11. ¿Cuándo vas a dejar de ponerte en peligro?

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Cuando el doctor terminó de revisar a Mary Jane, diciéndole que lo único que tenia era leves magulladuras en los codos, salió de la habitación y M

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Cuando el doctor terminó de revisar a Mary Jane, diciéndole que lo único que tenia era leves magulladuras en los codos, salió de la habitación y M.J se levantó de la camilla, poniéndose de nuevo la chaqueta.

—¿Estás mejor? —le pregunté.

—Claro, unas simples heridas no van a acabar conmigo.

Sonreí y la ayudé cogiendo su bolso. Me lo colgué al hombro y sostuve mi cámara de fotos entre mis manos.

—¿Al menos conseguiste sacar buenas fotos? —quiso saber.

Cerramos la puerta de la habitación tras nosotras y empezamos a andar por los pasillos, buscando el ascensor.

—Sí. No me he puesto a mirarlas, pero supongo que con las mías y las de Peter, J. Jonah tendrá suficiente.

—Siento haberte molestado —dijo susurrando—. Si yo no hubiese estado allí podrías haber hecho bien tu trabajo. Pero no sé..., pensé que si yo estaba contigo no correrías ningún peligro. Sé que fue estúpido.

—No tienes que sentirte mal —contesté—. Solo prométeme que no lo volverás a hacer. Porque fue realmente estúpido. Muy estúpido.

—Ya, ya, lo he pillado —rió—. Nunca más.

Salimos finalmente del hospital. Fuera nos esperaba Els, a quien yo había llamado hacía solo unos minutos para que viniese a por nosotras.

Estaba apoyada contra su coche, con los brazos cruzados sobre su pecho y con la mirada hacia el suelo. Subió la cabeza al vernos llegar.

—¿Por qué habéis tardado tanto? —se quejó—. Llevo ya un rato esperando.

—Ha sido culpa de M.J —contesté—. No paró de decirle al médico que estaba segura de que le pasaba algo más y hasta que no le ha hecho varias pruebas no se ha dignado a irse.

—¡Me preocupo por mi salud! —dijo en su defensa.

Els negó con la cabeza y se metió en el coche. Yo hice lo mismo a su lado y le pasé el bolso a M.J, quien se había sentado detrás. 

—¿Y dónde vamos? —preguntó M.J entusiasmada.

—A tu casa —contestó Els—. Tienes que reposar después de haber hecho esa locura.

Mary Jane se cruzó de brazos y suspiró molesta.

Durante el resto del trayecto, M.J le explicó a Els cómo había estado tan cerca de morir como si fuese la mejor historia del mundo. Ella la escuchó atenta y suspiró cuando le contó que Spider-man la había salvado.

—¡Que suerte tienes! —exclamó Els—. No sabes lo que a mí me gustaría tenerlo tan cerca —rodé los ojos.

—¿Todavía sigues con eso? —ella me miró entrecerrando los ojos.

Peter Parker ◇ Spider-man [Editando]Where stories live. Discover now