Piloto

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—Yeong, hora de levantarse

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—Yeong, hora de levantarse.

La fémina suspira con pesar, sabe que está mal, pero, en su defensa, no es la persona correcta para cuidar de un menor. Así que, lo acepta, esa actitud que se muestra en la protesta de la que es testigo.

Su hermano menor está haciendo un berrinche, se había envuelto entre las sábanas para no ir a la escuela. Una actitud infantil que era de esperarse de su parte, luego de faltar algunos días era evidente que se crearía una costumbre, una que no va a tolerar.

Remanga su vestimenta superior, teniendo cuidado de arrugar su uniforme, aunque, de todas formas, nadie se daría cuenta de un detalle tan estúpido. La castaña se abalanza sobre el pequeño montículo, Yeong no escaparía tan fácil, si ella debía ir a estudiar, él también.  

—¡No! ¡No quiero! ¡Vamos ______, prometo portarme bien!

Las risas de su hermano menor invadieron la habitación, un sonido que provoca una sonrisa en el rostro de la nombrada. Las cosquillas es algo que ambos no soportan, pues se desparraman como si sus cuerpos sufrieran un ataque. Pero es la única manera de que ese pequeño ser saliera de su escondite.

—Sabes que no es cierto, pequeño saco con patas.

—¡No soy pequeño!

—Sí que lo eres—_______ se detiene, volviendo a suspirar, su corazón latía, sí, era agradable no tener a su padre en casa, de lo contrario, hacer ese nivel de ruido significaría una sentencia de muerte—¿Acaso no quieres a tu hermana?

—¡No se vale el chantaje emocional! ¡Sabes que soy débil!—el menor sale de entre las sabanas, inflando sus mejillas en modo de protesta.

—Sí, sí, ahora ve a lavarte la cara o la niña que te gusta no te hará caso—desordena los cabellos azabaches de su hermano con cariño, no iban tarde, ambos llegarían temprano, así que podrían desayunar con normalidad—Alisté tu uniforme, y el desayuno ya está servido, apúrate si no quieres comer solo.

—¡Voy!

Ver a su hermano correr de un lado a otro, como una pequeña hormiga, es gracioso y aliviador. Después de todo, recuperaba su energía por completo luego de haber enfermado, un suceso que le generó ansiedad, y la llevó a amanecerse cuidando de él, a la vez que trata de mantenerse al margen con su instituto.

Correr con su hermano en brazos, con la luna en alto, y soltando súplicas fue la peor experiencia que pudo imaginar en su momento. De un momento a otro la fiebre empeoró, y dejando todo, intentó pedir ayuda en ese desespero que la hizo sentir una inútil por completo.

Su padre, como era de esperarse, no se encontraba en casa, y si lo hubiera estado, no sería de ayuda, no cuando ni siquiera les dirige la mirada. Pero estaba mal, ver a Yeong entrar a urgencias, y no poder soltar todo lo que su disfuncional cuerpo experimentaba al pensar que era su culpa que su hermano hubiera colapsado de esa forma, la obligaron a llamarlo.

All of Us Are Dead | [OC x Lee Su-Hyeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora