El segundo día de trabajo fue menos estresante para el rubio, pues ya se estaba familiarizando con la forma en la que funcionaban las cosas al ser mesero, así que todo le fue un poco más fácil. Era cansado pero sencillo si se lo proponía y si no se estresaba en gran medida por cualquier problema pequeño que se le presentara. Como fuera, todo valdría la pena tarde o temprano, por Seungmin... Aunque aún no supiera bien cómo sería eso, ya que, sí, iba a a cumplir su promesa de casarse con él si todo salía como lo habían dicho, ¿pero cómo podrían siquiera vivir en la misma casa, por ejemplo?... Y, Seungmin podía respirar aire, ¿pero sería bueno para él estar todo el tiempo afuera del agua? ¿O tendría que comprar una bañera con rueditas para que pudiera desplazarse por la casa o en otros lugares?... ¿Podrían ir a otros lugares que no fueran su casa? Obviamente no.
Chris se sentía agobiado y demasiado triste al profundizar en eso, sinceramente no quería hacerlo mucho porque de sólo pensarlo le daban inmensas ganas de llorar al caer en cuenta de que no podría estar con su persona favorita haciendo cosas que se supone que uno tendría que poder hacer con normalidad. Por eso siempre evitaba el tema y el pensamiento en su propia cabeza, simplemente no analizaría mucho eso hasta que no tuviera qué hacerlo.En esa tarde llegó prácticamente corriendo a su casa para arreglarse velozmente como Seungmin le dijo que hiciera. Se bañó, se cepilló muy bien los dientes, se cambió con ropa casual pero presentable, se peinó dejando sus rizos muy lindos y se perfumó.
Al verse en el espejo, Chris se sintió al menos decente; era lo mínimo que tenía que ser al estar con alguien que era tan hermoso sin esforzarse como Seungmin.Cuando vio hacia afuera por una de las ventanas de su habitación, supo que era hora y salió de la casa en dirección al mar con emoción; ya quería ver qué había preparado su lindo prometido para él.
Caminó tranquilamente hacia al mar y tomó asiento en la misma parte de la orilla de siempre, esperando con calma a que su novio llegara. Chris tenía una pequeña sonrisa al pensar en Seungmin y esta sólo creció más cuando luego de un momento vio la cabellera castaña con mechoncitos rubios y esos ojos de cachorro tan hermosos asomandose en el agua.—Seung... —lo llamó con alegría y cierta curiosidad al observar que Seungmin no sacaba más que la mitad de su cabeza del mar—. Buenas tardes.
El más joven se quedó callado un instante, algo nervioso porque era obvio que Chris estaba esperando que se acercara para que le diera su besito en la mejilla como se estaban acostumbrando a que lo hiciera desde hacía algunos días, pero el tritón estaba angustiado y de pronto temió tanto por el hecho de poder ser rechazado por el rubio que por poco quizo salir huyendo de ahí.
—Creo que me estoy arrepintiendo de esto... —Comentó el más joven, saliendo sólo un poco más del agua para poder hablar—, no sé si te vaya a gustar cómo me veo.
—¿De qué hablas?... Tú siempre me vas a gustar como sea, Seung.
—¿En serio?
—Claro.
—¿Me lo prometes? —cuestionó inseguro, pero se calmó un instante después al ver que Chris le asintió con esa amabilidad que siempre lo hacía sentir tan seguro, cómodo y en calma—. De acuerdo, mira.
Seungmin se acercó más a la orilla y de pronto comenzó a salir del agua, pero no como las veces pasadas en las que tenía que apoyarse en sus manos para desplazarse por la arena, sino con piernas, piernas largas, con muslos rellenitos, blanquecinos y muy lindos. Chris las miró con increíble sorpresa, sin saber cómo reaccionar. Su mandíbula casi cayó al suelo de la impresión y sus ojos parecían querer salirse de sus órbitas.
¿Estaba soñando?
Ojalá que no.
Su mano se dirigió a su boca para cubrirla sin dejar de mirarlo, sintiendo después sus mejillas un poco calientes debido a la desnudez del menor la cual se dio cuenta que estaba observando más de lo debido, pero no se culpó mucho por eso, debido a que eso era lo que menos importaba en el momento.
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Inwaterland | Chanmin
FantasyChristopher Bang era un chico común que en un día de aburrimiento decidió ir a pescar, sin imaginar lo que se encontraría... O mejor dicho, lo que se encontraría con él. En el mar así como en la tierra, amar no es tan difícil si es con la persona (o...