Emma Dumont jamás admitirá en voz alta que estaba enamorada de James Potter, de hecho jamás le hablaría puesto que podría ser la persona más tímida en el mundo...
Pero todo cambia cuando un jugador del equipo de quidditch se va y Remus Lupin le da u...
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❝Baile❞
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La pelirroja guardó su varita en el bolsillo secreto de su falda roja, se vio al espejo buscando alguna imperfección en su disfraz, pero no logró encontrar nada.
El corsé comenzaba en un tono blanco que se iba convirtiendo poco a poco en rojo, sus tacones rojos con pequeñas partes de las cintas que estaban alrededor de sus piernas blancas, el aro de oro que Lucius le dio flotaba sobre su cabeza.
Su cabello estaba suelto con pequeñas ondas en las puntas y se había puesto el collar que le dio su padre a los 12 años porque le iba a la perfección con la caída del escote en forma de corazón.
Se preguntó si Lucius ya la estaría esperando a abajo o llegaría elegantemente tarde, seguramente la segunda, y probablemente lo vería en el armario secreto.
–No puede ser...–Dijo alguien entrando en la habitación.
La Dumont se volteó rápidamente con la intención de atacar al intruso hasta que vio a Sirius disfrazado de vaquero viéndola desde la puerta con la boca abierta y luego una gran sonrisa se dibujó en su rostro.
–Muñeca te ves perfecta–Alagó el azabache acercándose.
–Y tú no tocaste la puerta–Recordó la ojiazul con una sonrisa–¿Vaquero?–
El chico dio una vuelta completa para que ella pudiera ver su disfraz por completo, las botas e incluso la placa de "Sheriff" parecían reales.
–Te ves muy guapo–Reconoció la Gryffindor–Pero con el sombrero de manera correcta de ves mejor–Ella acomodó el sombrero–Hermoso Blackie–
–Gracias, se supone que...–El Black dejó de hablar y se concentró en el collar de la chica–Lindo y muy antiguo–
–¿Eres un experto en antigüedades?–
–No, pero crecí con los Black–Respondió divertido–Puede que yo no tenga el pensamiento puritista, pero tengo el buen gusto–
Esto hizo sonreír a la pelirroja, algo le decía que Sirius Black no estaba ahí para hablar con ella de joyas.
–¿Qué pasa contigo?–Preguntó directamente tomando las mejillas del ojigris para verlo a los ojos–Dime Sirius–
