Reencarnación en: Malefica

004 - Humanos

La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Durante todo el año siguiente al incidente del invierno, las incursiones por parte de los humanos aumentaron, solo para provocarnos, lo que es extraño.

Antes, Maléfica solo los alejaba y cuando le hacían daño a alguien, ella y las criaturas oscuras los ahuyentaban pero no mataban a todos. En cambio ahora los hemos estado matando, supongo que quieres una excusa más que la codicia para tratar de conquistar el Páramo.

Además de deshacernos de estas personas, hemos entrenado nuestra magia, yo puedo controlar los elementos: fuego, tierra, aire y agua, además haciendo un experimento con el viento provoque rayos. Si incluimos los estados en los que puedo meter y alterar las propiedades físicas de estos elementos, tengo grandes capacidades mágicas.

Por otro lado, Maléfica ha entrenado más su magia, hechizo y maldiciones, constantemente se burla por no poder hacer lo que ella hace pero acaba en una persecución aérea. En estos entrenamientos la convencí de que volviera humanos a algunos cuervos para que nos ayudarán a espiar a cambio de maíz.

Gracias a esto nos enteramos de que todos los ataques fueron planeados por el rey y que planea un ataque masivo en primavera.

- Balthazar y los demás quieren hacerse cargo -dice Maléfica parándose a mi lado -, dicen quenestonno será como los típicos criminales qué vienen regularmente.

- Tenemos que poner una barrera -digo pensando si involucrarme o no-, aunque no participemos ayudaremos.

- Puedo crear un muro de espinas -dice maléfica sacando un tallo enfrente nuestro -, tú podrías poner un muro de piedra detrás o algo.

- Es una buena idea -digo dándole un pulgar arriba-, pero podría hacer tus espinas a prueba de fuego.

Decididos empezamos a crear muros en la frontera del reino del rey John. En la costa no es tan necesaria pero decidimos poner una pequeña barrera hasta la isla dónde vivía nuestra raza.

Claro esto toma mucho tiempo, cuando están saliendo las primeras flores y la nieve se ha derretido casi por completo apenas hemos llegado a la frontera con el reino que quiere atacarnos.

Decidimos descansar ya que según los cuervos si faltan semanas y aunque quieran atacar rápido, les tomaría un par de días.

Decidimos dar un paseo y al descender un poco es cuando el trío de hadas coloridas nos avisa que atraparon a un humano en el pozo de las joyas.

Rápidamente colamos hacia ellos y los vemos acorralar al que debe ser el pequeño Stefan.

- Me gustaría manejarlo está vez -dice Maléfica determinada-, no lo mataré ya que solo intentó robar joyas, si le hizo daño a alguien, me haré cargo.

- Si lo deseas… está bien -digo sin preocuparme, ya no es ingenua.

- ¡Sal de ahí! -pide Malefica- ¡No te haremos daño! -asegura a la persona que se oculta.

- ¡No! -grita alterado- Ellos me mataran, además… son aterradores.

- Eso fue grosero-se queja Maléfica-, no te preocupes Balthazar tienes un encanto clásico -consuela al árbol -, no es correcto robar, pero no matamos por ello ¡Ahora sal!

Cuando Stefan sale, al darse cuenta de que era un niño decide ser menos severa y después de darle la joya y regresarla al pozo, lo llevamos al límite del Páramo.

A diferencia de la historia original, no se despiden con la mano y solo le advertimos que no regrese.

- ¿Estuve bien? -pregunta Maléfica con un deseo de aprobación evidente en su mirada.

- Maravillosa -digo acariciando su cabeza-, mañana terminaremos el muro ahora hay que dormir.

Pocos días después, vuelve a aparecer Stefan y ya que por el momento no tenía malas intenciones lo deje pasar. Aunque poco dura esto ya que intentó tocarle las alas a Maléfica y es muy cuidadosa haciendo que se fuera enojado por alguna razón. Los cuervos al seguirlo descubrieron que quería una pluma para venderla. Eso hizo enojar a Maléfica, entendió que quería dinero pero no lo permitirá, así que prometió escuchar pero pensar lo peor de los humanos,aunque los conozca o sean niños.

Unos días después terminamos el muro y para desgracia del ejército, un día antes de que marcharán en nuestra contra.

- ¡Mi general construyeron un muro! -dice el soldado que que iba al frente y regresó para informarle - ¿Que hacemos?

- Traigan aceite y antorchas, también algunas catapultas ¡Rápido! -ordena el general cabalgando hacia el frente.

Mientras tanto, Maléfica y yo estábamos viendo todo desde el árbol las criaturas oscuras estaban preparadas para atacar, bajo el comando de Balthazar.

- Se están preparando -digo pensando en una idea que será una justicia poética-, Maléfica… ¿Me harías un favor?

- Puedes pedirme lo qué quieras -dice mientras hace un saludo militar. No debimos espiar tanto a los humanos.

- ¿Podrías hechizar los muros para que cada vez que ataquen, los muros se extiendan hacia ellos? -preguntó sonriendo.

- Por supuesto -dice algo confundida-, pero… ¿Por qué?

Algo curioso de los muros es que logramos hace rlas espinas de roca sólida de color negro, pero parecen plantas comunes pero de tamaño descomunal.

- Es simple -le respondo y procedo a explicarle -, ellos están aquí para conquistarnos y a nuestra gente la venderian cómo fenómenos o la matarían, además ya viste la reacción de los bandidos antes, a nosotros nos esclavisarian -se que sabe que sería algo más siniestro pero no me gusta decírselo-, lo que hará el muro es reflejar su intenciones…

- Entiendo eso -dice pensándolo y sonriendo malvadamente-, será divertido…

Le tomará tiempo al hechizo hasta que abarque todo el muro, además de que será cansado para Maléfica, por está razón trato de bombear mi magia hacia ellaiwntras básico más del ambiente, es difícil porque lo segundo casi no lo he intentado.

Justo cuando vemos las catapultas acercarse el hechizo termina y un fuego dorado empieza a entenderse para desconcierto y consternación del ejército humano.

Los ataques no solo se concentraron en un punto, decidieron atacar todos los puntos posibles, las llamas cubrieron gran parte del ancho del muro.

Mientras celebraban el ver arder la barrera que impedía su 'inminente victoria', el hechizo de Maléfica empezó a actuar extendiéndose por todo el pequeño valle.

Aterrados, huyeron mientras lograban lanzar las últimas cargas de las catapultas, en la huida las criaturas oscuras aparecieron por detrás y solo una tercera parte del ejército se salvó, entre el ataque de las criaturas y el muro que avanzaba sin preocuparse si había soldados rezagados.

La victoria de hoy nos trajo unas cien hectáreas conquistadas que en cuestión de unas horas fueron llenadas con vegetación y algunos habitantes del Páramo que disfrutaban de espacios abiertos.

- Espero que sea la última guerra -digo aunque sé que es imposible-, no me importan, pero prefiero no cruzarmelos.

Maléfica solo asiente y regresamos a nuestros hogar, y aunque ninguno lo dice… esperamos otro ataque….

...

Continuará...

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