•CAPITULO 21• "Secretos inesperados"

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SONG: RED – TAYLOR SWIFT

"Dejar salir lo que nos duele, para que el pasado no nos retenga"

MICHAEL BROWN

Una semana más tarde

Maia se quedó cuatro días en casa, comiendo todo lo que tenía a su alcance y llorando sobre el idiota que le rompió el corazón. Mi hermana había decidido seguir adelante con el embarazo, y aunque era una persona fría o tuviera sus manías, estaba segura de que sería una madre excelente. No necesitaba a nadie para cuidar de un bebé, mucho menos a un imbécil que creyó que ella no se daría cuenta de sus engaños.

Además, Maia no estaba sola, me tenía, a Amy, a sus amigas, familia y a la rubia.

Por otro lado, las cosas entre Brooke y yo permanecían algo confusas, aunque supongo, estábamos bien. Dormíamos cada noche juntos, pero nada más, ella no hizo ningún movimiento para acercarse, ni yo a ella, y quizás era lo mejor. Quería que formáramos una especie de conexión, una donde quedara claro que para mí no era alguien a quien solo buscaba follarme, sí, quería eso, anhelaba follar con ella, pero también deseaba dormir a su lado, cuidarla y ser su calma, lo quería todo.

Un teléfono comenzó a sonar, Brooke murmuró algo entre sueños que me hizo sonreír. Me estiré para tomar el móvil, y sin abrir los ojos contesté.

— ¿Tienes idea de la hora que es?

La rubia escondió su rostro en mi cuello, sus manos permanecían abrazando mi cuerpo.

—Hola Michael.

Abrí los ojos y me enderecé inmediatamente cuando escuché la voz de Charlie Miller al otro lado de la línea, Brooke soltó un quejido.

—¿Señor Miller? ¿Qué ocurre?

Eso pareció capturar la atención de la rubia, porque se acercó a mi refregándose los ojos.

—Hola muchacho, verás algo ocurrió con Anna y no logramos contactarnos con Alex, dejó su teléfono en el hospital.

—¿Ella está bien? — pregunté temeroso de la respuesta

—Será mejor que vengan y si pudieras decirle a Alex, nosotros estamos...— se escucharon voces de fondo discutiendo — Debo colgar

Y antes de que pudiera decir algo más la rubia ya estaba tomando uno de mis pantalones, metiendo dentro mi camiseta blanca, la cual ya llevaba puesta. Ató su cabello en una coleta alta y bajó corriendo.

—¡Brooke!

—¡Debo ir al hospital!

Tomó las llaves de su auto, sin embargo, cuando estaba por salir la detuve aferrándome a su brazo.

—Cálmate

—Ella me necesita

—Y está bien, ¿pero no crees que es algo dramático salir corriendo descalza?

La rubia bajó la vista a sus pies desnudos y no pude evitar reír, subió rápidamente a buscar unos zapatos, y luego de cinco minutos volvió al piso de abajo, justo cuando el timbre sonó.

— ¿Quién viene a una casa a las dos de la mañana?

Ella se acercó a la puerta

— ¡Oye podría ser un ladrón! ¡O un asesino!

Soltó una risita y al abrir mi tío nos recibió con una sonrisa adormitada.

—¿Qué haces aquí?

—Yo lo llamé— dijo Brooke

Error inevitable (2) [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora