SONG: FETISH - SELENA GOMEZ
"Los juegos pueden tornarse peligrosos cuando ninguno está dispuesto a perder"
MICHAEL BROWN
Cada cuatro de julio es una fiesta sin importar el estado en que él te encuentres, el cielo se transforma en una pintura caótica, en una explosión de colores, estallidos por doquier, tan sonoros que por momentos te quita la audición, es todo un bonito y encantador desorden.
Algo similar era besar a Brooke, aunque triplicado. Era abrumador porque ella no solo estaba probando mi boca, se estaba adueñando de mi alma, y era la única a quien se la entregaría sin detenerme a pensarlo.
La rubia movía sus manos con desesperación por mi pecho, como si necesitara cerciorarse de que estaba allí con ella. No la culpaba, yo necesitaba lo mismo, estar seguro de que no era un sueño y que de verdad había dejado caer las barreras que nos mantenían separados.
Aprisioné su cuerpo contra el carro, ella jadeó ante la sorpresa y me permitió profundizar más el beso, levanté su pierna izquierda enganchándola en mi cadera, tenía su centro chocando con mi erección y aun así la necesitaba tenerla más cerca. Deslicé la mano por el interior de mi camiseta, solté un gruñido al sentir uno de sus picos fruncirse bajo mi toque
—No llevas sostén— murmuré atónito
Ella sonrió sobre mi boca.
—No me digas que te molesta— arrastró sus dientes por mi labio inferior
Estrujé uno de sus pechos con fuerza, ella soltó un quejido. Esbocé una sonrisa y volví a besarla. El sabor de sus labios era embriagador. Era una mezcla dulce y agria, un deje de vainilla intenso y otro mentolado. Su sabor era tal y como su personalidad, una guerra entre su niña buena interior y la chica mala que aparentaba ser.
Brooke comenzó a frotar su intimidad contra mí y supe que este era el límite. No iba a follarla en un maldito aparcamiento, no la primera vez al menos.
Me aparté y caminé de nuevo al hospital, ella permaneció recostada en la puerta de la camioneta intentando recuperar la respiración, poco después me siguió.
—Que...
Me dirigí a la recepcionista del lugar.
—Hola, buenas noches— saludé, pero la mujer soltó un bufido y me ignoró —Oiga quería saber si...
La mujer se levantó e intentó irse, pero la rubia la tomó por el brazo, obligándola a detenerse.
—Es de muy mala educación, no contestar cuando le hablan.
Advirtió Brooke en un tono gélido, la mujer la miró y tragó en seco.
—El chico le estaba intentando decir algo. No nos iremos hasta que lo haga, y eso es un problema, ¿sabe por qué? Porque quiero follarme a ese chico bonito.
¿Era posible que aquella faceta de chica mala me pusiera más caliente que incluso el beso? Joder, al parecer sí, porque sentí como mi erección crecía dentro de mis pantalones.
Las mejillas de la mujer se enrojecieron y volvió su vista hacia mi menos atemorizante.
—¿En qué puedo ayudarlo?
—Quería...— me aclaré la garganta, no podía apartar la vista de la rubia —Saber dónde podía pedir un taxi
Los ojos se la rubia se entrecerraron.
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Error inevitable (2) [EN PROCESO]
Romance[SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA "ERRANDO POR AMOR"] Ella en la cama era ardiente como las llamas, en el amor fría como la escarcha Él tenía pareja, pero su corazón a ella no le pertenecía Ella nació en Seattle Él se mudó a los siete años Ella era de las b...