07. The Walk Of Shame

5.5K 346 24
                                    

━━━━ CHAPTER SEVEN ━━━━La caminata de la vergüenza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━ CHAPTER SEVEN ━━━━
La caminata de la vergüenza

Advertencia ⚠:
Este capítulo contiene escenas +18 y lenguaje explícito, leer bajo su propia responsabilidad y con discreción
Quién no se sienta cómodo, puede saltarse el cap y nos estaremos leyendo hasta la próxima actualización

Las amo, disfrútenlo ❤️

Las amo, disfrútenlo ❤️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAMILLA

En el último par de años tuve aventuras esporádicas, polvos de una noche de los cuáles poquísimas veces me quedaba hasta la mañana siguiente. Por lo que sí, me consideraba una experta en escapar. En realidad no era tan complicado como lo hacían ver, solo tenía que asegurarme de seguir unas simples reglas: no hacer ruido y no dejarme nada.


Sin embargo, esta mañana eso me estaba resultando un poco misión imposible. Primero por mi estúpido pulso que se había elevado hasta el cielo ni bien miré por sobre mi hombro y me encontré con Carlos, tumbado boca abajo con la sábana blanca cubriendo la parte inferior de su cuerpo.

La has liado parda, Camilla. La has liado.

Apreté los ojos con fuerza, mala idea porque inmediatamente me vinieron todos los recuerdos de anoche, todo, absolutamente todo porque hasta para eso soy estúpida. Ni siquiera bebí demasiado. No iba borracha así que no podía culpar al alcohol de lo que pasó. No tenía excusa.

Quería follarmelo y eso hice. Ahora tocaba poner la cara... No ¿Poner cara? ¿De que mierda hablas, Camilla? Poner cara un cuerno, no vas a quedarte aquí a despertarlo con un beso y darle los buenos días. Más faltaba, recuerda que es el tío que te rompió el corazón y ni disculpas te ofreció.

No había notado que tenía su brazo en mi cintura hasta que intenté salir de la cama y tiré un poco de él, provocando que se removiera en su sitio.

Por favor, no despiertes. Por favor, no despiertes.

Era mucho pedir ya que Carlos no era un hombre con el sueño precisamente pesado pero tenía fe. Fe en mí y en que todo lo que hicimos ayer mínimo lo desgastó un poco como para dormir hasta tarde.

𝐅𝐔𝐆𝐈𝐓𝐈𝐕𝐎𝐒 - [Carlos Sainz] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora