Hasta El Último Aliento: ¿Qué Hubiera Pasado Si...?

Parte 26

-Roni: Irina, cariño depsierta.- mamá me tambaleaba de un lado para otra pero yo no tenía ni fuerzas para abrir los ojos

-Irina: ¿Qué pasa?

-Roni: Se que no quieres salir de la cama, pero tienes que moverte un poco. He pensado en que podríamos pasear un rato. Podemos ir a comprar un par de cosas que me hacen falta o ir a ver a tus abuelos

-Irina: No quiero...- no tenía ganas de hacer nada

-Roni: Ya lo sé mi vida, pero no puedes quedarte en la cama todo el día

-Irina: ¿Y Max?

Max había pasado parte de la noche conmigo. Desde que me encontró en la azotea hasta un poco después ya dentro de casa. Noté como se iba algo más tarde de media noche de mi lado. Suponía que pensaba que me había dormido y se habría ido

-Roni: Durmió en el sofá, pero le dije que se fuera a casa en cuanto me levanté

-Irina: Vaya...se quedó toda la noche

-Roni: Pero que no se ha ido. Está tumbado en el sofá viendo una serie aunque creo que se ha quedado dormido. No ha querido entrar en todo el día porque no quería molestarte por si seguías dormida

-Irina: Cada día me sorprende más

-Roni: ¿Qué pasó anoche?.- me preguntó tumbandose a mi lado

-Irina: Hablamos y sobre todo yo lloré

-Roni: ¿Y qué hablasteis?

-Irina: Sobre lo nuestro. Le conté lo que ocurría y que todo lo que planeamos no lo iba a poder cumplir porque...en fin...no sé cuánto voy a estar aquí. Le dije que no podíamos estar juntos

-Roni: ¿Qué dijo él?

-Irina: Que él me amaba y que me cuidaría, que estaría siempre conmigo. Que su vida es la mía y que mi vida es la suya. Que si yo duro poco él también

-Roni: Max te quiere muchísimo y cada día que pasa lo deja más claro todavía

-Irina: Pero mamá...

-Roni: ¿Vas a sacar un pero de todo esto? ¿Cómo? ¿Por qué? Te dice que el va a estar contigo y aún así sacas un pero

-Irina: Porque no quiero dejarle destrozado cuando me vaya

-Roni: Si lo dejas ahora estará más destrozado que después y tú también estarás destrozada

-Irina: ¿Y qué hago?

-Roni: ¿De verdad me lo estás preguntando?

-Irina: Pues si, eres mi madre y necesito ayuda

-Roni: Ve al sofá y quédate con él. Yo iré a comprar

-Irina: Pero mamá no me has...

-Roni: ¡Ve al sofá!

Me levanté a duras penas de la cama. Mamá se fue en seguida a la calle y yo poco a poco me iba acercando al sofá. Estar tanto rato en la cama no era bueno, ya perdía la fuerza haciendo cualquier cosa, pues la perdía más si no hacía nada

Estaba a pocos centímetros del sofá y vina Max dormido. Hasta roncaba. Estaba viendo una serie, no sabía cuál. Me encantaba verle dormir, se veía como un niño pequeño todo acurrucado y tapado hasta arriba por una manta. Me senté a su lado y apoyé mi cabeza sobre su pecho. Al poco él se despertó y sin decir nada, comenzó a acariciar mi cabello. Quitó su serie y puso una de mis películas favoritas, El Diario de La Princesa. Apartó mi cabeza de su pecho, se levantó, puso la chimenea eléctrica y volvió al sofá y nos pusimos igual. El tumbado a lo largo del sofá y yo acurrucada, con sus brazos rodeándome y con mi cabeza sobre su pecho

-Irina: Adoro esta película. Cuando era pequeña soñaba con ser princesa de Genovia. Es que es un país chiquito muy humilde y encantador

-Max: Tú ya eres una princesa para mí

-Irina: Pero yo quiero un castillo

-Max: Yo te compraré ese castillo

-Irina: Y también quiero todos los vestidos que salen en la película

-Max: También te los compraré

-Irina: Y una limusina

-Max: Eso también te lo compraré

-Irina: ¿Y mi príncipe?.- miré detenidamente su rostro esperando ver su reacción

-Max: No creo que los príncipes se puedan comprar

-Irina: Tú podrías ser el mío.- le sonreí ligeramente y él hizo lo mismo.- Irina Jones Clark princesa de Genovia y Max Verstappen príncipe de...¿De qué quieres ser príncipe?

-Max: Puedo ser príncipe de tu corazón.- me miró serio, pero a la vez alegre

-Irina: Y Max Verstappen príncipe del corazón de la princesa

-Max: ¿Quieres que hagamos algo?

-Irina: No quiero moverme de aquí. Así estoy bien.- dije acurrucandome más en él

-Max: ¿Aún no estamos a tiempo de irnos a Grecia?

-Irina: Creo que no

-Max: Pues yo creo que voy a coger un billete para el próximo vuelo y me voy a ir. Me he quedado con ganas

-Irina: No puedes hacer eso

-Max: ¿Por qué no?

-Irina: Porque yo no iré

-Max: ¿Y qué?.- se rió, sabía que todo era broma

-Irina: Pues que me tienes que cuidar, me lo prometiste

-Max: Creo que abandonó esa idea

-Irina: No puedes. Dijiste que estarías conmigo y que cuidarías de mi

-Max: Sigo sin ver nada que me prohiba irme

-Irina: Yo, yo te lo prohibo. Tú te quedas aquí conmigo y de aquí no te mueves

-Max: Pues me parece muy injusto.- se cruzó de brazos e hizo pucheros como un bebé.- Yo quiero ir

-Irina: Pues lo siento, pero no

-Max: Tú no eres mi mamá

-Irina: No, soy tu novia que te quiere y quiere que estés a su lado.- cambió su cara de bebé por una sonrisa boba.- ¿Por qué me miras así? ¿Qué pasa?

-Max: ¿Eres mi novia?

-Irina: Bueno...no se...¿Lo soy?

-Max: A mi no me tienes que hacer esa pregunta porque sabes mi respuesta

-Irina: Pues si tú respuesta es que sí, entonces supongo que sí

-Max: ¿Es en serio?.- se acomodó mejor en el sofá y yo me aparté un poco de él, quedando los dos uno en frente del otro.- Irina, te pido que esto no sea una broma pesada

-Irina: No lo es.- yo comencé a sonreir de la misma forma que él.- Así que...volvemos a estar juntos

-Max: Parece que sí

En seguida Max me abrazó con fuerza. Ese abrazo era tan reconfortante como cuando llegas a casa después de haber estado tanto tiempo fuera. Se sentía como en las nubes, como si todo lo que alorabas volviese de pronto y toda la pena que tenías se fuera en cuestión de segundos

-Max: Lo volveré a decir porque no me harto. Te amo Irina Jones Clark

-Irina: Y yo a ti Max Verstappen.- y nos hundimos en un beso, pero está vez sabía que este beso no iba a ser como el anterior

No iba a ser como para simplemente recordarlo, iba a ser el beso. El que nos devolvía la vida que formamos juntos, el que nos hacía volver a casa uno a la vida del otro. Este era de verdad el beso y el momento que tanto esperábamos