(HACE UN BUEN RATO QUE NO ACTUALIZABA PERO NO TENÍA IDEA DE COMO CONTINUAR ESTA HISTORIA. AQUÍ LES DEJO OTRO CAPÍTULO, ESPERO LES GUSTE.)
A la mañana siguiente los primeros rayos de sol entraban por la ventana directo a los ojos de Emma haciendo que ésta despertara con Regina acostada a su lado, estaba dormida profundamente respirando lento y pesado. Se veía hermosa y perfecta con el cabello despeinado y la boca entreabierta. La amaba, la había amado siempre, desde que era una niña se había enamorado de la morena, había esperado demasiado tiempo por ella y ahora la tenía entre sus brazos y no pensaba soltarla nunca.
- Buenos días Emma!
- Buenos días! - Respondió la rubia con una sonrisa tonta en su rostro, la morena acortó la distancia entre ellas y depositó un tierno beso en los labios de la otra mujer, sólo eso fue suficiente para Emma que se avalanzo sobre Regina besándola con ansias, con deseo, con necesidad. De sus labios decendio hasta su cuello, latiendo, besando, arrancando gemidos de la morena que se dio la vuelta quedando boca abajo en la cama, nadie se lo pidió pero sabía que a Emma le encantaba tenerla en esa posición. Inmediatamente la rubia bajó la mano por los glúteos de la morena llegando a su centro, gimió cuando vio a Regina abrir lad piernas para dejar su clitoris expuesto.
-Levanta el culo y ponte sobre tus manos y rodillas - Prácticamente fue una orden fuerte y autoritaria la que le dio Emma a la que ella consideraba su mujer y ésta obedeció, confiaba demasiado en la rubia y en el amor que le había demostrado siempre.
Emma comenzó a frotar el clitoris de la morena mirándola con deseo, viendo cómo respiraba y gemia agitadamente mientras se humedecia. Cuando pensó que ya estaba lista la penetro bruscamente con 3 dedos, Regina mordió la almohada para evitar que su grito se escuchara fuera de la habitación. Los dedos de la rubia comenzaron a moverse con fuerza entrando y saliendo de la morena haciéndola gritar, gemir y retorcerse de placer mientras sangraba cada vez más dejando totalmente su virginidad en los dedos de Emma.Los días se transformaron en meses y Emma y Regina estaban cada día más unidas, compenetradas y enamoradas una de la otra. No había una noche que no la pasaran juntas amándose sin límites. La única persona que sabía de su secreto era Belle, quien las entendía más de los que ellas imaginaban, pero para otras personas cómo Mary Margaret, James y Cora se hacía cada vez más obvio que entre sus hijas pasaba algo más allá de una amistad, algo que sobrepasaba los límites de simple cariño que sentían desde que eran niñas.
- Mary Margaret, puedo hablar contigo
-Por supuesto Cora, dime, pasa algo?
- Si, se trata de Regina y de lo que sospecho que está pasando con la joven Emma
- Está bien pero no se a que te refieres
- Claro que lo sabes, lo has sabido siempre igual que yo, siempre has sabido que entre nuestras hijas hay un cariño especial, por llamarlo de alguna manera
- Lo sé Cora, Lo sé! Y créeme que me preocupa, se que no es algo bien visto pero...
- Pero nada! Regina se va a casar con un buen hombre que la ama y si no fuese por la joven Emma ella no estaría haciendo ese tipo de cosas!!
- Por Emma?! Eso no es así y lo sabes! Ellas se han querido desde que eran unas niñas!
- Pero Regina está comprometida en matrimonio, además, eso que siente por la joven Emma no está bien
- Enamorada, dilo Cora, Regina está enamorada de Emma. No hay nada de malo en eso, nadie escoge de quien enamorarse. Acaso no has pensado en cómo se sentirá tu hija cuando se case con el capitán Jones? Tu crees que será feliz con él?
- No lo sé Mary, pero te has puesto tú a pensar en lo que puede hacer la gente si se llegan a enterar de lo que pasa entre ellas? Hasta sus vidas pueden correr peligro, la joven Emma es una señorita muy codiciada por su posición social mientras que mi hija es de su propiedad, vosotros y la joven Emma son nuestros dueños
- Cora, tú y Regina no son nuestras esclavas
- Lo sé Mary pero sólo por vuestro trato hacía nosotras pero ante todo el mundo lo somos, fuimos compradas cómo tal y la sociedad no va a tolerar esa situación entre ellas
*****
Belle tocó la puerta, era la habitación de Regina pero sabía que encontraría ahí a la rubia
- Hola Belle!
- Buenos días Regina! acá está la señorita Emma?
- Emma!! Y sí, aquí estoy - la morena se hizo a un lado para que Belle entrara a la habitación
- No quiero molestar pero te ha llegado una carta - la rubia tomó el sobre y mientras leía quien era el remitente se le dibujaba una sonrisa en el rostro
- Vaya!! No ha tardado nada en escribir, es de Ruby! - dijo Emma como si las otras mujeres supieran de quien hablaba
- Quién? - Preguntó Regina bastante intrigada
- Ruby Lucas, la conocí en Londres. Nos hicimos amigas de inmediato, es una chica increíble!!
- Super!! Y que te cuenta tu increíble amiga Ruby?
Belle veía como el rostro de Regina se tornaba rojo por los celos que le producía ver a la rubia tan entusiasmada hablando de esa tal Ruby Lucas, intentó ocultar la risa pero al no lograrlo prefirió salir de la habitación y darles privacidad a ambas mujeres
- Entonces, Ruby no?
-Si, es la persona más amable, divertida y compresiva que he conocido y se que pensarás lo mismo cuando la conozcas.
- Como que cuando la conozca?
- Si, en la carta me cuenta que pronto vendrá a visitarme. Se que te agradará, le he hablado mucho de ti y está ansiosa por conocerte
- Que le has dicho de mi?
- Pues, le he contado de ti, de quien eres en mi vida y también le he hablado de lo que siento por ti
- Porque hiciste eso Emma? No puedes andar por ahí contándole a todo el mundo ese tipo de cosas
- Tranquila Regina! Ruby es como yo, también se siente atraída por las chicas, ella me entiende, nos entiende. Solo conocela
- Vale cariño, si ella es tu amiga y es cómo me dices, yo misma me encargaré de arreglar todo para la estadía de la señorita Lucas en ésta casa.
La rubia la abrazo muy fuerte como señal de agradecimiento aunque Regina no estaba muy convencida de querer conocer a esa tal Ruby.
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El paso del tiempo.
FanfictionAmbientada en New Orleans, la historia de Emma y Regina está unida desde su nacimiento. Emma, una mujer educada en Europa y Regina una sirvienta a la que compraron desde su infancia.