I.●Oculto●

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El amor podría llegar a ser muy cruel, algo que Rei Suwa, sabe perfectamente, pues lleva enamorado de su compañero Kazuki Karusu desde que lo conoció. Pero en aquel momento su compañero estaba casado, por ello prefirió no Involucrarse con él fuera de su "trabajo" de asesinos.

Con el tiempo el se acostumbró a la compañía del rubio en aquellas rudas misiones que les ponían, pero apesar de hacer un buen equipo, al final de la misión él rubio volvía a su hogar para cuidar a su esposa, dejandolo solo con un sentimiento de amargura y tristeza, pero no puede hacer nada, pues él ama a su esposa y más cuando ella le dijo que pronto sería padre.

Decidido a olvidarlo, corto lazos con él, por el bien del rubio y por el propio, pero el destino da vueltas y en un "accidente" la esposa de Kazuki murió con ocho meses de embarazo, Kazuki quedó completamente destrozado, Rei a sabiendas de lo sucedido le dió alojó en su casa. Con el tiempo creyó que tal vez él rubio lo voltearia a ver, pero grata su sorpresa de que él rubio decidió no volverse a enredar con alguien de forma amorosa, no con el trabajo que tiene.

Rei estaba cansado, aceptó que jamás llegaría a ser más que un amigo para Kazuki, y lo entendía aunque le doliera.

Pues en el corazón no se manda.

├┬┴┬┴ Tiempo después ┬┴┬┴┤

—Rei, te he dicho un millón de veces que no tires la basura de tus papas en la sala que Miri va a querer hacerlo también—.

—Es mi casa—re sopló con molestia.

—Pero ahora tienes una hija que está copiando todo lo que haces—.

Kazuki se paró en frente de Rei él cual buscaba la forma de ver la pantalla e ignorar al rubio.

—Eres el colmó—suspirando se quitó el madil y camino hacia la cocina para luego tomar su gabardina—Iré por Miri, cuando vuelva quiero esté desórdenes limpió—salió sin más.

Rei suspiro cansado, se paró del sofá y se fué al cuarto de Kazuki para acostarse en su cama boca abajo, ¿Para dormir?,

No, no era para dormir, era para poder oler el agradable fragancia de su compañero.

—¿Qué mierda estoy haciendo?—se preguntó al verse hechado en la cama de su compañero cual gato buscando el aroma de su dueño para sentirse protegido.

Se levantó y a cómodo bien la corcha para no dejar rastro de su invasión a dicha habitación, regresó a la sala para limpiar su desorden tal como lo pidió su compañero. Una vez terminado salió hacía el bar donde trabaja su amigo Kyutaro.

—Bienvenidos, oh Rei eres tú—.

—Si soy yo—.

—¿Qué te trae por aquí?, ¿le ocurrió algo a Miri-chan?—.

—No ella está en la escuela, de hecho hace rato que Kazuki fue a recogerla, y yo solo vine a distraerme—.

—¿Otra vez entraste a su habitación y te acostastes en ella?—dijo sirviéndole un poco de wisky.

—¡Claro que no!—.

Kyutaro sonrió y dejó la bebida en frente de su compañero.

—Te conozco desde lo ocho años Rei, debes saber que no me puedes ocultar nada—.

Con un sonrojo casi notorio desvío la mirada de su "amigo".

—Ya no te avergüences, después de todo es normal  comportará así con la persona que te gusta—sonríe con amabilidad.

—Es estúpido—.

—No lo es, solo es complicado—.

Rei y Kyutaro estuvieron hablando hasta que cayo la noche y él peli-negro tuvo que irse a su casa, una vez en ella, entró sin decir nada hasta que él rubio dijo:

—¿Dónde estabas?—.

—Con Kyu-cha—.

—Últimamente vas mucho con él—.

—Solo quería distraerme un poco, además no tenía nada mejor que hacer—.

—¡Rei papá!—grito la pequeña niña mientras bajaba las escaleras.

—Hola—.

—Kazuki papá, estába muy preocupado por tí—.

—Vaya eso es nuevo—.

—No es nuevo, siempre me preocupó por tí idiota—.

—Rei papá, vamos a jugar—.

Rei aceptó y fue a jugar con su hija sintiendo la fría mirada de Kazuki sobre sus hombros.

¿Hasta cuando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora