Condenadamente Enamorados

Capitulo 4: ¿Tú?

¿Me voy? ¿hoy?

Me bajo rápidamente del coche alejándome de Loreen y corro sin detenerme hasta llegar a mi cuarto.

No puedo creer que esto esté pasando

Me recargo eufórica en contra de la puerta y me tomo un momento para volver a recobrar mi respiración. Puedo sentir el rápido golpeteo de los latidos aquí en mi pecho. Y pese a lo locas que han sido mis últimas 24 horas no puedo evitar expandir mis labios en una gran sonrisa, una de aquellas que hace mucho tiempo dejé de mostrar.

Me recuesto aun agitada en mi cama

Hoy vuelvo con Tom

No puedo ni siquiera contenerme, la alegría me brota por todas partes. Expando mis brazos y grito de ansiedad por saber que en algunas horas más estaré de vuelta. Es inevitable no sentir como mi pecho se hincha al saber que regresaré a mi hogar, a mi casa, con mi padre, después de estos 3 jodidos años en los que el único contacto directo que tuve con él fue a través del teléfono. Pero ni el tiempo, ni la distancia bastaron para sacarme de la cabeza la idea del único hogar real que tuve, porque no importó lo lejos que me mantuvo Loreen, sé y siempre lo he sabido, yo no pertenezco aquí con ella. Y aunque esto sea solo por una temporada, voy a aprovechar cada momento para volver a tener lo que alguna vez tuve, mi vida completa y no en pequeños pedazos.

¡Vuelvo a casa!

Vuelvo al único lugar en el que puedo ser yo, sentirme libre y volver a tener cientos de momentos felices.

Momentos que se vieron interrumpidos por "conflictos irreconciliables", tal como me lo explicó Loreen, esos conflictos que me apartaron de la única persona con la que alguna vez me sentí segura y de la que no debieron haberme alejado nunca, no con tan solo 7 años, sin poder tener en mis manos la decisión de con quien ir, por considerarme legalmente no apta para tomar tal decisión.

Suspiro una vez

Pese a que aun duele la ausencia, la distancia y todo lo que esa separación involucró, se que puedo volver a retomar mi vida y juntar cada uno de los pedazos que Loreen me arrebató.

-Rayos ¡Adam! -me exalto al recordarlo

Tengo que decirle

Aprieto en su nombre y contesta de inmediato

-¡Por Dios, Antonella! ¿dónde estabas? me tenias preocupado

-Me las daba de delincuente -bromeo con un extremo apego a la verdad

-No sé por qué no me sorprende ¿debo preocuparme?

-No, ya está todo arreglado

-Y ¿se puede saber en dónde estás metida?

-Con Loreen

-Pensé que no volverías nunca, no entiendo

-Es una larga historia, luego te contaré, no creerás todo lo que me ha pasado Adam, es una locura, pero valió la pena ¡estoy feliz!

-¿Estás bien? 

-Por supuesto, creo que hace mucho no me sentía tan bien

-¿Tienes fiebre? ¿o algo?

-Adam, basta ¡estoy magnifica! no ¡grandiosa! estoy mejor que nunca

Él ríe

-Me encanta que estés así de feliz, pero no entiendo ¿Loreen y tú arreglaron las cosas?

-Ja, como si eso fuera a ocurrir ¡no! mejor que eso ¡me voy con Tom! bueno, aunque solo hasta que empiecen nuevamente las clases 

Espero por alguna reacción, pero el silencio se acentúa cada vez más desde el otro lado de la línea.