Hasta El Último Aliento: ¿Qué Hubiera Pasado Si...?

Parte 32

Era fin de semana de carrera pero debido a la lesión de Max en el brazo no pudo asistir, así que nos quedamos en Londres hasta la próxima carrera. Estos días se han basado en estar frente a la tele viendo las prácticas y la clasificación y hoy, domingo, tocaba ver la carrera. Yo estaba constantemente preguntándole Max si perderse esta carrera le afectaría mucho y constantemente me decía que no, él se encontraba a varios puntos de diferencia del resto de pilotos. La verdad es que se veía muy tranquilo y no estaba nada preocupado. En cambio, a mi me inquietaba, yo quiero que Max gane el campeonato y pensaba que perderse esta carrera afectaría en eso. Es que no termino de entender la competición y no es muy complicado, pero me cuesta.

Max siempre está explicándome que significa undercut y overcut, pero nunca lo entiendo. También me explica cada parte del coche, las básicas, para que pueda entender cómo funcionan los monoplazas, y todo sobre los puntos, clasificaciones...este fin de semana estaba siendo más bien una clase sobre Formula 1 y no me importaba porque los dos estuvimos juntos, compartiendo un buen momento y además estábamos completamente solos. Mis abuelos, que solían venir cada día a vernos, se habían ido de viaje. Así que no teníamos ningún problema de que alguien viniese a visitarnos. Había una calma total.

-Max: Hola preciosa mía.- se acercó a mí que estaba en la cocina y me abrazó por la espalda y me besó el cuello.- ¿Qué estás cocinando? Huele muy bien

-Irina: Estaba preparando unas tortitas con fruta y café. Hoy te has despertado más tarde

-Max: Estaba muy cansado. Últimamente nos acostamos muy tarde.- rió de forma pícara y beso de nuevo mi cuello

-Irina: Culpa tuya.- reí

-Max: ¿Mía?

-Irina: Eres tú el que insiste, yo no

-Max: Y tú me sigues el juego

-Irina: Lo sé, es que me gusta.- me giré para verle de frente

-Max: A mi me encanta y cada día más.- esta vez me dio un gran beso en los labios.- Hoy hay carrera después de comer

-Irina: Lo sé y he estado haciendo cuentas y...

-Max: Irina, nadie puede superarme en esta carrera, solo acercarse

-Irina: Ya, eso es lo que te iba a decir. He estado informándome y creo que ya se un poquito más

-Max: Entonces estarás preparada para ver la carrera sin preguntar cada mínima cosa ¿No?

-Irina: No te prometo nada...- ambos reímos

-Max: Está bien. Mientras terminas de hacer el desayuno voy a darme una ducha

-Irina: Vale, aquí te espero

Estaba preparando las últimas tortitas y partiendo laa últimas piezas de fruta cuando de repente me dieron una fuertes náuseas. Dejé todo y fui corriendo hacia el baño, me arrodillé en el suelo y vomité. Max, al verme salió de la ducha, se puso una toalla y en seguida recogió mi pelo y se puso a mi lado acariciando mi espalda y mi cabeza.

-Max: Hacía mucho que no vomitabas

-Irina: Lo sé...debe ser por el trata...- no si quiera pude acabar la frase y seguí vomitando

-Max: Te haré una manzanilla ahora aunque no es por la barriga, pero siempre sienta bien

-Irina: No, por favor. Odio las manzanillas

-Max: Pero siempre vienen bien

-Irina: Pero no es dolor de barriga

-Max: ¿Pero y entonces que te doy?