Acto 8

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Nia se encontraba en la entrada al salón en donde se llevaría a cabo la ceremonia, junto a sus padres recibiendo a los invitados. Estaba muy nerviosa y desesperada, aunque trataba de no demostrarlo. No había tenido noticias de Andrea desde el día anterior y la boda iba a comenzar en solo media hora.

Lena estaba en una habitación, preparándose para entrar a la iglesia. Tampoco había visto a Lex, su hermano mayor, pero eso no le extrañaba ya que él era el encargado de organizar el banquete para la fiesta después de la boda.

De pronto sintió unos golpecitos en la espalda, se giró y encontró a Andrea junto con otra chica.

— ¡Aquí estas! — dijo Nia tomándola de la mano para alejarse unos metros y poder hablar sin que fueran escuchadas — ¿En dónde habías estado? ¿Dónde está Kara? — pregunto en voz baja pero urgente.

— Cálmate — fue la respuesta de Andrea — Necesitamos tu ayuda.

— ¿Mi ayuda?

— Vamos a sacar a Lena— dijo la otra chica que acompañaba a Andrea y a la que Nia no concia.

— Pero necesitamos una distracción. Y esa distracción eres tú— le dijo Andrea sonriendo.

°°°

Solo faltaban quince minutos para que la ceremonia diera inicio y las chicas estaban a punto de jugarse el todo por el todo con una única oportunidad. Pero si fallaban, Lena terminaría casándose con James y aunque pudiera divorciarse después, como lo había dicho la propia, Lena, estaban seguras de que su padre no lo permitiría, y perdería por completo a Kara.

Así que se pusieron manos a la obra.

La habitación en donde estaba Lena era custodiada por dos hombres altos y corpulentos, a ellos eran a los que tenían que quitar.

Nia caminaba junto con Alex hacía la habitación, cuando de pronto fingió un desmayo.

— ¡Nia! — griot Alex sujetando el cuerpo supuestamente inconsciente de la chica — ¡¿Qué te pasa?!— grito como una loca para llamar la atención de los dos guardias — ¡Ayúdenme!

Uno de ellos se acercó a las chicas, pero el otro sujeto no abandono su puesto.

— ¿Qué sucede? — pregunto el hombre inclinándose sobre ellas.

— ¡No lo sé! ¡Creo que le dio un ataque! ¡Necesita ayuda! — Alex estaba histérica, pero aun así el otro guardia no se movió, por los gritos alguien más estaría pronto ahí. Solo tenían un par de minutos.

Entonces Nia fingió ahogarse y ante aquello el guardia no supo qué hacer, así que llamo a su compañero.

— ¡Ayúdame! — le grito, y por fin se movió de la puerta.

Fue en ese momento que Alex le hizo la señal a Andrea para entrar corriendo en la habitación.

°°°

Lena estaba sola, mirándose en el espejo con tristeza, cuando escucho la puerta abrirse.

— ¡Lena! — era Andrea, corrió a ella y la abraso. Pero fue un abraso corto, Andrea tenía que actuar rápido.

— ¿Qué pasa? — pregunto Lena.

— ¡No hay tiempo! — Andrea tomo una toalla y con ella amarro la perilla de la puerta para que no se pudiera abrir.

— ¿Andrea qué está pasando? — pregunto Lena — Escuche que alguien grito el nombre de Nia— Andrea también coloco una silla para atrancar la puerta, corrió a la ventana para comprobar que podía abrirse y luego regreso por Lena.

¿Cómo se llamó la obra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora