Parte 17

219 21 3
                                    

-Irina: You and I, we don't wanna be like them...We can make It 'til the end...

-Roni: ¿Por qué tan triste pequeña mia?

-Irina: Oh. Hola mamá.- paré la música de mi móvil.- No estoy triste, simplemente cantaba

Hacía unos días que había vuelto a casa y todo volvía a ser como antes. Mamá me cuidaba, y también Horner, me pasaba todo el día en mi cuarto y solo aparecía por el resto de la casa cuando tenía hambre. Había estado algo mejor desde que volví del hospital. El nuevo tratamiento me estaba sentando mejor de lo que esperaba aunque de vez en cuando me siento algo mal: dolor de cabeza, mal cuerpo, vómitos...pero por el resto estoy bastante bien

-Roni: Horner y yo saldremos está noche. ¿Quieres venir?

-Irina: No quiero interrumpir vuestra velada romántica

-Roni: Nunca interrumpes nada mi vida

-Irina: Es igual. Prefiero quedarme en casa. Tengo palomitas, la saga de Los Juegos del Hambre, una manta, chuches y una pizza recién metida en el horno, no necesito nada más para asumir otra noche más

-Roni: Por si cambias de opinión estaremos cenando en...No se dónde vamos a ir a cenar ahora que lo pienso

-Irina: Vaya, una cena sorpresa

-Roni: Pues eso parece. Mejor será que vaya a prepararme. Cuando venga Horner le dices que pase y que espere un poco

-Irina: Más bien le abriré la puerta y el pasará directamente. Creo que hay suficiente confianza como para que el llegué y haga lo que quiera. De hecho le diste unas llaves

-Roni: Bueno haz lo que quieras

Mamá subió a prepararse y yo continúe con la preparación de mi noche. Saqué la pizza del horno que se había quemado un poco pero estaba en perfectas condiciones para ser comestible. Llené una botella de agua, hice un buen bowl de palomitas, cogí una bolsa de chuches y me fui directa al sofa.

Al cabo de una media hora el timbre de casa sonó. A duras penas, porque no tenía ganas, me levanté del sofá y fui a abrir la puerta. Horner estaba detrás de esta con un precioso ramos de rosas blancas, bien vestido y con una una gran sonrisa. Era graciosa la situación. El tan bien y yo tan...bueno...llevaba un pijama manchado, con una coleta despeinada y con la boca llena de palomitas.

-Horner: ¿Está ya lista tu madre?

-Irina: Le queda poco. Pasa y siéntate. ¿Quieres algo de tomar mientras baja?

-Horner: No, gracias

-Irina: ¿Está todo listo?

-Horner: Está todo perfectamente planeado.- dijo con emoción

-Irina: ¿Lo tienes? ¿Lo tienes?.- pregunté mientras daba pequeños brincos

Horner metió la mano en su abrigo y sacó una preciosa caja de terciopelo azul eléctrico. Me la dio y yo la abrí con cuidado. Dentro de la cajita había un hermoso anillo de oro con un precioso diamante en el medio. Brillaba tanto que me deslumbraba.

-Irina: Esto es perfecto

-Horner: Me alegra que te guste la idea de que me case con tu madre

-Irina: Bueno, tú has sido mi figura paterna estos últimos meses y haces muy feliz a mi madre. No podía prohibir esto ni estar en contra

-Horner: ¿Crees que dirá que si?

Hasta El Último Aliento: ¿Qué Hubiera Pasado Si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora