💔Diario de un Rompimiento 💔

NUESTRA HISTORIA

Te conocí desde que tenia 10años. Vivimos en el mismo barrio y en la misma calle. 

Mi infancia y adolescencia las pasé sin percatarme de ti en lo mas mínimo. Honestamente, no eras mi tipo.

Cuando entré a la universidad tu no estabas cerca porque te habías tomado un año sabatico, así que no te vi por mucho tiempo.

Despues regresaste y mostraste mucho interés en mí.

 Tu eras todo lo que mi yo adolescente hubiera soñado alguna vez: eras mayor a mi, tenias auto, motocicleta y eras mi vecino y amigo de la familia desde siempre.

Pero fuiste mas que eso. Y esas añadiduras a lo que eras, fue lo que me destruyó mas tarde.

Mi padre y el tuyo tenían una amistad envidiable. Se apoyaron siempre y eran incondicionales, en las buenas y en las malas. Cuando tu papá enfermó, mi padre le prometio que te cuidaría y te apoyaría en todo lo que necesites. Tu tenías un hermano, pero el estaba casado y vivía con esposa, y ademas, todos sabíamos que tu y tu padre eran como dos gotas de agua. 

El se preocupo mucho por ti y mi papa hizo la promesa de ayudarte siempre. 

Luego de la muerte de tu padre, mi papá estaba destrozado, pero trató de ser fuerte. Te visitaba constantemente, te ayudaba en el trabajo, te apoyaba en lo que necesitabas.

¿Crees que el haberme usado como tu pasatiempo fue una buena manera de pagar todo lo que hizo por ti?

No puedo asimilarlo.

Mi mente sigue sin poder concebir la idea.

Pero fue asi.

Todo el pasado que nos unía, todos los recuerdos que tenías con mi familia los desechaste.

No te importó jugar conmigo y destruir la relacion que tenías con mi padre.

Mi papa sigue visitándote, porque es fiel a su promesa, a pesar de que no lo merezcas, pero se que no es igual que antes.

Heriste a su hija y entiendo lo dificil que es para el verte y recordar las veces que he llorado en sus brazos por la forma en que todo acabo.

Lastimaste a más de una persona en esta relación, y lo peor de todo, es que nadie en mi familia es capaz de darte la espalda.

Somos demasiado masoquistas o altruistas como para dejarte a la deriva.

Así que aquí seguimos, con una herida punzante que no sana todavia y con una relacion de años debilitada por tus juegos.

A pesar de todo, no puedo odiarte.

No te entiendo y no te he perdonado aún, pero no te odio.