el techo la misma pregunta se repetía una y otra vez ¿Estaba ébrio o sobrio? No sabía si Jungkook había estado tan receptivo y dispuesto gracias al alcohol o porque de verdad así lo quiso, tragó con dificultad ante la sosobra de no saber que hacer ahora, ambos habían cruzado una línea en su amistad que nunca antes se había siquiera hablado, genuinamente no sabía sí seguir con eso, o hacer como si nada hubiera pasado y culpar de todo al soju, las mismas dudas rondando una y otra vez no dejándolo casi dormir en la noche, después de su liberación luego de volver a su habitación, la culpa cayó sobre él, pues sí su amigo estaba ebrio, él sentía que se había aprovechado y eso fue suficiente para espantar su sueño, ya en el transcurso de la madrugada vinieron las otras dudas a carcomer su cerebro, entonces ¿Que debía hacer? Suspiró con pesadez, frotando su rostro con sus manos, dejando salir un grito de frustración ahogado en ellas, decidió que lo mejor para ambos y para su relación de amistad de años, sería seguir como si nada y culpar al alcohol, entonces con eso en mente, pensó que también sería buena idea salir ese día y evitar lo más posible a Jungkook, hasta que se calmaran las cosas, por lo que sin más tomó su celular enviando un mensaje a uno de sus amigos, mismo que fue respondido casi al instante.

Alrededor de las nueve de la mañana ya estaba listo, tomó sus llaves, billetera y celular, soltando un último suspiro salió de la habitación, pero para su mala o buena suerte Jungkook estaba allí, frente a él, también saliendo de su habitación, la imagen era en extremo bonita, lucía aún su cara algo hinchada por recién levantarse, el cabello revuelto y la camiseta grande cubría su cuerpo, el inmenso deseo de mimarlo y comérselo a besos lo invadió, más solo negó y sonrió a modo de saludo.

-Oh ¿Saldrás? Pensaba... Mmm hacer el desayuno

Adoraba la forma tímida como lo estaba mirando en ese momento, la manera en que removia sus pies contra el suelo y sus manos jugaban con el dobladillo de la camisa, esa sola imagen fue un fuerte flechazo en el corazón del peliazul.

-Ah sí, no te preocupes solo cocina para ti Kookie... Yo desayunaré con SeoJoon

Sonrió bajando la mirada al celular en su mano, que estaba vibrando, riendo levemente ante el mensaje del mencionado, ignorando la mirada desilusionada del menor, respondió con rapidez volviendo a mirar a su mejor amigo.

-SeoJoon ¿No es el chico que quería salir contigo?

Temeroso inquirió, posando su mirada en todas partes menos en Taehyung, hasta que lo vio asentir aún con esa bonita sonrisa en su rostro, el dolor en su pecho incrementó, de repente el sentimiento horrible de sentirse usado llegó, inhaló profundo dando un par de pasos hacia atrás, forzando una sonrisa en su rostro.

-Bien, me voy entonces, nos vemos en la noche... Quizás

Sin más caminó hacia la puerta del departamento, saliendo de posteriormente del edificio, para al auto, más una punzada de preocupación se instaló en su pecho, el mal sabor de la culpa llenando su boca ¿Estaba actuando bien? ¿Estaba haciendo lo correcto o debería solo encarar a Jungkook y hablar del tema? Dispuesto a por el momento no pensar más en eso, encendió el auto, encendiendo también la radio, al máximo volúmen solo para callar su mente y comenzó a conducir hacia el café, completamente ignorante del desastre que había dejado en el departamento.