Peter Parker ◇ Spider-man [Editando]

16. Nueva información

Llevaba un rato intentando quedarme dormida, pero me era casi imposible. Tras dar varias vueltas más en la cama, me senté y recogí mi pelo en una coleta, suspirando.

Peter y yo habíamos decidido que iríamos a ver al Sr. Trainor cuando Els saliese del hospital. El día después del accidente, los policías volvieron al lugar donde se suponía que los trajes de aquellos hombres seguían pegados debido a los imanes. Peter tuvo que ir allí para desconectarlos y llevarse con él los dispositivos, pero cuando llegaron los trajes habían desaparecido. Nadie sabía qué había pasado y todo el mundo le echó rápidamente la culpa a Spider-man. Pero no había pruebas de ello. Así que cuatro días después, estaba por fin en mi casa, Els descasaba en su habitación y yo no podía quedarme dormida. Me levanté para ir a la cocina, pero el movimiento de la cama hizo que Peter se despertase.

—¿Dónde vas? —preguntó adormilado.

—Iba a por un vaso de agua. ¿Quieres uno? —Él negó con la cabeza y salí de mi habitación.

Cuando llegué a la cocina, saqué un vaso y lo llené. Mientras bebía, cerré los ojos y me apoyé en la mesa. No sabía qué era lo que me tenía más nerviosa, si el hecho de que Josh siguiese completamente desaparecido, además de que su identidad no existía, o que tuviese que volver a verme las caras con el señor Trainor. 

Tras lo que había descubierto en su laboratorio la última vez que estuve allí, tenía cierto recelo hacia él. Lo poco que había conseguido leer sobre el Proyecto Genoma había hecho que los vellos se me pusiesen de punta. No había entendido demasiadas cosas, pero algo había muy claro: aquel proyecto tenía como objetivo cambiar a las personas para hacerlas diferentes. Para que dejen de ser humanos y se conviertan en algo más.

¿Pero para qué quería el Sr. Trainor hacer eso? ¿Para qué quería a esa gente? O, lo que era peor, ¿quién quería realmente convertirse en esas... cosas?

Mi cuerpo tembló ante la idea de que quizás no eran voluntarios. De que quizás esas personas no hacían aquello porque quisiesen, sino porque estaban obligados. Obligados por él.

Al final decidí volver a la cama al comprender que debía estar desvariando. Estaba segura de que mañana, cuando estuviese descansada, vería las cosas de forma distinta y desde un punto de vista mucho más lógico.

Así que entré en mi habitación y volví a meterme en la cama. Me tumbé quedando cara a cara con el pecho de Peter. Pensaba que se había vuelto a dormir, pero él me rodeó con su brazo y me acercó más a él.

—¿Qué pasa? —preguntó.

No sabía si contarle lo que había encontrado en el laboratorio. Sabía que si podía hablar con alguien y encontrar consuelo era en él, pero no estaba tan segura de hacerlo. Necesitábamos al Sr. Trainor. No solo para que nos ayudase a encontrar a Josh, sino también para todo lo que ya había hecho. Gracias a él Peter había conseguido parar a los animales metálicos. Si no hubiésemos contado con su ayuda, seguramente a estas alturas aún seguiríamos buscando la manera de pararlos.