Emma Dumont jamás admitirá en voz alta que estaba enamorada de James Potter, de hecho jamás le hablaría puesto que podría ser la persona más tímida en el mundo...
Pero todo cambia cuando un jugador del equipo de quidditch se va y Remus Lupin le da u...
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❝Él salvó mi vida❞
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Emma dejó sus cosas en la mesa que siempre escogía James, en la biblioteca, pues se supone que debían verse ahí para afinar una nueva estrategia para el torneo de las casas ese fin de semana.
McGonagall tuvo la idea de tomar un día para hacer un pequeño campeonato en el cuál las cuatro casas se enfrentarían por puntos y al final del día una sería campeona, estos puntos se iban a sumar para la copa de quidditch al final del año.
–Buenos días–Saludó la pelirroja al Potter que se acercaba.
–Buenas–Dijo este sin verla.
La Dumont frunció el ceño al ver como James tomaba asiento frente a ella, casi siempre se sentaba a su lado, pero hoy no y eso la confundió.
–¿Te pasa algo?–Preguntó ella luego de unos segundos.
–No, Emma, no me pasa nada–
–Estas raro desde el baile de Halloween–Explicó la ojiazul–De hecho ayer te iba a hablar y te fuiste–
–Mira quién habla–Murmuró el ojiavellana.
Esto confundió aún más a la pelirroja, pero decidió no decir nada más al ver que él sacaba el pergamino donde habían trazado una de las estrategia para el partido.
–Creo que deberíamos mover a Marlene aquí–Habló de nuevo Emma señalando un punto en el campo–Sirius es más funcional protegiendo a Marlene que cuidándome a mi–
–¿Por qué? ¿Acaso los Slytherin no te van a querer en el suelo a ti?–
–No dije eso...–Esto parecía ponerse cada vez más incómodo en lo que a Emma Dumont se refería–Yo puedo cuidarme sola o Wood podría ir tras de mi–
–Cómo quieras–
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Marlene le dio una patada a la quaffle que fue a dar directamente a las manos de Genia Still, ella se la pasó a su gemela y luego esta se la dio de vuelta.
