Capítulo 4: Vuestra líder sin miedo

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El reino de Vale, considerado uno de los reinos más pacíficos de Remnant y hogar de la legendaria academia Beacon, de dónde provenían los mayores héroes del reino. En realidad, este contaba con pocas ciudades importantes, siendo la más destacada la ciudad de Vale, que actuaba como capital.

Allí, dos jóvenes estudiantes paseaban por las calles, aunque una estaba claramente más emocionada que su compañera.

– ¡Weeeiss! ¿Te has divertido? Te dije que sería buena idea salir de compras.

– Ruby, no hemos comprado nada. Te has quedado mirando armas como una lerda.

– Es que son tan bonitas, pero tan caras... – Ruby Rose, llevando su característico vestido negro con falda roja y capa, suspiró deprimida. – Si tan sólo mi súper duper mejor amiga me quisiera hacer un regalo...

Weiss Schnee, heredera del imperio de Dust de su familia en Atlas, hizo un gesto de desagrado mientras se llevaba las manos a las caderas. – Lo primero, nunca vuelvas a decir "Duper" en mi presencia. Y lo segundo, no voy a comprarte nada, solo sabes usar tu guadaña.

Ruby empezó a caminar de espaldas, mirando a Weiss con sus grandes ojos plateados como si fuera un cachorro. – Pero son preciosas, quiero tenerlas en la habitación. ¿Te fijaste en las espadas? ¡Eso SÍ que era una katana! ¡Wagh!

Ruby, quién no estaba prestando atención a su alrededor, se chocó con un un viandante, cayendo ambos al suelo.

Weiss chasqueó la lengua. – Tendría que haberme quedado estudiando anatomía Grimm, pero no, Yang y Blake tenían que salir y ella también. Siempre te pasa lo mismo, Ruby.

– ¡Ay ay ay! – Ruby sentía que la cabeza le daba vueltas, pero se recuperó al instante. Levantándose a la velocidad del rayo, vio a la persona que había derribado. – ¡Perdón perdón perdón! ¿Estás bien?

El hombre, de unos treinta y largos años, rubio y vistiendo una gabardina y pantalones marrones se sujetó la sien.

– Dios... que voz más estridente tiene la cría...

El hombre, que iba leyendo un libro, lo recogió rápidamente cuándo enfrentó a Ruby con cara de pocos amigos. – Oye pequeñaja, mira por dónde vas...

El hombre se quedó sin habla, mirando a Ruby cómo si se hubiese dado cuenta de algo importante.

– Esto... ¿Se ha dado muy fuerte? ¿Le llevo al hospital? – preguntó Ruby, genuinamente preocupada.

– Ya sé lo que le pasa, mi querida pueblerina. Lo que ocurre es que no esperaba encontrarse aquí con una auténtica Schnee. – dijo Weiss moviendo la cabeza con pose triunfal.

– Shhh... Cállate un momento Reina Tuerta.

– ¿¡Qué me has llamado!? – la ira crecía en Weiss, pero el hombre seguía mirando con interés el rostro de Ruby.

– Bonitos ojos. Plateados.

– Sip, herencia de mi madre. O al menos eso dice papá. – comentó Ruby. – ¡Soy Ruby Rose, estudiante de cazadora y líder sin miedo del equipo RWBY!

El hombre mostró un pequeño deje de tristeza al escuchar eso, pero se repuso. Levantándose mientras se sacudía el polvo, miró con interés a las dos chicas, más bajas que él. – John Constantine, detective.

– Constantine... Oye Weiss, tiene un nombre raro, cómo tú. ¿Eres de Atlas tú también?

– Podría decirse que sí. ¿El equipo sólo sois tú y la Reina Tuerta?

Hellblazer: Grimm ExorcistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora