Si le hubiesen dicho a nuestro protagonista tan sólo un par de días antes que algunas criaturas de las historias de fantasía que su madre le relataba de niño eran reales, él no lo hubiera creído, ni de chiste. No fue hasta que vivió aquello en carne y hueso cuando dejó de dudar, casi por completo.
El evento que se menciona no ocurrió hace tanto, de hecho, Christopher aún se encuentra sentado en su nueva cama, balanceándose de un lado a otro con suma inquietud sin poder parar de pensar en lo de unas pocas horas atrás.
¿Fue real? ¿O definitivamente se está volviendo loco?... Pensándolo bien, está seguro de que si lo que sucedió resulta ser real, se acabará volviendo loco igualmente... En pocas palabras, la locura está asegurada, oh vaya que sí.
Chris llegó al pueblo apenas hacia un día con la intención de pasar unas vacaciones agradables en las que pudiera olvidarse de sus responsabilidades y preocupaciones.
Después de todo, tendría alrededor de dos meses sino es que más antes de reanudar su vida común, llena de estudios, posible trabajo y demás cosas que significan la vida adulta, algo bastante abrumador para el joven y en lo que realmente no quería pensar. De mientras, iba a descansar, despejar su mente, divertirse, entre otras cosas. Aprovecharía al máximo su tiempo vacacional, que a decir verdad le parecía muy poco a comparación de los largos periodos de estudio que venían para él, pero qué más podía hacer.A diferencia de su hermana, el chico se decidió por ir al pequeño pueblo, al que iba casi cada año desde niño y en el que vivían sus queridos abuelos, pues ya estaba cansado de todo el ruido de la ciudad como para ir unas vacaciones enteras a otra, en donde sí, el ambiente sería diferente, pero a la vez tan igual. ¿Qué caso tenía? A veces en serio que no podía entender a Hannah.
Sus abuelos fueron quienes lo recogieron del puerto, con mucha alegría y emoción, ya que habia pasado un tiempo desde que no veían a su nieto.
Al verlo lo alagaron por supuesto, principalmente con su altura y atractivo, sin mentir con lo último, porque de la estatura mejor ni hablar.—No sé si alguno de tus padres te haya contado que tu abuelo compró un bote hace poco. Es muy bonito... Lastima que haya sido una perdida de dinero —habló mirando a su esposo con breve enojó.
—Ya vas a empezar —bufó con molestia, sin dejar de caminar.
—Se desanimó porque según él no pesca nada, pero más bien no alcanza a atrapar peces por ser tan flojo y levantarse tarde.
Chan sonreía conmovido mientras escuchaba a sus abuelos discutir, eran tiernos al igual que las cosas por las que peleaban, porque aunque pareciera que no, se llevaban muy bien, siendo una de esas relaciones que ya han durado décadas junto al otro; algo admirable y tan lindo si se piensa detenidamente. Siendo sincero, Chris deseaba tener algo así algún día. Se imaginaba siendo feliz con y por esa persona y compartiendo esa misma alegría con la persona misma, amaneciendo todas las mañanas a su lado, apoyándose en cada paso ya fuera importante o por más mínimo que dieran y amandose con todo su ser... Pero aún no era tiempo, oh no; primero iba a estudiar, trabajar en el lugar de sus sueños y cumplir metas. El amor era algo que aún no sentía esencial u obligatorio en su vida, pues no había prisa. Y bueno, a decir verdad, quería disfrutar aunque fuera de un par de años como adulto soltero, sin responsabilidades más allá de las laborales y con mucha tranquilidad y diversión levemente libertina de por medio. En fin, temas adultos de los que definitivamente no quería hablar ni pensar todavía.
Sacudió su cabeza levemente para despistarse de todo pensamiento intrusuvo sobre el futuro que lo pudiera agobiar y giró su cabeza a su lado para observar el agua azul, admirando la belleza del mar y la calma que ese día presentaba. Tan bonito... Desde pequeño lo amaba, era como un enamoramiento que sabía jamás sería correspondido, pero no le importaba, Chan era feliz con sólo poder estar cerca de él, con respirar su típico aroma y sentir la brisa fresca, tan perfecta, como la playa en si lo era. De pronto se sintió inmensamente feliz por haber decidido ir a vacacionar ahí, le esperaban tantos días de tranquilidad y alegría, o al menos eso deseaba obtener.
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Inwaterland | Chanmin
FantasyChristopher Bang era un chico común que en un día de aburrimiento decidió ir a pescar, sin imaginar lo que se encontraría... O mejor dicho, lo que se encontraría con él. En el mar así como en la tierra, amar no es tan difícil si es con la persona (o...