Once

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Los chicos estuvieron en la playa un buen rato el cual fue bastante agradable para todos. La pareja de los mayores por su parte se quedó sentada en la orilla, la mayor parte del tiempo hablando tranquilamente, aunque en otros momentos compartiendo palabras coquetas con toqueteos juguetones de por medio. Mientras, los menores se hicieron algunas de las preguntas más comunes cuando se conoce a alguien, sin poder dejar de mirarse de una forma algo intensa, una que casi gritaba lo mucho que se habían gustado.

Chris observó su alrededor con una linda sonrisa un momento más hasta que la luna brillante llamó su atención y luego pudo notar el cielo que ya estaba bastante oscuro y con muchas nubes.

—Qué lindo el paisaje, más cuando volteó y veo que tú estás en él.

—Coqueto —rió Seungmin, con una bonita mirada hacia Christopher, quien le sonrió entre divertido y enternecido en seguida— oye, ya casi es luna llena.

—No se me olvidó —aclaró emocionado, acercándose a Seungmin en forma juguetona hasta recargar su cabeza en el hombro ajeno. Restregó su cara en él por unos segundos y luego se reincorporó, no sin antes dejarle un tierno beso en la piel suavecita del tritón.

—Ustedes me dan asco —se escuchó a la lejanía, causando que Seungmin le hiciera una mueca de molestia y que Chan se sintiera algo apenado.

Jeongin y Hyunjin los miraban con una expresión de desagrado pero también una sonrisa, por lo tiernos que eran, aunque jamás lo fueran a comentar en voz alta.

—Creo que ya fue suficiente por hoy —rió Chan—. Ustedes, vengan —llamó a los menores y una vez que ellos se acercaron, él los miró a todos, pensativo— creo que estaría bien que nos pusiéramos de acuerdo de cómo vamos a convivir, me refiero a los horarios.

—No podemos estar aquí los dos al mismo tiempo —dijo Seungmin— tenemos cosas qué hacer y se supone que nos vamos a cubrir en cada turno.

—Entonces es perfecto porque yo trabajo en las mañanas y vengo a verte en las tardes. Así que si puedes, ven en las mañanas —le dijo a Hyunjin, quien asintió casi en seguida.

—Siempre aprovecho para pintar en la mañana, pero ahora puedo hacerlo aquí, ¿te parece? —le preguntó a Jeongin, quien lo miraba con una sonrisa poco disimulada que demostraba su felicidad.

—Sí.

—Entonces así será... Pero, la verdad me preocupa dejarlos solos —dijo Chan.

—Sí, a mí también—dijo Seungmin.

—¿No tienen a alguien más que pueda venir a vigilarlos?

Jeongin volteó hacia arriba, pensando detenidamente— tal vez podamos decirle a...

—No somos niños, Chan —interrumpió el castaño más alto, con un tono firme— no vamos a hacer ninguna tontería.

El mayor lo miró fijo, por lo que Hyunjin no aguanto una risa después. Ambos sabían que Hyunjin era inteligente, pero que a la vez la definición de bobo le quedaba increíblemente bien en toda la extensión de la palabra. Sin embargo realmente no tenían de otra, por lo que debía confiar en ellos.

—Sí, está bien... Solo tengan mucho cuidado. No hagan mucho escándalo y no se alejen de aquí.

—A sus órdenes, abuelo —se burló el más alto, haciendo reír también al par de tritones.

Chan lo miró unos instantes con sus ojos entrecerrados y su cara sería. Pensó en reclamar por el chiste además de decir que se lo tomara en serio, pero luego creyó que era más que obvio, por lo que solo suspiró cansado y algo sonriente.

Inwaterland | Chanmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora