Real Boy

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Permaneció en silencio, tan solo mirando a la nada, pensando en lo difícil que podría ser la vida de cualquier persona que viviese en ese lugar.

- Después de ver el lugar donde vivo, creo que puedes adivinar que mis padres no necesitan un hijo homosexual, mucho menos lo desean. -

Rio levemente, pero Jungsu pudo notar el vacio y la tristeza en el rostro contrario.

- Mi padre lo descubrió... Poco después de que besara a Jiseok. -

Giró la cabeza de inmediato, mirando el perfil de Junhan en silencio.

- ¿Besaste a Jiseok? -

- Si. -

Respondió riendo un poco.

- Para ese momento yo apenas y conocía a alguien en la universidad, y Jiseok había sido tan amable conmigo que no pude evitar hablarle de mi confusión, y él simplemente me comprendió, así que decidimos probar algo nuevo. -

Se detuvo por algunos segundos, y Jungsu pudo adivinar que estaba recordando.

- Nos besamos detrás del edificio, fue realmente terrible. -

Comenzó a reír con sinceridad, y su rostro se giró para poder mirar a Jungsu.

- No me mal interpretes, Jiseok no es mal besador, pero fue como besar a mi hermano. Me hubiera gustado que estuvieses ahí, ambos nos sentimos tan incómodos que no hablamos por una semana. -

- ¿De verdad? -

El menor asintió con la cabeza, mirándolo fijamente.

- Tuvimos que volver a hablar porque Seungmin nos vio, y Jiseok no podía soportar que el chico que le gustaba pensara que estábamos saliendo. -

Una vez más sonrió, y el corazón de Jungsu se sintió cálido.

- Así que esa es la razón de que los moleste tanto. -

- Así es, aunque nunca he visto que le diga nada a Jiseok. -

Se acomodó mejor en la cama, quedando justo frente al cuerpo de Junhan, permitiéndole estar más cerca de él.

- Dos o tres días después de eso fue cuando mi padre se dio cuenta de que era gay, y puede que pienses que lo hizo porque descubrió que besé a Jiseok, pero en realidad solo fui descuidado. -

Junhan hizo un leve puchero.

- Ninguna de las puertas de esta casa puede cerrarse por completo, así que un día entró aquí por la noche. -

Levantó las cejas confundido, y no fue hasta que los ojos de Junhan se lo dijeron que captó a lo que se refería.

- ¿Estabas masturbándote? -

- Al menos eso pretendía. -

Contestó riendo.

- Estaba viendo un video que no era del todo heterosexual, y mi padre no lo tomó muy bien. -

Ambos estaban sonriendo, pero por alguna razón la atmosfera comenzó a apagarse, y Jungsu comenzó a sentir pesadez.

- Me tomó del brazo como nunca antes lo había hecho. -

Dijo Junhan bajito, su sonrisa comenzó a desvanecerse, y su dedo índice se movió en el aire, acompañando su anécdota.

- Me arrastró desde aquel escritorio hasta aquella esquina, y entonces comenzó a golpearme. Y no pude evitarlo, comencé a gritarle a mi madre, que no tardó mucho en llegar. -

Jungsu pasó saliva con algo de dificultad, y el contrario desvió la mirada, girando su rostro para poder mirar el techo nuevamente.

- Le pedí que me ayudara, y cuando por fin pudo tranquilizar a mi padre él la miró molesto. "Criaste un marica" lo dijo con tanto odio... Y justo después de eso mi madre comenzó a llorar, pero no lo detuvo nuevamente, "Lo siento, Hyeongjun, pero solo así encontrarás el camino" fue lo último que dijo justo antes de que mi padre se quitara el cinturón, y entonces sentí que todo lo que mis padres me habían dicho sobre el infinito amor del salvador era mentira, y con cada golpe un poco más de odio creció en mi corazón. -

Los ojos de Jungsu comenzaron a picar, y un nudo se alojó en su garganta, mirando como Junhan daba pequeños golpecitos en su pecho con mano, justo donde se encontraba su corazón, quería decir algo, pero las palabras no salían de su boca.

- Justo después de eso comencé a preguntarme si realmente estaba bien ser así, y no sé si lo pensé por miedo a mi padre o a mí mismo, pero fuera cual fuera la razón, una disculpa no fue suficiente para mis padres, porque según ellos yo ya estaba contaminado por el ser de los infiernos. -

Los labios del peli naranja permanecieron cerrados por algunos segundos, y la mano de Jungsu no pudo evitar acercarse al rostro ajeno, limpiando la pequeña lágrima que amenazaba con caer de su ojo.

- Antes de eso mi madre siempre me había dicho cuanto me amaba, repitiendo que me protegería de cualquier persona que quisiera dañarme... -

Sus labios se apretaron un poco, y Jungsu lo notó, porque su mano apretó la propia con fuerza.

- Le creí ciegamente, hasta que permitió que mi padre me llevara a la sanación, fue entonces que me sentí realmente herido. Mi padre nunca volvió a golpearme... Aunque en realidad tampoco volvió dirigirme la palabra si no era necesario, todo se resumía a una rutina en la que me obligaba a subir al auto y me obligaba a bajar en un grupo donde me ayudarían a sanarme. -

Sus manos se soltaron, y el cuerpo de Junhan se reincorporó en la cama, sentándose con lentitud.

- Jungsu... -

El nombrado lo imitó, mirando su perfil con nerviosismo.

- Si te muestro mi cuerpo, ¿Prometes no asustarte? -

Y él asintió convencido, aunque el nudo en su garganta le decía que probablemente no podría aguantar demasiado.

Junhan se levantó, desabotonando su camisa con lentitud. Por la cabeza de Jungsu pasaban mil y un cosas, pero en definitiva ninguna de ellas se acercaba en lo más mínimo a lo que estaba a punto de ver. La camisa del contrario cayó por sus hombros, y los ojos de Jungsu se llenaron de lágrimas de inmediato, entonces comprendió la razón por la que Junhan siempre se negaba a encender las luces cuando estaban juntos.

- Junhan... -

Sus manos se acercaron con lentitud a la piel contraria, rozando con delicadeza las largas marcas rojas en ella, cuidando no lastimarlo. Junhan dejó salir un pesado suspiro, sabiendo que tal vez Jungsu no merecía saber todo eso.

- Te lo dije antes, Jungsu. Nada puede lastimarme más que mis padres. -

Se giró lentamente hasta estar frente a Jungsu, sus ojos se encontraron con los ajenos, y su corazón se sintió pesado al notar la tristeza en el rostro del mayor.

- No llores. -

Dijo abrazándolo con fuerza, sintiendo pequeñas gotas tibias caer sobre su hombro.

- En realidad ya no me duele, no debes preocuparte por mí. -

Pero estaba pidiendo demasiado, porque los problemas de Jungsu ahora parecían chistes mal contados.

- Oye. -

Junhan se alejó de su cuerpo, y sus manos tomaron el rostro contrario con dulzura.

- Te prometo que estoy bien, yo sé que mis padres son los que están mal, y que todo mejorará en cuanto deje este lugar, no llores, por favor. -

Limpió las mejillas de Jungsu, mirando sus pequeños ojos hincharse, y la punta de su nariz enrojecerse.

- Jungsu, sé que todo estará bien, solo necesitamos estar juntos. -

Los brazos del nombrado se aferraron a su cuerpo, abrazándolo con fuerza.

- Prométeme que nos iremos muy lejos de aquí, Junhan. Que huiremos juntos y que nadie podrá encontrarnos. -

- Lo prometo. -

If you can cry real tears then you're gonna cry them all for me

Eleutheria |  JungsuxJunhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora