Mi cumpleaños número trece y lo pasé tan solo con Nuria y Natu en mi casa, quienes se encargaron de alegrarme el día. Ésta vez no habría cena familiar ya que estaban muy ocupados con el trabajo. Esto no me entristecio tanto al saber que y iba creciendo y que las cosas tambien estaban cambiando.
Terminamos de cenar pizza cuando Natu ya se tenía que ir a su casa. Ella hacía danza y no podia negar que era una de las mejores bailarinas que había en la academia. Nuria por su parte se quedó un rato más conmigo mirando una película. Cuando terminó, pidió que la vayan a buscar porque a esas horas de la noche ya se estaba haciendo peligroso. Agradecí mucho que viniera y que esta vez haya sido diferente a mis anteriores cumpleaños, ya que siempre se iban temprano por la cena que hacían mis padres para festejar.
Justo antes de entrar en la ducha y estando sin ropa había notado lo que cambió mi cuerpo, no solo pot el ejercicio, también por el cambio hormonal que estaba teniendo. Me visualice una y otra vez frente al espejo, de arriba a abajo y no podía creer que ya tenga piernas, gluteos y torso tan bien formados. Tan solo casi unos tres años practicando un poco de defensa personal y ya me veía toda una chica bien formada de pies a cabeza. Y admito que me empezaba a sentir muy bien conmigo misma.
Terminé de ducharme y me puse mi pijama de seda color turquesa. Consistía en un short y una blusa suelta. Al recostarme, recogí mi móvil (regalo de mis padres al cumplir los doce) y cuando vi la hora, pensé que era bastante temprano para dormir. Ya que al otro día no tendría clases porque es sábado. Me levanté y fui al living a mirar un poco de televisión, cuando coloco en Discovery. Recuerdo que daba un programa de ciencia y de las posibilidades de una persona, en estado físico. Sobre lo que podía llegar a hacer o no. Justo cuando aparece de las velocidades de que una persona puede llegar a correr, de los que hacen atletismo o esos tipos de deportes, me sentí tan encantada con esa información que a partir de ese día haría todo tipo de de deporte.
Y así llegó el lunes. Había clases y hacía muchísimo calor, era una temperatura que podía llegar a derretirse. Ésta vez me dispuse a llevar pollera al colegio, y no pude evitar no mirarme en el espejo y ver mis piernas realmente formadas y mi panza tan plana. Me sentía realmente sexy. Mi cabello negro hasta la cintura y ojos color verdes casi celestes deslumbraban. Me había visto un rato más en el espejo hasta que recordé que tenía clases.
Al llegar y ver que la mayoría o casi todas de las chicas habían llevado pollera me dispuse a ver si había alguien como yo, que se encargaba de su cuidado físico. Al no ver ninguna así, me deprimi, pero una sensación de especialidad me invadió, ya que al ser la única chica con ese tipo de físico llamaba la atención y todos se me quedaban mirando. No solo se notaba como los chicos me miraban, sino que las chicas se me acercaron a hablar y eso era algo que me gustaba.
Así finalizó la primera clase y era hora de el recreo. Me dirigí hacia el kiosco de el colegio para comprar algo algo presiento una mirada puesta en mí, no solo me llamó la atención, fue cuando lo reconocí. Thomas... acercándose a mi con su mirada fija y pasos firmes. Le devolví la mirada algo confusa.
-Que raro es encontrarte. Te cambiaste de colegio por lo visto -dije apuntando al logo de la camisa.
-Si, mi padre insistió en que es un buen colegio y esas cosas -lo dijo mirando a otro lado y trate de seguir su mirada, y vi, todas las chicas mirándolo. Ya sea pequeñas, grandes, edad media o adultas, era alguien quien llamaba mucho la atención. No voy a negar que me atraía y mucho, en todos los puntos en donde lo mires era realmente atractivo.
-Ajammm... le dije pareciendo interesada y así logré llamar la atención y que me mirara. Era realmente inevitable no mirarlo aunque hacía lo posible porque no se notara.
-Así que... ¿Vas a comprar? -dijo apuntando a todos los chicos desesperados y empujandoae para que los atiendan.
-Oh no, se me ha ido el hambre -dije rascandome la frente.
-Bien -dijo mirando a los chicos aún- oye... no conozco a nadie y tampoco conozco mucho el colegio, te molestaría mostrarme un poco, es bastante grande. -su cara mostraba algo de miedo al decir aquello de que no conocía a nadie.
-Creo que no hay problema. Vamos -le indiqué en un gesto de que avanzara primero.
Llegamos a la sala de música y le mostré cada uno de los instrumentos que había cuando noté el brillo en su rostro al ver un piano en una de las esquinas de la habitación. Corrió a sentarse en el banco y comenzó a acariciarlo como si fuera la cosa más delicada del mundo. Yo solo lo observaba cada movimiento que él hacía. Como sus dedos rozaban las teclas hasta que empezó a tocar una música lenta y calmada. Cambié mi postura y me senté alado de el admirandolo, era realmente bello verlo y escucharlo tocar. Deja de tocar, de da la vuelta y me queda mirando, estaba tan cerca que mis mejillas se pueron rojas y empezaba a sudarme las manos.
-Eres muy bonita Fran... -me miraba a los ojos y no podía dejar de mirarlo yo a él. No podía creer que después de todo el tiempo que nos conociéramos fuera a pasar esto-.
Me quedé inmóvil sin saber que decir. Sentía el calor de mis mejillas apoderarse de mí. Empezó a acercarse e hice lo mismo hasta que nuestros rostros quedaron a tan solo unos centímetros. Lo di, mi primer beso fue fantástico y con la persona menos pensada. Se separó y me tomó de la mano y así, salimos de la sala de música a clases, que ya estaban desde hace rato.
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Holi holi que ondi
Primero que nada, me tardé. Prometo subir mas de seguido. I'm promess
Besotes. Nahia♡
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Sorprendente Pasado
AléatoireFranccesca O'Donnel es una chica que tiene un presente maravilloso, pero su pasado no lo es tanto. Ahora que los amigos que son como su familia no están seguros ella debe protegerlos y es por eso que va a tener que sacar a la luz lo que ella fue, es...