Capítulo 3

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Dos bebidas enlatadas se colocaron en el mostrador. La castaña solo suspiró, ¿debía seguirle el juego? La despedirían por agredir a un cliente, pero se sentiría satisfecha por haberlo hecho, una satisfacción propia que desea experimentar cuando ve Su-Hyeok sonreír.

—¿Desea una bolsa?—sus palabras son forzadas, al igual que la sonrisa.

—Sí, gracias—el azabache sabe la cantidad exacta, siempre va por lo mismo—¿Y Yeong?—pregunta ala no ver al menor correr por los pasillos, su ausencia era notoria, pues _______ no sonreía. 

—Está en la casa de uno de sus amigos, lo recogeré cuando termine mi turno—pasa las bebidas, y se detiene antes de finalizar con la boleta, él era así, pedirá algo más al último momento.

—En ese caso, espera, espera, esto también.

Ahora una bolsa de frituras se posa en el mostrador, la castaña asiente terminando de pasar las frituras y aceptando el dinero. Luego de unos segundos, retira la boleta y entrega su vuelto.

—Gracias, supongo... ¿Qué haces?—pregunta al verlo detenerse por completo, estar en medio en un pasillo no era normal.

—Te espero, tu turno termina en menos de un minuto.

Ella mira al reloj, tiene razón, solo es cuestión de tiempo para que termine su turno. El timbre suena, y el cambio se debe de dar. Su-Hyeok había aprendido esos horarios, estar sola, y a esas horas era peligroso, así que le cuidaría la espalda, a ella y a su hermanito. 

Aunque tal vez debería estar estudiando, los exámenes se acercan, y a diferencia de la persona a la que está esperando fuera del supermarket. Las matemáticas se le quedaban. No por completo, si lo dijera, ella lo golpearía, le diría que fuera a su casa para evitar jalar un curso, pero desea estar allí, más de lo que ella pudiera creer.

Piensa en diferentes ámbitos, puede pedirle ayuda, ella no desea estar en su casa, y él necesita una tutora para no desaprobar los exámenes de matemáticas. Podían ayudarse mutuamente, incluso estaba dispuesto a que Yeong se mantuviera con ellos, sería una propuesta a la que ella no podría negarse.

Balancea su cuerpo en un momento de aburrimiento, las calles son solitarias a esas horas, y un tanto oscuras. No se arrepiente de estar allí. Tararea una canción, y vuelve a balancearse, esperar es aburrido, pero la razón de hacerlo lo hace cambiar de opinión.

Escucha un, "Gracias, cuídese también", _______ sale luego de eso, sin llevar puesto ese chaleco de empleados y su cabello amarrado. Lo mira con neutralidad, y solo avanza, algo a lo que está acostumbrado, no es la primera vez que la acompaña a casa, tampoco sería la última.

Avanza, dando largos pasos para poder estar a su par. Busca en su bolsa de compras la bebida que compró, y se la entrega, era un obsequio por haber trabajo arduamente. Ella lo acepta, abriendo la lata, para luego maldecir en silencio al sentir la bebida demasiado fría. Su-Hyeok ríe, siempre pasaba lo mismo, ¿por qué aún caía en eso?

—Toma, déjame ayudarte—intercambian sus cosas, _______ llevaba la bolsa, y Su-Hyeok mantenía la lata gélida entre sus manos, la estaba calentando para ella.

—Te dije que no era necesario que me acompañes—la castaña abre la otra lata, imitando a su contrario, ambos no soportaban las bebidas heladas.

—Y yo te dije que estaba bien, pero si quieres recompensarlo, ayúdame en una materia.

—Siempre necesitas ayuda en una materia—ella sabe que no es el mejor estudiante, pero intenta serlo, eso es un gran avance, quiere creer—¿Matemáticas, verdad?

—¡Sí! ¿Cómo lo sabes?—el azabache la mira expectante, ¿acaso estaba pendiente de él? Esa idea hacía latir demasiado a su pobre corazón.

_______ no piensa decir que su actuar es evidente, era imposible que ninguna persona se diera cuenta de que había desaprobado, era más, la mayoría esperaba ese resultado.

All of Us Are Dead | [OC x Lee Su-Hyeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora