Cap 아홉

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-Que hayas tenido una mala experiencia no significa que todas vayan a ser igual.

Sé que eso es verdad. Aun así, pienso que las probabilidades de que vuelva a vivir una experiencia de ese tipo disminuyen considerablemente si rechazo cualquier otra propuesta de cita a ciegas por parte de Han.

-No lo sé, no siento esa necesidad de tener un chico a un lado.

Miyeong sonrió.

-No puedes verlos como el enemigo, Lix.-

-No, yo lo sé. También sé que la mayoría de las chicos de mi edad se la pasan pensando únicamente en eso, en los chicos. Su mundo gira alrededor de si el chico guapo lo invitó a salir o si lo miró feo. Pero yo no soy así.

-Ni muy muy, ni tan tan. Ni una cosa, ni la otra -dijo Miyeong-. Tampoco te pido que te obsesiones con el tema, pero no tiene nada de malo que estés abierta a darte la oportunidad.

La sesión terminó conmigo prometiéndole que no me cerraría a la posibilidad de salir en más citas y conocer más chicos. Además de este tema, trabajamos constantemente en enfrentar mis miedos, mis pesadillas y cualquier tipo de temor que arrastre desde la infancia.

El fin de semana pasó muy rápido, y por fin llegó el primer día de clases. Quedan dos años para terminar el co- legio y yo ya no puedo esperar para estudiar la carrera. Sé que el segundo año lo sentiré como toda una eternidad, pero en tercero, cuando deba decidir qué hacer con mi vida y qué carrera estudiar, el tiempo pasará volando. No es que no me la pase bien durante lo que se supone deben ser los mejores años de la adolescencia, pero algunas veces siento que pierdo el tiempo estudiando materias por mero trámite para obtener un certificado. Quiero aprender algo que esté relacionado con lo que pretendo hacer en un futu ro, y eso sucederá únicamente en la carrera.

Me gusta el colegio al que asisto. Es un gran logro para mí poder estar ahí, donde sé que encontraré oportunidades para aprender y salir adelante, por ello me esfuerzo mucho en conservar mi sitio. Por otra parte, me apasiona tanto mi trabajo, que ya deseo poder estudiar una carrera afín y mejorar lo que hago en la fundación.

A media mañana, durante la clase de Economía, me di cuenta de que tenía una solicitud de amistad. Me sorprendi al ver de quién se trataba.

-¿Ya lo aceptaste? -me preguntó Han cuando se lo conté durante la hora del descanso.-

-Claro que no.-

-¿Por qué no? -Me insistió clavándome la mirada—..

¿Estamos hablando de Hwang Hyunjin, no?

-Sí. Y no, no lo acepté porque no me parece prudente. - Han se rascó la cabeza.

-¿Qué tiene que ver aquí la prudencia?-

-Todo. No me voy a arriesgar a que piensen mal.-

-¿A quién te refieres? ¿Quién pensaría mal?-

-Olvidalo.-

Han me pidió mi teléfono con la excusa de que queris ver el perfil de Hyunjin y corroborar que me había mandado la solicitud. Cometí el error de prestárselo. No sé cómo caí si ya la conozco.

-¿Qué hiciste?! -Lo regañé, después de que presionó

el botón que automáticamente me vinculaba en una amistad cibernética con Hwang Hyunjin.

-Lo que debiste haber hecho tú desde el momento en que viste la solicitud.

-Es que no entiendes...

-¿Qué haces?

-Voy a cancelar la amistad. No creo que se haya dado cuenta de que...

Claro que se da cuenta. Seguro que recibió una alerta.

Si la cancelas, entonces sí pensará que hay algo raro.

Han tenía razón. Ya no había nada que hacer. Pero entonces comencé a pensar en las razones que pudo tener Hyunjin para agregarme. Me enteré de que está- bamos en la misma escuela, en cursos diferentes, a él sólo le faltaba ese último año para terminar. No nos habíamos visto porque acababa de volver de Londres, pero Han se las había ingeniado para averiguar ese dato y tener el panorama completo.

-No le des tantas vueltas al asunto-me dijo Han-.. Te agregó porque eso es lo que hace la gente cuando conoce a alguien. La agrega en Instagram. No quiere decir nada.-

De nuevo, mi amigo tenía razón.

-¿Vamos al café en la tarde?

-No puedo, tengo que ir a la fundación. Tengo muchos pendientes por resolver.

Han no me reclamó porque sabía que mi trabajo ocupa toda mi energía, y muy apenas me sobra tiempo para estudiar. Pero no me quejo, es la vida que elegi, y la verdad es que lo disfruto mucho. Tal vez sea distinta a los demás chicos de mi edad, sí, pero si algo me provoca placer es ser auténtico.

Continuará

세 가지 약속 "Hyunlix"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora