La campanella

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11 de abril 1843, 21:00 p.m.

El cumpleaños de la mujer más linda del imperio la princesa Karina es una de las celebraciones que todos esperan con ansias desde que su padre el rey Kangta proclamó el 11 de abril una festividad nacional. 

Muchas familias poderosas estaban esperando a que la protagonista entrase junto a su familia en esa grande sala de baile que habían arreglado con tonalidades rosas para la tan querida hija menor del emperador....


Después de unos 10 minutos extra que se llevaron las criadas en preparar a las obras de arte del imperio, toda la familia real entro al salón, en donde más de 600 personas se inclinaron hasta que los 4 llegaron al trono que estaba hasta el final del gran salón.

Todos quedaron deslumbrados una vez más por los dos hermanos que caminaban detrás de sus padres, aquella cabellera negra que brillaba más que mil soles y esa piel pálida que ambos poseían junto con esa forma tan elegante de caminar, eran perfectos a los ojos del publico, así que no era de extrañarse el porque la mayoría de jóvenes del imperio estaban enamorados de ellos.

Después de dar un pequeño discurso de agradecimiento por la asistencia de todos los aristócratas, comenzó el vals como señal de que la celebración se daba por comenzada. 

Chittaphon tomo una mano y con la otra mano disponible la cintura de su hermana para comenzar el vals

— Chitta, ¿crees que Lucas me quiera invitar a bailar? — 

— mmmm yo creo que no, no creo que a Lucas le gusten las feas — dijo mientras comenzaba a reír haciendo que por tales palabras su hermana lo empujase del hombro y amenazando con que durmiera con un ojo abierto por tal grosería 

Chittaphon quedo libre del vals y esperaba regresar a su asiento, a decir verdad podrá parecerse a su hermana menor fisicamente pero no en personalidad. Karina era conocida por ser muy alegre, siempre yendo a las reuniones de jóvenes aristócratas mientras que Chittaphon era lo contrario, era buena persona pero no tenia la energía suficiente para ir a fiestas cada dos días, razón por las que les atribuyeron los títulos de sol y luna.


Después de que muchas damas pidieran casi rogando al príncipe para bailar, por fin fue libre, ahora su plan sería pasar unas horas comiendo pastel o tal vez hablando con sus amigos  y cuando el momento adecuado llegase salir y regresar a su tan anhelada habitación....

Al tomar asiento con una gran rebanada de pastel de vainilla vio a la distancia un hombre que llamaba su atención a lo lejos, alguien que se le hacia familiar, no podía creerlo ¿Dong Sicheng? Sicheng su amigo de la infancia y uno de los mas respetados generales de los soldados imperiales. Cuando confirmo en en efecto era su amigo dio un salto del trono, bajo las escaleras de tres en tres y fue casi corriendo a donde su amigo, para recibirlo con un abrazo

— Sin llorar Ten, ¿Cómo haz estado?— pregunto el castaño al corresponder el abrazo y luego pasar su mano por el cabello de su amigo

— Oye no deberías jugar así con el cabello del gran príncipe, ¿Estas consciente de que puedo hacer que ahorita mismo te corten la cabeza por haber hecho eso? Ah y también he estado bien que hay de ti?— dijo el pelinegro con una reacción que provoco a Sicheng una risa porque siempre lo hace recordar a un pequeño gato negro con su carácter y apariencia

Ambos jóvenes comenzaron a conversar sobre lo que vivió Sicheng luchando contra la nación que planeaba invadir el país cuando alguien más se unió a la conversación con unos aplausos

— Totalmente esperado de nuestro Winwin, no es así Ten? — dijo un hombre alto de cabellera rubia, era nada más y nada menos que próximo cabeza de familia en el ducado de los Nakamoto 

Ten asintió respondiendo la pregunta de Yuta, cuando noto algo brillante en la mano izquierda de este llenándolo de curiosidad, ¿quién le había dado un anillo? ¿acaso Yuta se iba a casar y no le dijo nada a Sicheng ni a él? — Yu, ¿qué hay de ese anillo?— preguntó provocando que el contrario se comenzara a reír mientras el lo veía algo decepcionado por que se sentía como si fuera el ultimo en enterarse de la relación de su amigo

Winwin interrumpió la risa de Yuta para decir que deberían platicar afuera con la excusa de que sentía calor dentro del salón por lo que los tres salieron hasta llegar a una de las grandes jardineras que había en el palacio donde el soldado hizo que el príncipe tomara asiento en una de las bancas. 

Se encontraba realmente confundido por lo que estaba pensando y porque desde que salieron del salón nadie había dicho una sola palabra, así que comenzó a jugar con los pesados botones de su traje azul, cuando vio que el mayor tomo al menor por la cintura haciendo que el príncipe quedara aún más confundido por la actitud de Yuta hacia Winwin 

— Verás Ten, ese anillo fue una promesa que le hice a Yuta antes de irme a la guerra... De que volvería rápido y vivo para así casarme con él, llevamos saliendo un tiempo ya pero no te lo dijimos porque no sabíamos como reaccionarias...—  fueron las palabras que suscitó Sicheng mientras tomaba de la mano a Yuta y le daba un pequeño beso en la mejilla. 

Ten estaba sorprendido, a veces los veía coqueteando pero todo este tiempo pensó que solo era de broma, nunca pensó que realmente se iban a casar, estaba atónito — Ya veo, pues les deseo toda la felicidad del mundo amigos— 

Después de unas cuantas horas llego el momento que Chittaphon estuvo esperando, se despidió de sus amigos con una promesa de ir a cazar con ellos pronto y regresó a su habitación.



Por fin silencio y tranquilidad.... hasta que alguien comenzó a tocar la puerta como un psicópata, haciendo que el chico que estaba a punto de conciliar el sueño pensase que estaba a punto de ser asesinado pero resulto solo ser su hermana, que entró y fue corriendo directo a la cama para contarle lo que pasó en su fiesta.

Y como siempre Chitta siempre escucho a su pequeña hermana aún con el sentimiento de que sus parpados pesaban 100 kilos.

Contó historias de lo que hacia con sus sus amigas, las felicitaciones de la gente del pueblo, y lo que más feliz la hacia, hablar del marqués Wong, que aunque son de la misma edad desde muy joven cargó con las responsabilidades y negocios de su familia por el fallecimiento de su padre, la verdad es realmente admirable como con tan solo 15 años tomó cargo de los negocios, su madre y de su pequeña hermana Yuqi. 

Aunque Ten en realidad no entendía cual era la definición de estar enamorado, ¿en realidad Yuta y Sicheng se amaban tanto como para casarse por decisión propia? Los matrimonios no son nada más que un contrato desde el punto de vista de alguien que se pasa los días preparando para ser el próximo emperador ni tampoco entendía porque Karina ama tanto a alguien que con suerte la voltea a ver como lo es Lucas.

— Karina ¿como se siente estar enamorado? — Se sentía ridículo de preguntarle eso a su hermana menor pero sintió también la necesidad de preguntarlo. 

— Ay Chitta no me preguntes cosas así, es lindo pero es diferente para cada persona, lo tienes que vivir para saber, pero no te preocupes algún día lo vivirás hermanito, me iré ahora, buenas noches —  fue la única respuesta que consiguió de su  hermana mientras se levantaba y se iba corriendo de vuelta a su habitación.....

Ten en realidad estaba ansioso por sentir lo que era estar enamorado. Si, recibía muchas propuestas de matrimonio y cartas de amor pero él nunca ha sentido lo que es estar del lado escritor y no del que lo recibe.


La traición del rey | JohnTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora