»14|Reclutamiento«

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»Debido a su fría lealtad al país, su capacidad para cumplir ordenes y su gran talento para disparar a todo lo vivo, Frank se convirtió en candidato de los Ángeles Oscuros a los 22 años; una fuerza de élite secreta encargada de los trapos sucios de Estados Unidos por todo el mundo, aún si eso viola las leyes de múltiples países«

»Ángeles Oscuros 1/5«

Sentado en una mesa de bar a pleno día, Frank se preguntaba por qué lo habían sacado del deber de manera tan repentina; su superior ni siquiera le dio una explicación más allá de "alguien importante quiere verte". Claro, al parecer ese "alguien" tenía mucho tiempo, puesto que el pelinegro había estado esperando impacientemente durante aproximadamente 2 horas.

Su mirada sumida en la mesa se elevó cuando escuchó unos pasos que se detuvieron justo en su lugar. Una mujer afroamericana de mediana edad se sentó en frente de él y, extendiendo la mano, se presentó a sí misma.

- Charlotte Thorne. -

Dijo la mujer, sin siquiera explicar su tardanza o intentar llevar aquella conversación de una forma más natural. Como fuese, Frank solamente se presentó de la misma forma, estrechando la mano de la mujer.

- Se perfectamente quién es, señor Payne. Su conteo de bajas es... Exquisito. -

Habló, ganándose una ceja alzada de parte del hombre.

- Supongo que gracias, pero no las cuento. -

Explicó con esa misma expresión de no saber qué hacer exactamente en esa situación. Charlotte sonrió con levedad, como si le hubiese contado un chiste.

- Pero debería, señor Payne. -

¿Contar bajas? Eso sonaba como algo muy dramático y retorcido para Frank, él era un soldado, no un asesino, mataba por el deber, no por el placer de hacerlo.

Al no recibir una respuesta, la mujer solamente dio un suspiro y se inclinó con levedad contra la mesa, bajando la voz

- Como sabrá, señor Payne, Estados Unidos tiene muchos enemigos. Si contáramos a la cantidad de personas que el Tío Sam ha hecho enojar no terminaríamos nunca, por supuesto, muchos tienen motivos juntos para hacerlo, no somos una blanca paloma con una rama de olivo en el pico. -

Se detuvo un momento, como si estuviese asegurando la atención del más joven y, observando que este estaba cada vez más perdido con el punto de aquella conversación, rodó los ojos y decidió ir más al grano.

- Por supuesto, con tantos enemigos hay quienes deben ensuciarse las manos para que los demás no lo hagan. - Frank renegó en silencio de esa visión tan heroica que Charlotte buscaba venderle. - Pero para eso buscamos a lo mejor de lo mejor, personas que no solo sean totalmente leales al país, sino que letales en extremo. Básicamente buscamos a la élite. -

- Los Navy SEAL ya son la élite. -

Respondió el más joven, su mirada entrecerrada y enfocada en la fémina, pero esta misma solo dio una sonrisa de satisfacción al escuchar aquello, asintiendo con levedad para terminar alzando su dedo índice.

- Entonces podrías decir que buscamos a la élite entre la élite. -

Frank rió con levedad y bajeza, más algo para retirar la tensión en su cuerpo procesar toda la información que le habían dado.

- ¿Y yo soy de esa élite? -

Preguntó cruzando sus brazos, pero al mujer negó con la cabeza.

- No. -

La negativa provocó una respuesta de parte del azabache que no saldría debido a la rápida interrupción de la contraria.

- Pero, después de que mis superiores, el equipo y yo leyéramos tu expediente, creemos que puedes estar entre los candidatos para ello, claro, primero deberías de pasar el entrenamiento que haría mojar los pantalones de cualquiera. -

- Yo no soy cualquiera, señora Thorne. -

- No, por supuesto que no. -

Hubo un corto silencio entre los dos.

- ¿Y cual es el nombre de esta fuerza de la que hablamos? -

Los orbes oscuros de la mujer parecieron brillar ante aquella pregunta, entendiendo que el más joven había aceptado indirectamente.

- Ángeles Oscuros. -

»Jack's Facts«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora