Cada que el reloj daba las 5:35 a.m. cualquiera podría encontrar al archiduque John Suh entrenando esgrima cerca de la linda laguna que había dentro del ducado hasta que este era llamado para tomar un baño matutino y posteriormente ir a tomar el desayuno.
Después de completar su rutina, va a hacer su respectivo trabajo.
Aquella oficina beige con algunos sillones de color azul en donde tomaba una taza de café mientras firmaba documentos y abría cartas... — Johnny vayamos a dar una vuelta en caballo por el pueblo— dijo un joven mientras cerraba la puerta de la oficina para quitar de la mano de John la pluma y jalarlo del brazo y hacerlo levantarse del escritorio
Los dos amigos se decidieron poner en camino a las caballerizas en donde comenzaron a hablar sobre su familia y John más que nada burlándose de que el hermano pequeño de Doyoung, Jeno, le había arrebatado el titulo de marqués.
En realidad mucha gente en el pueblo pensaba que Jeno era mejor para manejar el marquesado mientras que el mayor solo podía manejar las relaciones sociales, eran un buen equipo, en efecto, pero si fueran una pareja casada y no hermanos.... Doyoung sabía bien que si no buscaba algo que hacer pronto Jeno se casaría y lo echaría para que su pareja ocupara su lugar. Por consecuencia entro a los caballeros imperiales en donde conoció a John, que aunque primero buscaba ganar provecho de esa amistad al final se terminaron cayendo bien y ahora están aquí, dando un paseo por el pueblo juntos.
Decidieron entrar a una pequeña cantina para comer algo mientras seguían conversando cuando Jaemin entro escurriendo en sudor y jadeando por haber cabalgado rápido y corrido en busca de su hermano —John, ah, llego una carta urgente del palacio — dijo el chico de cabello plateado mientras se dejaba caer sobre una silla al lado de Doyoung al entregar la carta.
Estimado Archiduque Suh.
Se requiere su presencia en el palacio lo más pronto posible.
Atentamente el rey.
Al terminar de leer la carta, el destinatario original tomo sus cosas y se dirigió al palacio lo más rápido que su caballo se lo permitía
— Verás John, quiero que vayas el imperio vecino —
El archiduque abrió los ojos en tono de sorpresa y se levanto para dar como finalizada su reverencia — ¿Tan de repente su majestad? ¿Hay una razón para ello? —
— Si, pienso que es momento de que el reino gane más poder, eres inteligente, tu sabes como son las mejores formas de ganarlos— dijo el rey mientras comenzaba a sonreír de una manera un tanto extraña a los ojos del pelinegro
— Renjun... Sabes que si hay muertes de personas inocentes no voy a participar —
— John, recuerda que yo no soy Taeil, yo no voy a matar a nadie a menos que lo merezca—
15 abril de 1837, fin del reinado Xiumin...
Hacía una vez la familia real compuesta por el maravillo rey Xiumin junto con sus dos hermosos hijos, el mayor llamado Taeil y el menor llamado Renjun.
Las personas suelen ser soberbias, siempre en búsqueda del poder, siempre buscando como herir a los demás.
Taeil siempre había cuidado de su hermano pequeño hasta que tuvo su ceremonia de mayoría de edad y fue coronado como gran príncipe por lo que Renjun estaba feliz por su hermano, tenía esperanza de que fuera mejor rey que su padre y todos pudieran vivir una vida feliz.
El menor siempre supo su lugar como nada más que el segundo hijo del rey, por lo que siempre apoyo a su hermano hasta que el día llego. Un 15 de abril... fue consumido por la soberbia y la sed de poder, con tan solo 20 años asesino a su padre sin piedad, tomando la corona a la fuerza.
Taeil comenzó un reinado en donde solo la palabra de él era la opción y cualquiera que estuviera en contra de su palabra e ideales era ejecutado cruelmente. Los primeros en oponerse a que un asesino tomara control del país fue la familia Suh.
El nuevo rey no tuvo ni una gota de compasión por sus tíos y los asesino con sus propias manos dejando a su pequeño primo que tenia nada mas que 14 años con un trauma de por vida y con una promesa de que aquel niño se vengaría por lo que les hizo a sus padres.
Taeil le arrebato a John todo lo que tenía y quería enfrente de sus inocentes ojos, lloro incontrolablemente al regresar a la mansión que aunque estuviese llena de criadas se veía fría y oscura. El pequeño Johnny estaba aterrado ¿Qué haría ahora? Estaba completamente solo, y como era de esperarse el resto de familias aristócratas buscaban dominar el ducado Suh ahora que no había nadie más que un pobre niño...
Después de que John pasara 8 días sin salir de su cuarto ni comer alguien toco su puerta. Y ese alguien era Renjun, quien amenazo con derrumbar la puerta si el inquilino no la abría por su cuenta... Como era de esperarse el chico cumplió su promesa de romper la puerta y entrar
Al ingresar noto un olor desagradable y varias cosas rotas regadas por el piso, hasta que llego a la cama para notar a su primo que era unos cuantos años más grande que el estaba tirado en su cama con los ojos rojos y con una complexión aun más delgada que una hoja de papel al punto de lograr ver sus huesos sobre salir de sus pómulos haciendolo ver como si estuviera a apunto de morir ahí.
— Verás Johnny, tengo un plan de derrocar a mi hermano — No recibió ni siquiera una mirada hasta que dijo — Será el momento adecuado para tu venganza— Al escuchar esta palabra el menor frunció las cejas y se movió hasta lograr sentarse en la sucia cama.
— ¿Venganza? Como me puedo vengar de alguien con tanto poder si no soy nada mas que un inútil mocoso que no pudo ni siquiera defender a sus padres— dijo con la voz quebrada y derramando algunas lagrimas de vuelta provocando que el contrario acariciara su cabello y le dedicara una sonrisa para contarle el plan que tenía
Renjun no es una persona mala pero si una persona que se podría llamar convenenciera, el no se ensuciaría las manos para ganar el trono. Así que usaría el pequeño y roto corazón de su primo para que asesinara a sangre fría a su hermano y así el asesino sería John y no él, sí, era buena idea, si el no se manchaba las manos el pasaría como un ángel que busca el bienestar del país.
Pasaron dos meses y el plan comenzó, Renjun, Doyoung y Johnny tiraron el primer ataque. Hasta que John le corto la cabeza al rey y la expuso en la entrada del palacio, cediéndole el trono a Renjun y a Doyoung la posición de general de división de los caballeros rojos.
Muchos de los ciudadanos estaban experimentando una mezcla de sentimientos entre terror por ver como gente tan joven hacia algo tan sangriento y alivio por liberarse de aquel hombre tirano... En realidad muchas personas pensaron que quien planeo el asalto fue John junto con su corazón herido.
El diablo es real, aunque no es aquel hombre rojo con cuernos y cola, el puede ser lindo, inocente y pequeño, el diablo es un ángel caído y solía ser el favorito de dios. Y esta descripción era la que quedaba perfectamente con Huang Renjun, un hombre que hasta el día de hoy sabía manipular a las personas para conseguir sus objetivos y poder salvarse a si mismo del pecado
¡larga vida al rey Renjun y sus aliados!

ESTÁS LEYENDO
La traición del rey | JohnTen
Roman d'amour"Si muero podría estar contigo para siempre, pero si vivo puedo quedarme con mi familia y mi nación, son muy importantes para mi" - Los quieres más que a mí? - No, no quiero a nada ni nadie más que a ti....