Éramos Niños Enamorados

IV

"Primera Cita" (o algo así)

Lauren y Serena habían llegado a la cabaña donde se encontraba el resto del grupo. Durante todo el trayecto Lauren había intentado entablar conversación con la menor múltiples veces, pero ella simplemente no respondía. La despedida de Ash la había afectado bastante.

—Mira nena, sé que despedirte de alguien especial es doloroso, y hablo con experiencia —intentó conectar con la niña, mas esta solo ignoraba sus palabras—, pero cuando las cosas son como son, y no las puedes cambiar... simplemente te quedas con los recuerdos, las cosas buenas.

Lauren intentó seguir, pero notó que no tenía efecto, así que se rindió.

—Bueno, pasa y descansa un poco cariño. —abrió las puertas de la cabaña dejando entrar a Serena.

Las demás niñas se encontraban todas tranquilas sentadas en un círculo, contándose historias o jugando con sus peluches. Serena ni siquiera pensó en integrarse, todo lo que quería era echarse en su cama y llorar un poco.

Empezó a subir las escaleras, hasta que escuchó un comentario proveniente de las niñas reunidas.

—¡Qué asco! —las demás hicieron un gesto de "ew"—. Los niños si que son asquerosos.

—¡Son horribles! —la que habló fue Ana, la chica del Squirtle—. ¡De lo peor, sin duda!

Esto molestó a Serena. Gracias a ellas había hecho que Ash se sintiera culpable en un primer momento. Además, él no era nada como las niñas describían a los niños. De nuevo estaba sintiendo coraje, mezclado con algo de melancolía debido a que no tenía a su amigo a su lado.

~~~

El camino a la cabaña de Ash y Paul fue silencioso. Ninguno tenía ganas de hablar, mas el silencio era suficiente para denotar la molestia que Ash sentía.

—Bueno, llegamos —Paul abrió las puertas de la cabaña—. Recuerda lo que hablamos, eh.

Cuando ambos ingresaron, se toparon con una escena de caos puro. Niños lanzándose almohadas, volando por los aires tras tirarse de la litera, y jugando a la lucha libre... en ropa interior... por alguna razón.

Todo este caos paró en seco una vez notaron la presencia del adulto, quien se notaba profundamente molesto. Antes de que pudiera decir nada, todos los niños se acomodaron en un círculo alrededor del suelo, aparentando ser lo más educados posibles.

—Bienvenidos, mis estimados —dijo Gary con un extraño acento—. ¿Qué se les ofrece?

Paul arqueó una ceja. Gary se asustó y se dio la vuelta.

—Ya anda a tu litera. —le dijo Paul a Ash sin muchas ganas, a lo que él obedeció.

Mientras subía las escaleras, Ash fue interceptado por Gary.

—¡Ash! ¿Dónde estabas? —preguntó—. Algunos decían que te perdiste y te comió un Snorlax. —rió.

—O que corriste tanto que empezaste a volar. —se burló otro niño.

Normalmente, estos comentarios le hacían gracia a Ash, pero no se encontraba de humor. Tampoco iba a responder mal, no era su forma de ser.

—En realidad estaba con una niña. —dijo sin pensar demasiado en lo que dijo.

~~~

—¡Oigan! —Serena llamó la atención de todas las niñas presentes, quienes se asombraron al ver a una completa desconocida para ellas gritándoles—. ¡No está bien que hablen así de los niños!