Cap열둘

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Narra Hyunjin:

Estaba por invitar a Lix a continuar con el tour de juegos mecánicos cuando, de pronto, se acercó Chaeyeon. Me saludó cortante. No me quedó de otra más que presentarlas.

-Mucho gusto, Chaeyeon. Soy Felix. -Lix le extendió la mano.

Chae le regresó el saludo.

-Te me haces conocido. ¿Te he visto antes en algún lado?

-Sí, llevamos dos clases juntos - dijo Lix-. Historia y Estadística.

Chae la escaneó de arriba abajo.

-Uhm, no te recuerdo de allí... quizá de algún otro lado. -Han se acerco para presentarse con Chaeyeon, pero ella hizo caso omiso. Luego se me acercó y me tomó de la mano.- Te estaba buscando. ¿Por qué no me avisaste que ya habías llegado?

-Ya llevamos aquí un rato-le dije, y traté de soltarme la mano sutilmente. Chaeyeon no me dejó hacerlo y me sostuvo con un apretón.

-Nosotras ya nos vamos - Lix interrumpió.

-Que les vaya bien-dijo Chaeyeon cortante.

-Hablamos pronto -Minho se despidió de Han. El asintió con una sonrisa.

Ni siquiera pude despedirme bien de Lix, porque Chae no se apartó de mi lado y nunca soltó mi mano. Todavía no estaban ni a unos cuantos metros de distancia cuando Caheyeon me cuestionó, cual policía al sospechoso de un crimen, que de dónde las conocía. Le conté todo sobre Lix, le expliqué que trabaja en la fundación a la que habíamos decidido hacer el donativo.

-¿Cómo, trabaja y estudia? -Chae frunció el ceño. Lo dijo como si trabajar y estudiar al mismo tiempo fuera pecado capital.

-Si. Por lo que averigué, ella misma se paga sus estudios con su sueldo.

Ahora el que había cometido el pecado mortal había sido yo, lo supe por cómo Chaeyeon me clavó la mirada.

-¿Averiguaste?

-Claro. Tenía que saber a quién le íbamos a dar un donativo de esa cantidad.

-Bueno, mejor olvidémonos de ella y vamos a hacer algo divertido.

-Yo los dejos solos -interrumpió Minho-. Voy a ver si encuentro un puesto de churros.

Cuando nos quedamos solos, Chae me soltó la mano. No necesitaba ser psicólogo para darme cuenta de que se la estaban comiendo los celos. Se le notaba en su tono de voz y en la manera en que enredaba el cabello en su dedo índice.

-¿Estás bien?-le pregunté.

-¿Por qué lo dices?

-Por cómo te portaste con Felix y Han.

-¿Felix y quién?

-Han, su amigo. Te portaste muy antipática.

-Ay, ya... ni que fueran qué. Aparte, a l amigo ni lo vi.

Era mejor no continuar con el tema. La conozco tan bien que sabía que no íbamos a llegar a nada. Poco después Chaeyeon me volvió a tomar de la mano y me llevó prácticamente a jalones hacia donde estaba la montaña rusa. Pasamos el resto de la noche juntos. Por un momento fue como si nunca hubiéramos terminado, al menos así la sentí.

-¿Me llevas a mi casa? -me dijo, cerca de la medianoche.

Minho había pasado por mí, así que no tenía coche. Tuve que pedir un taxi para poder llevarla, porque de Minho ya no supe más. Me bajé a acompañarla hasta la puerta del lobby de los departamentos. El elevador, como siempre, estaba descompuesto, así que subimos tres pisos de escaleras.

-¿Quieres pasar?

Para esa hora yo ya tenía sueño.

-No. ya me voy a mi casa. Mañana entro temprano al colegio. Si no me duermo ahora, no me voy a poder levantar.

Chae insistió. Me puso su cara de puchero e hizo la voz de niña mimada. Sabía muy bien que con eso iba a convencerme.

-Sólo un rato-le dije.

Nos sentamos de nuevo en el sillón de la sala. Me ofreció un café, pero lo rechacé, quería que mi visita fuera muy rápida.

-¿Quieres algo de comer?

-No, gracias, comí mucho en la feria.

-¿Una cerveza o algo de tomar?

Le di las gracias, pero no acepté nada. No tenía ganas. Después de unos minutos encendí la televisión para que hubiera algo de ruido, el silencio comenzaba a molestarme. Entonces pasó algo que no me esperaba.

 -¿Chaeyeon, qué haces?

Mi reacción fue echarme hacia atrás.

-Nada. Sólo quería besar a mi novio.

Me costó en el alma tener que recordarle que ya no éramos pareja. Tan pronto lo hice le cambió el semblante.

 -Yo sé por qué está pasando esto entre nosotros -me dijo. Y estoy dispuesta a dar ese paso.

Yo de verdad no sabía de qué estaba hablando.

-Quiero pasar la noche contigo.

-Chae, yo...

-Y no me refiero a dormir juntos. Me refiero a que quiero hacerlo contigo.

Yo me quedé helado, como si me hubieran echado un balde con agua fría.

-Quiero ser tuya, Hyunjin. Y que tú seas mío. Yo sé que el hecho de que no hayamos tenido relaciones durante todo este tiempo es un problema para ti. Pero ahora estoy lista. Quiero...

Tuve que interrumpirla.

 -Chaeyeon, ¿de qué estás hablando?

-Yo sé que por eso terminamos. Pero yo no quiero terminar. Yo te quiero, y no me veo viviendo la vida sin ti Quiero hacerlo contigo.

Chaeyeon se me acercó para darme un beso. Se veía tan hermosa que me costó mucho tener que pararla en seco.

-No, Chae. Que no hayamos tenido relaciones no tiene nada que ver con que hayamos terminado. -La tomé de los hombros y, suavemente, la alejé de mí.

-¿Entonces? No entiendo qué es lo que quieres. ¿Qué tengo que hacer para que volvamos a ser como antes? Dímelo. Estoy dispuesta a hacer lo que me pidas.-

Chaeyeon comenzó a desabrocharse los botones de la blusa.

-Chae, no tienes que hacer eso.

-Es por ese tipo , ¿verdad?

-¿tipo? ¿Cuál tipo?

-Con la que estabas hoy en la feria. Ese tal Felix.

-Tampoco. Felix no tiene nada que ver en esto. Tú y yo terminamos porque yo no sé lo que quiero, Chae. Es así de simple. Tú no hiciste o dejaste de hacer nada. Soy yo el del problema.

Continuará

세 가지 약속 "Hyunlix"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora