Grace Pov's
Escucho el elevador y voces abajo, algo extraño porque es temprano y Deon está trabajando.
Le retiro lento el biberón y la pongo sobre mi hombro para sacarle el aire, salgo de la habitación y me asomo a ver quién está abajo.
Es Deon con... ¿Alan? ¿Qué carajo hace aquí?
—¿Hola?— no sabía cómo hacerme notar, bajo las escaleras y Alan se me queda viendo con la boca abierta.
¿Razón? Hay dos.
Una, puede ser porque solo traigo calzones y una camisa de Deon o dos, la bebé.
—¿Grace? Vaya, te ves diferente— se puso nervioso, sonrío y miro a Deon confusa.
Trae puesto ropa negra y su chaqueta de cuero, justo como lo conocí en las carreras ilegales.
—¿No trabajas hoy?— le cuestioné irritada, él se fue a divertir y a mi me dejó con la bebé.
—Ya no trabajo más en eso.
No me jodas, Deon Snow.
—Ahh, bueno yo solo subía por un vaso de agua, lo tomo y me voy.
Nos deja solos, le iba a entregar su hija, pero el olor que emana de humo, alcohol y drogas mejor me la quede yo, tomo asiento en el sillón y él también lo hace.
Alan sale de la cocina y se acerca a besar mi mejilla.
—Fue un gusto verte, Grace, nos vemos en la noche— apunta a mi contrario, levanta su mano con la tarjeta y Alan regresa.
—Me la avientas— su voz gruesa me manda un escalofrío por todo el cuerpo.
La tarjeta vuela y cubro la cabeza de Violet por instinto, llega a los pies de Deon que se agacha y la recoge.
El elevador se cierra, pateo su pierna y se enoja dándome un manotazo en el muslo.
—Idiota, explícame mejor esa estupidez tuya de que ya no trabajas con los Bennet.
Dejo a la beba en el sillón un poco alejada, con un cojín en el piso y a su lado, primero prevenir antes que lamentar.
—Tengo sueño y cero ganas de darte explicaciones— se recuesta y cruzas de brazos cerrando los ojos, miro la tarjeta dorada y sin pensarla más se la arrebato.
—Bien, entonces no tengo porque darte explicación de porque me voy.
Antes de que se levante corro arriba, me encierro en mi habitación y voy al armario por un pantalón y tenis. Me agarro el pelo como puedo ya que lo tengo a los hombros.
Voy saliendo, haciendo un nudo en la camisa de Deon y me encuentro con su dueño al principio de las escaleras.
—Dame la tarjeta, Grace— dice cansado, la escondo a mi espalda y zarandea su brazo— No lo repetiré, Da. Me. La. Tar. Je. Ta.
—Lo acabas de hacer, estúpido.
Me río, gruñe y doy un paso. El sube lo que faltaba y me escabullo por un lado bajando la escaleras por el barandal, conservo el equilibrio, llego sana y salva abajo.
Qué suerte, hubiera sido una fea caída.
—Adiós, espero sepas cuidar a tu hija.
Le guiñó el ojo, se empieza a enojar y baja las escaleras. Corro al elevador, presionó y se abre, mi día con suerte.
—¡Grace!
Ahh, la bestia viene por mí.
Ahora sí, maldición, por la desesperación batalló en meter la tarjeta, lo logro y aplasto varias veces el número uno, suelto el aire retenido, pero las puertas no se terminaron de cerrar.
ESTÁS LEYENDO
A LA FUERZA ©️
RandomNunca fui una chica bien portada, me gusta fumar y causar problemas por el simple hecho de ser diferente a mi familia "perfecta". Pero creo que meterme a la vida de Deon, no fue buena idea. Al principio fue solo sexo, luego me enamore, después jugó...