꧁Tomaste de más꧂

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Luego de salir del castillo de los Pendragón, acompañé a Fiona a la plaza, quería llevarle cosas a sus bebés cuando regrese a su pantano, se sentía culpable por no traerlos, aunque se quedaron con la dragona y sus hijos. Pero aún así les quería llevar algún obsequio. Entramos a una tienda de niños, había demasiadas cosas, había cualquier cosa que un bebé o niño necesitara, Fiona fue a la sección de juguetes, yo solo me quedaba viendo la ropa que adornaba el lugar, algunas cosas se me hacían tiernas, ver cómo esas cositas tan chiquitas le quedaban a un ser humano era muy tierno. Por un momento me puse a pensar que se sentiría tener a alguien que tú creaste a tu lado, cuidarlo, no se porque empecé a pensar esas cosas, pero por alguna extraña razón seguía pensando en aquello. Aquel pensamiento se desmoronó cuando la princesa me habló para irnos, asentí a su petición y nos fuimos de la tienda luego de que pagará.

Al salir aún me sentía triste por mi discusión con Gato, trataba de olvidar aquella escena sin éxito alguno. Seguíamos caminando y solo quería llegar de una vez para tirarme a la cama y poder largarme al día siguiente, aunque, tal vez podía esperar....

Caminando de regreso nos cruzamos con un pequeño bar, estaba algo alejado del castillo, le dije a Fiona que si me quería acompañar, unos cuantos tragos me ayudarían un poco, no tomaría mucho, solo para distraerme. Fiona dijo que me iba a acompañar pero no tomaría nada, yo acepte, no tenía inconveniente. Lo único fue que iba a regresar al castillo para dejar sus bolsas, se había sobrepasado un poco con las compras y pesaban, así que las iría a dejar y luego volvería conmigo.

Pasé a aquel bar y me senté en la barra, no era de tomar mucho, sin embargo creo que realmente lo necesitaba, quería olvidarme de aquel gato con el que había discutido, quería olvidarme de ese rostro, ese rostro que para mí mala suerte era hermoso y aún seguía amando.

Pedí una botella de leche, no era muy fuerte pero con eso era suficiente, no acabaría todo, simplemente unas cuentas copas. Serví el primer vaso y empecé a tomar, solo pensaba y pensaba, que hice mal?

Por más que quería mi orgullo no me permitía buscar otra manera de aceptar que Gato tenía la razón, yo tenía mis motivos, el antes era un mujeriego sin control, incluso luego de comprometernos coqueteaba con más personas, simplemente me hacía de la vista ciega, pensaba que cunado nos casaramos ya no lo haría, pero ni si quiera cumplimos con lo último. Sin darme cuenta ya me había acabado la botella, no tenía muchos síntomas más que algún mareo de vez en cuando, pero era soportable, pedí otra más, esta vez el trago era más fuerte. Luego seguí pensando, por qué volvió conmigo si iba a ser el mismo? Porque me trató tan bien, me hizo sentir feliz de nuevo, se volvió alguien en el que ya empezaba a confiar, todas las palabras lindas, cariños, besos, todo se fue a la mierda.

Sin darme cuenta, había tomado de más, a mi frente habían 5 botellas vacías, mi cabeza me daba vueltas, me sentía mareada, y se supone que tomé para olvidarme de Gato, pero solo pensaba en el, en todos esos momentos que pasamos juntos, me sentía realmente impotente.

Tenía demasiado sueño y estaba muy mal por los síntomas del alcohol, así que me pare de mi silla para irme a dormir al castillo, sin embargo tuve un mareo en aquel instante, creía que me iba a caer sin embargo alguien me agarró de la cintura, ese tacto, esa respiración, ese sentimiento lo conocía solo le correspondía a una persona, o mejor dicho a un maldito felino.

-Kitty estás bien?!, Por qué tomaste tanto?! - Dijo el único al que tenía menos ganas de ver en este momento, a su alrededor estaban perrito y Fiona. Ambos se veían preocupados pero eso era lo de menos.

-Tu, no eres nadie para decirme que hacer.  - Dije molesta, aún podía pensar un poco, aunque mi mente estaba nublada.

-Pero no puedes tomar así!- Dijo preocupado el de ojos verdes, por su expresión parecería que recién se había levantado de dormir, ya eran casi las 10 supongo.

-Habla el que perdió una de sus vidas por borracho?! - Dije soltandome del agarre que tenía el sobre mi, que derecho tenía de hablar de tomar sanamente?.

El ambiente del lugar se quedó en silencio, creo que realmente le dolió que diga lo anterior, pero bueno, los borrachos siempre dicen la verdad, no?

-Solo vámonos!.- Respondió Gato tomando mi muñeca para irnos.

-No me toques maldito! - Le respondí volviendome a separar de el, para luego sacar mi espada y apuntarlo.

Gato levantó sus dos patas al aire, en señal de que no iba a hacer nada, en su lugar solo le dijo a Fiona y Perrito que regresen al castillo, según el, tendría la situación bajo control.

Yo seguía con la espada en mano, apuntando al felino que estaba frente mío, sin embargo un mareo hizo que la suelte y casi me tropiece, no sé cómo ni cuando lo hizo, pero cuando levanté la cabeza Gato estaba guardando mi espada en su cinturón al lado de la suya. Iba a reclamar por haber cogido algo de mi propiedad, pero antes de poder decir algo me cargó para luego caminar.

-Sueltame maldita sea!, Por qué mejor no vas con tu amante eh?!. - Le dije furiosa, no quería que me tocará ni un milímetro de mi cuerpo, me daba asco el solo verlo.

-Por milésima vez en esta semana, no es mi amante ni tuve nada con ella!- Ya sentía como su voz se tornaba molesta cada vez más.

-Tks, ella no dice lo mismo- Fue lo último que dije, para luego aceptar que por nada del mundo me soltaría, así que tuve que aguantar su tacto todo el camino, desde aquel bar, hasta mi habitación.

-Ya llegamos, ahora sí, lárgate.- dije tratando de caminar hacia mi cama.

-Lo haría pero se nota que estás mal, ni si quiera puedes parte sin caerte.- Dijo Gato aún serio.

-Que si pue- trataba de contradecirlo pero en ese momento me tropecé y el me agarró de la cintura quedando su cara a centímetros de mi.

-Ves que no?- Dijo algo picón, cómo si ubiese ganado una pelea.

-Esta bien! Haz lo que quieras- me rendí finalmente, después de todo sabía que el tenía razón, estaba un tanto mareada...

-Me ayudo a acostarme en la cama, yo estaba más que feliz por fin iba a poder dormir después de un día tan largo y pensamientos sin fin que me atormentaban.

Apenas sentí las blandas almohadas en mi cabeza y las acojedoras sábanas empecé a cerrar mis ojos para poder dormir. Sin embargo en vez de cerrarlos los abrí con asombro. Ví como Gato cerró la puerta para luego quitarse el sombrero y las botas.

Rápidamente al ver sus acciones me senté, al acerlo me dió un pequeño mareo pero nada más, no había porblema, en lo que me tenía que enfocar era en ese felino naranja.

-Qué estás haciendo?!- le dije, no se iba a quedar aquí no?, Estaba tomada, pero si estaba conciente de algunas cosas...

-Por quién me tomas?!, Yo no hago esas cosas!, Simplemente estás mareada, me voy a quedar en el mueble a vigilarte.

-Pero puedo cuidarme sola!

-Eso es lo malo, trataste de matarme!. Quien sabe, de repente entra alguien más y lo matas.

-Tampoco exageres, simplemente no te quería ver...

Comencemos de nuevo, mi amor [gato con botas X Kitty]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora