Lunes 15 de Mayo
- De nuevo pareces estresado. -
Se encontraba sentado sobre uno de los escritorios, tan solo mirando a la nada, el chico a su lado soltó su mano y segundos después la luz se encendió, logrando cegarlo por algunos segundos.
- Lo siento. -
Pero Jungsu no dijo nada, se limitó a suspirar con pesadez a la par que arreglaba su camisa.
- Creo que quiero hacerlo. -
Dijo bajito, aunque no lo suficiente como para que el peli naranja lo pasara por alto.
- ¿De nuevo? -
Junhan sonrió burlón, acercándose a él y posando sus manos sobre las piernas de Jungsu con delicadeza, logrando que no pudiera evitar sonreír ante el comentario.
- Me refiero a lo que me dijiste la vez pasada. -
Respondió riendo, intentando ignorar el sonrojo que se apoderaba de su rostro lentamente.
- Oh, te refieres a eso. -
El menor pasó su lengua por sus labios, fingiendo decepción ante la respuesta de Jungsu, pero tomando su mano de igual forma.
- ¿Eso es lo que te tiene tan pensativo estos días? -
Jungsu no quería aceptarlo, pero le habían preguntado tantas veces que era lo que le molestaba esos días, que incluso podría vomitar de solo pensarlo. No es que se sintiera comprometido con el peli naranja, pero su cabeza no podía dejar de imaginarlo una y otra vez, y en cualquiera de los escenarios que creaba terminaba por encontrar un final prometedor.
- Eso creo. -
El contrario asintió en silencio ante su respuesta, mirando el piso de la habitación.
- No debes hacerlo si no estás seguro. -
La voz de Junhan retumbó en su cabeza, llegando a rincones que Jungsu ni siquiera sabía que existían.
- No creo que comprendas, Junhan. -
El nombrado lo miró en silencio, subiendo ambas cejas con algo de sorpresa.
- No se trata de querer hacerlo, si se trata de ti entonces es una necesidad. -
Se miraron en silencio por algunos segundos, hasta que Junhan terminó por desviar la mirada, y la sonrisa del rubio apareció debido al sonrojo en el rostro ajeno.
- Si es lo que quieres entonces hagámoslo. -
La mano libre de Jungsu tomó la barbilla del contrario, obligándolo a mirarlo fijamente.
- También quieres hacerlo, ¿Cierto? -
Ambos se quedaron en silencio, silencio que la risa de Junhan rompió.
- En realidad... Puedo hacer cualquier cosa que pidas, Kim Jungsu. -
Sonrió de lado, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho, ¿Así se sentía estar enamorado? Porque el sentimiento era tan nuevo que podía sentir adrenalina cada que lo recordaba.
- No digas cosas que no son ciertas, Junhan. -
Se estaban mirando fijamente, y los ojos del peli naranja parecían tan profundos que por un segundo Jungsu olvidó que es lo que estaban hablando.
- ¿Cómo sabes que miento? -
Dijo bajito, sabiendo que no era necesario subir la voz debido a la distancia a la que se encontraban.
- Siendo sinceros, Jungsu... Ya nada puede lastimarme más de lo que mis padres lo han hecho. Puedes tomar mi corazón si gustas, lo hiciste antes de siquiera notarlo. -
Y esas palabras fueron suficientes para que los vellos de su nuca se erizaran y un pequeño escalofrío recorriera su cuerpo. Parpadeó con rapidez, sintiendo su cuerpo debilitarse levemente.
- ¿Te puse nervioso? -
Los labios de Junhan tocaron los suyos con rapidez, había sido un beso corto, pero suficiente para hacer que ambos se giraran con una sonrisa en el rostro.
- ¿Cuándo deberíamos comenzar? -
Junhan parecía una persona sencilla, siempre diciendo lo que pensaba o haciendo lo que su corazón le pidiera, pero sabía que dentro de todos los hilos de pensamientos que había en él se encontraba un pequeño chico que buscaba un lugar tranquilo donde sentirse seguro, y de cierta forma Jungsu agradecía poder formar parte de él.
- ¿De verdad lo harás? -
La voz de Junhan parecía sorprendida, pero más que eso Jungsu podría decir que se escuchaba esperanzada. Se miraron fijamente, y sin poder evitarlo el rubio sonrió, porque Junhan era ese pequeño espacio en el que él podía sentirse seguro.
I'll horribly steal your heart and dominate you
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Eleutheria | JungsuxJunhan
FanficEleutheria: Del griego. Que implica una "libertad para". Su vida no solía ser la más interesante, mucho menos la más divertida, pero había algo en el chico frente a él que lo hacía sentir como si estuviese en peligro, algo que lo hacía pensar en ab...